Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 25 de febrero de 2019
Tal vez mejor soñar
Tal vez
mejor soñar
que
vivir entre húmedas neblinas
en las
que ningún árbol,
ni una
nube se destaca,
en esta
blanquecina cerrazón
que me
entristece
y no
ilumina débil
la luz crepuscular y opaca.
Soñando
voy por senderos luminosos,
hadas y gnomos iluminan mi camino,
floto en la brisa fresca y pura
del
espacio de la nada,
ingrávida
y suelta sin pesares ni dolores.
Tal vez
mejor soñar y no vislumbrar
desde
la invisible altura
bajo la luz que, demacrada, brilla
a través de la niebla del vivir
que es
un velo todo impregnado en llanto.
Soñando
soy como un ave que,
con su
ímpetu de vuelo,
su
canto lanza por campos en flor.
¡Qué
bien se respira,
gozan
mis anhelos,
canto
en la lira
y en el
alma que sueña,
vuelos
vibran sin par,
en un
fragante edén!
Tal vez
mejor soñar
que
vivir en la ardua lucha diaria,
de cada
instante,
que nos
desgasta,
nos
produce sufrimientos y dolores
entre
tan pocos instantes de amor y alegría
que
como un millón de notas nos subyuga
y en un
millón de arpegios nos eleva
a vivir
la realidad cruel
a veces
una y otra vez.
Tal vez
mejor soñar
con
todo un paisaje que canta
y nos
conmueve con notas misteriosas
en
fantásticos pentagramas
plenos
de dicha y luz,
en un
alado idioma sin palabras
que
vivir instantes presurosos
de
amores fugaces
o de
recuerdos nuestros.
Tal vez
mejor soñar
con el
númen del estío
donde
se vierten en llanos y bosques,
campos de girasoles, alelíes, azucenas
que
como arcos de violín,
resbalan
hacia el río
entre
el cordaje del juncal sonoro.
¡Ya no
caben más notas en el viento,
en mi
sueño azul y mágico!
Tal vez
mejor soñar,
no
sentir el dolor frío de la realidad
que
golpea a veces nuestro corazón
llevándonos a pesares de remotos ayeres,
Soñando
melodías de lejanas orquestas
nos invaden y nuestra alma feliz
clama
ante la esperanza
deshojando
flores entre dichas y placeres sin fin.
Tal vez
mejor soñar
y no
vivir fugazmente momentos breves
como
gotas de rocío
a quien
le da la aurora
para vivir su hora morada
en una
flor conociendo las espinas
que defienden su fragante palacio de color.
Y así
la vida pasa
pensando
en tener un mañana
como no
tuvo un ayer.
Palabras al viento
Palabras
al viento,
se
fueron tras la cálida brisa,
dejando
en su eco,
susurros
en mi alma.
Palabras
al viento,
se
llevan mis monosílabos,
mis
frases, mis palabras quedas,
mis
versos de amor,
¿a dónde llegan?
¿qué
buscan?
Se maduran
los mundos a su llegada,
nada se
puede ver ni tocar,
sólo
están arremolinadas,
sueltas,
desmadejadas,
deshilachadas,
destejidas,
pero
aún frente a todo,
son
Amor, Amor único
que
recorre el orbe,
dejando
estelas
y
perdurando en corazones
puros y
embelesados.
¡Santas
palabras!
Bajan
por los tiempos milenarios,
necesitadas
por almas
como
tenues alas
viniendo
del ayer hasta el hoy
y yendo al mañana.
¿De qué
lejos, misterioso su vuelo arranca,
nortes
y sures, orientes, horizontes sin fin?.
Palabras
al viento,
como
innúmeras sombras calladas
llegan
a ti, mi amor,
cada
día más sentidas,
cada
día trasmitiéndote más
mi todo entero,
nunca
desaparecen
ni se
escapan.
Y entre
temblores de risas,
como
voz de vigía gritando
¡Tierra!
llegan
una a una
a
acariciar tus labios,
tu
rostro, tu cuerpo
que
siento ya mío.
