Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 5 de junio de 2017
Desilusión dolorosa
Desilusión
dolorosa,
de a
poco,
despacio,
sutilmente,
inundó
mi alma
y con
miles de saetas acrisoladas,
rompió
la paz
y el
sosiego
de mi
alma.
¿Dime tú,
por qué
debo sufrir
en cada
instante de mi vida
dando
sólo amor por doquier?
¿Cuál es el error
que surge de estos sentimientos
puros y profundos
que me
embargan
y me
desarman
en
flores deshojadas por la tristeza,
la
desilusión,
el
desespero?
Como
estrellas fugaces,
en períodos menos esperados
me golpean,
me hieren,
me lastiman.
¡No
quiero sentirlos más!
Mi vida
necesita del amor puro
y
límpido,
sin
mentiras ni falsedades.
Desilusión
dolorosa,
esos grises tonos oscuros
de tormentas menos esperadas,
los
rayos golpean mi alma
y me
dejan agonizante y temblorosa,
miedos
ocultos,
afloran a mi piel
y la verdad inconmensurable
y
execrable
surge
de improviso,
aquel a quien amamos
con
intensidad y pureza
nos
clavó una flecha envenenada
en
pleno corazón
y la
sangre dolorosa
junto
con la llovizna de lágrimas
que
inundó mi cuerpo
me
llevó a momentos de desasosiego
y
desorientación.
¿En qué
me equivoqué?
¿Por qué deposité mi fe,
mi esperanza,
mi amor
en
quien no lo merecía?
Éste mi
amor puro
se elevó tras el horizonte lejano,
dejando
tras de sí,
sólo
desilusión dolorosa.
Quiero
encontrar el camino recto,
verdadero,
duradero
y no
fugaz
y falso
donde
sea comprendida
en
estos mil sabores
amargos
y crueles.
Desilusión
dolorosa,
apenas en un segundo,
mi espíritu,
que libremente se elevaba
entre
las nubes de algodón
y campos de cipreses,
cayó,
llevándose
a su paso
marchitas
flores de azafrán
y
floridos vergeles
a la
tierra seca,
cenicienta,
rojiza
por la ira
y
oscura por el desamor.
Desilusión
dolorosa,
fueron
tras de mí
rumores falsos,
envidias oscuras,
intrigas
traicioneras,
buscando
hurgar en mi alma
para
que el sufrimiento aflorara.
¡No!,
¡no lo
permitiré jamás!
¡Soy
libre y feliz conmigo misma!
Mi
espíritu vibra
al
compás de música sincopada
y de
palabras,
frases
de amor
hilvanadas como perlas de rocío
en un collar sin fin
de caracoles enlazados
por la
espuma del mar.
Desilusión
dolorosa,
se que
como enigmas indescifrables
se irán
de mi vida,
afrontaré con actitudes enhiestas
y verdaderas
el
nuevo sendero abierto,
florecido,
en el
bienestar de un campo
de
amapolas,
abiertos sus pimpollos al cielo azul
y allí
te encontraré a ti,
mi amado nuevo,
que me
traerá
en sus manos cálidas
mi
nuevo destino.
Desilusión
dolorosa,
las
esperanzas renovadas
y límpidas
cerrarán
las heridas abiertas
y el olvido
que se
acerca sin ser llamado
golpeará
mi corazón
dejándolo
límpido
y claro
como agua que golpea
la tierra con desesperación,
a veces
o con
dulzura otras,
sin tristezas sin fin,
ni
fríos,
ni grises
golpes,
sólo
sueños
entre
luces de amor
bajo la
luz de luna
en el
agua
con
quietud y calma.
Desilusión
dolorosa
que no
impida mi vida intrépida,
de aventuras continuas,
rodeándome como un manto
de
aterciopelados pétalos las ideas,
las frases de amor,
las
prosas poéticas
que dan
sentido veraz
y feliz
a mi espíritu inquieto
y avasallante,
pleno de ansias
de ser
amado y querido,
sin
límites truncos,
ni
herrajes oxidados
por el
tiempo,
sólo aires tibios y dulces
donde
flota mi corazón
entre aromas de pitangas,
burucuyá
en flor,
azahares volando en el viento suave
llevando la buena nueva
de la
llegada a mi vida
emprendida sin sobresaltos
ni
fatigas.
Atracción musical
Atracción
musical
es la
que por mis venas corre
como
caudal armonioso
de río
sonoro y sereno.
Te
siento dentro,
muy
dentro de mí,
haciéndome
sonreír el alma
con voz
dulce y amorosa.
Es el
amor que,
paciente,
tranquilo
pero con
fuerza,
crece y
crece
entre
tú y yo
porque
somos dos seres en uno
que
caminamos por la vida enamorados,
sin edad ni años.
Atracción
musical,
de amor
ideal
que
fluye,
corre,
late,
uniéndonos
en un sin fin
de
emociones
que al
horizonte y al mar
nos
conduce
a
nuestro lecho de amor
en
aquella playa distante
y
lejana
donde
nuestras huellas
se
desdibujan
al paso
de nuestros pies
en la
arena blanca y espumosa.