Palabras
al viento,
todas en un sol tras otro
se
vuelven claras, soñando,
cantan
delante, detrás de ti,
ofreciéndose
sin guardarse nada,
onda
tras onda,
rompiéndose en mil,
cien
sílabas en tus brazos.
Palabras
al viento,
se
esfumaron de mi vida
como la
niebla al amanecer,
para
llegar a ti, mi amado amante,
así es
su destino y
¡qué
confusión,
sin
ellas me siento perdida,
mis
sentidos se bloquean
y mi
cuerpo empieza a temblar!
Pero…
sueño o realidad,
las
palabras no se han perdido,
fueron hacia ti, en secreto,
en
suaves movimientos,
llegando
a tu mundo interior,
bloqueando tus sentidos
y
haciendo que tu cuerpo temblara
tan
sólo de escuchar sus susurros.
Palabras
al viento,
libres, airosas, juguetonas, necesitadas,
atraviesan
cielos y cantos,
mares y
horizontes,
ecos y
silencios,
fronteras
y murallas,
van a
encontrarse,
a
inquietar o a asombrar
al
revelar lo sentido y expresado
en todas las emociones
que
ellas conllevan
pudiendo
fundir tu corazón
en un
profundo acto de amor.
Palabras
al viento,
en
volandas te envían belleza,
alegría,
paz
que
trasmiten en su canto
la verdad de nuestro existir.
Palabras
al viento,
vírgenes, radiantes,
van
como fulgores en monosílabas,
trisílabas, frases
en busca de la aventura
de
estar en ti
entregadas
una a una
en tu
corazón apasionado.
Te necesito
Te
necesito,
abro
mis ventanas con flores
de
múltiples colores
para
darte una señal,
un
signo
por
donde puedas encontrarme.
En mi
jardín envuelta
en un
manto de esperanza
mi
cálida voz te llama
para
encontrar tu sonrisa
cálida y sonora
detrás
de un heliotropo,
de un
alelí,
de una
rosa.
Te
necesito,
hablaré
con las mariposas,
les
mencionaré mis deseos
alumbrando
mis movimientos,
buscándote con el pulso agitado
de la
sangre
sobre
el plato frío de mi silencio,
poblado
de ecos y de sombras
como un
ave de marfil en primer vuelo.
Te
necesito,
recorre
mis sentidos sin orillas,
un
viento adolescente en primavera,
la
estirpe de mis cantos se levanta
y mi
sangre convoca tu presencia
y ahora
que te nombro y te reclamo
floto
con movimientos lentos
en el
aire,
en un
rítmico volar de dulces sueños.
Te
necesito, amor,
te
necesito más aún
cuando
los astros encienden sus lumbreras,
mientras
hallan trasluces en las tinieblas,
claridades
en secreto,
noches
que lo son apenas.
Te
necesito,
ven a
mis brazos que ansiosos te esperan,
que
cuidan su misión de fuego puro,
un
caliente perfume de cipreses
tienden
un arco de paz sobre el camino,
las nubes que sustentaban a los cielos,
sueltan
al aire pájaros al vuelo.
Te
necesito,
eres mi
ancla de oro
y
cadena de mi anhelo,
piel
que adivina el pulso de mis ojos,
cruz
que aprieta las nubes contra el cielo.
Quiero
que bajen sombras de amor
a
nuestro cielos,
circundando
nuestro mundo,
sólo
nuestro.
Te
necesito,
estoy
en tus islas encallada,
hambrienta
de amor,
soy una
llama que tu cuerpo reclama.
Es el
capricho que risueño rompe
la cerradura del secreto
que
padece mi corazón.
Ese
miedo tibio que revuela
entre
alegrías e ilusiones hacia tí,
como
alas batientes en el aire,
que
sigue y canta.
Te
necesito,
los
signos de tu voz me reclaman,
despiertan
mi ternura,
desparraman
mi alma enternecida
toda
por tus dulces palabras.
¡Te
necesito!
¡Búscame!
¡Atrápame!
¡Conquístame!
Y dame
algo que sea nuevo.
El
tiempo ya no existe,
aunque
exista la templanza
y la
experiencia de nuestras vidas,
pues
nuestro amor nos llevará
a nuestra auténtica realidad y destino.