Atracción
musical,
escenario de seducción,
atracción
musical de pasión y deseo,
el clamor del agua nos une
como
lazos invisibles
en una
trama de hilos plateados
que
saltan,
trepan,
en
nuestro amoroso encuentro
entre
sueños y desvelos.
Atracción
musical,
cadenciosa,
continua
y sin
tiempos para contar,
en un
vivir,
en un tiempo
de rosas
como
nido que moja
y nos
une
entre
lágrimas alegres de amor.
Estamos
juntos
y el
viento con luces brillantes
nos
cobija
mientras
nos besamos
y sin
besarnos,
nos
acariciamos sin tocarnos,
nuestros
cuerpos son uno sólo
en este
tiempo
colmándonos
y
dándonos paz y sosiego.
Sin
dolores ni sufrimientos
porque
juntos
enfrentamos
a este mundo
con
pasión,
queriendo
las adversidades
que se
presentan,
casi,
sin
saberlo.
Atracción
musical,
caudal
de vida y esperanza
goce
perpetúo y plácido.
Bajo la
luz de la luna,
nuestro
amor
en su
plenitud,
se
llena de encanto y ventura
y en su
alada claridad
el agua
en su cauce musical
nos
conduce
a
nuestro espacio de amor.
Atracción
musical,
cantos
en la lira
y en el
alma,
vuelos
en nuestro fragante edén
donde
nada se puede igualar.
En la
amable brisa
que
besa mi frente
oigo tu sonrisa fugaz
y
clemente
como el
reír del río
y el
azul del cielo.
Atracción
musical,
en un
concierto
de
notas aterciopeladas
donde
se esconden
las
palabras de amor,
de ti,
mi
amado
en su
remanso
de agua suave y dulce
y en su
centro
fulguraciones
de fragua.
Atracción
musical,
con
olor a rosas
porque
en ellas me miro,
en sus espejos de agua
y veo
mi sombra ilusionada
de que
te encontraré muy pronto
en mi
afán de estar a tu lado.
Siento
agua fría en mi piel,
zumo de mundo inédito
en mi cuerpo
pero un
cansancio feliz
por
tibios presagios
que tú
encontrarás el rumbo
hacia mi soledad
que te
siente ya en ella.
Atracción
musical,
vivir
entre peregrinaciones
de
surtidores de agua,
esperándote,
esperándonos,
ya que
tú eres mi destino,
lo sé
por temblores,
por nubes,
por
soplos de agua
cerrando
trabas
y abriendo jubilosa
otras
para estar siempre
en unidad contigo,
radiantes
de vida los dos
en un
milagroso final
de
besos lentos.
Recordándome
Recordándome
(Desde
un olvido lejano,
viniste tras el viento,
buscándome)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Llegaste
a mí
cantando
sueños
que
volvían de los tiempos de antes
porque
en tus estrofas amantes
querías
que mi voz
te
acariciara)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Traías
en tus palabras
el pasado compartido,
entretejido con latidos de amor
entre inquietudes
de
momentos pasados juntos)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Querías
que volviéramos a estar juntos
prendidos
a los restos del silencio
de este
tiempo ya pasado
y del
que escapamos
por
milagro)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Esperabas
mi pura promesa
de
volver a estar juntos,
pero al
despedirnos de lo gozado,
lo
sufrido quedo atrás)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Pensaste
que
nuestro sueño de amor vivido
aún persistía
y que
nuestra ansia de vivir,
amándonos,
latía,
aún,
en
nuestros corazones)
no
quise escucharte.
Recordándome
(No te
diste cuenta
que
estamos al otro lado de los sueños
que soñamos,
a ese
lado que se llama la vida nuestra
que ya
se cumplió)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Me
dices que me quieres
y es
como un despertar
de un
no decirlo,
sin
designio de lo que lo sepa nadie,
ni tú
siquiera)
no
quise escucharte.
Recordándome
( me
dejas el mensaje
de tu
gran querer callado
que sólo
tú crees sentir,
lo que fuimos,
ya no
somos,
son sólo
imágenes pasadas
de ti y
de mí)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Rompes
mi mañana
que es
de cristal
por
esperar
y
apareces cuando tu quieres
para volver
a ser lo que fuimos
y ya no
somos)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Sin
vacilaciones
creíste
volverme a tener,
abrazarme sin término,
pero me heriste
en lo
hondo
al
buscar tú,
otros
ojos,
otros
cuerpos)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Después
de vivir
tus breves amores,
quisiste estar conmigo
otra
vez
pero
nunca supiste
que ya
no estabas más
en mi
vida,
sólo
eras una huella
que se
desdibuja en el aire)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Tu
sensación de retorno
que te
estrecha el alma,
déjala ir
tras el
más allá
porque
ya nuestra realidad,
la ya vivida,
no existe más)
no
quise escucharte.