Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 12 de octubre de 2019
Volver a vivir
Volver a vivir,
en mi mundo interior
se levantan olas
gigantescas,
huracanes violentos
que me llevan en volandas
a la paz y al amor
que sigo buscando,
ese amor verdadero,
leal, fiel,
que una nuestras
almas
en instantes de
felicidad eterna.
Volver a vivir,
sé que te hallaré
estés donde estés,
en este mundo o en el
otro
y nos reconoceremos
tan solo sin mirarnos,
sin tocarnos,
sólo percibiendo
nuestra existencia.
Volver a vivir,
voy por caminos
florecidos entre azaleas,
amapolas, orquídeas,
rosas, veraneras,
papos,
de multicolores que
inundan de luz mi alma
enamorada del amor
bajo frondosos
árboles de corutú.
¡Deseo que cada uno
sea feliz
con su propia
persona!
Paremos el tiempo
hasta llegar a un ayer
o pasado reciente
y que podamos sentir
el amor vivido
y el que desde este
instante
al reencontrarnos
volverlo a vivir.
Mostremos a todos los
que nos rodean
el sendero que nos
conduce a superar
el presente en el que
vivimos,
mejorando nuestra
forma de vida a cada instante.
Volver a vivir,
es el estar otra vez
con mi misma,
viviendo sin
conflictos,
en plena paz,
sintiendo las gotitas
de felicidad
que me inundan el
alma.
Volver a vivir,
entrando en un gran
silencio,
sin acordes ni notas
acompasadas,
esperándote a ti,
mi amado amante,
porque ahora es como
si hubiera nacido de nuevo
sabiendo lo que
quiero,
¡a ti vida mía!,
ya no más llantos con
lágrimas agridulces
que borraban las
líneas que dibujaban mi vida.
Volver a vivir,
te estoy esperando,
sé que estás
acercándote
y antes de que esta
vida termine
estaremos como en
todas las que ya vivimos
como dos en uno.
Siento música de
flautas y violines
que me conducen hacia
ti,
que tocan mi corazón,
no más enferma de
tristeza
ni de deseos de
llorar con un nudo
que se formaba en la
garganta,
sí sentirme entre
flores que nacen
entre las piedras de
los Templos.
Vienen hacia mí
contigo la miel de los bosques,
el perfume del aire,
la dulzura de las
caricias,
el temblor del
abrazo,
la pureza del beso.
Volver a vivir,
¡amar hasta el fin de
nuestra existencia!
Quisiera que estés presente
Quisiera que estés presente
con el color de tus ojos o tu voz o tu
risa.
¿Lo sobrenatural nació quizás contigo?
Hoy estoy pensando en ti…
como lo hice ayer
y lo haré mañana.
Mi mente repite tu nombre,
mis labios lo gritan,
mi cuerpo extraña el calor de tu
cuerpo.
Te extraño,
extraño el sabor de tus labios…
Extraño la caricia de tus manos.
Quisiera que estés presente,
aquí a mi lado…
Quisiera poder besar tus labios
y tomar tu mano.
Pero no puedo,
no estás presente y te busco
en una búsqueda incierta,
inasequible, eterna,
jugando con nosotros a será o no será.
Sé que te encontraré,
estaré siempre al acecho en las altas
madrugadas
por si cruzases por mis soledades
entre alas invisibles que se cruzan
y envuelven mi cuerpo esperándote.
Quisiera tenerte a mi lado
en el frescor de mi cuerpo enternecido
donde la hierba se siente ya iniciada
entre musgo verde y recién brotado,
entre la sombra de los sauces
inclinados.
Quisiera que estés presente
y te entregaría un poema de amor
como puñado de agua límpida,
entre un espejo agradecido
donde acontece tamizada la tarde.
Estaré contigo agradecida
de tenerte entre mis brazos
pero es ardua la empresa,
la curva se endereza y pienso
que sin acertar el rumbo
ni la escala estaría mi cuerpo contra
el tuyo
en la alta luz que con ímpetu
resbalaríamos en nuestro nido de amor.
¿Cómo apresar la sosegada llama
que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia pródigo de rojos?
Quisiera que estés presente
desvivida por besarte
y mi piel en este estío enamorado
tiembla como adolescente enamorada
y hasta mi corazón multiplicado,
arde entre las ramas del cerezo.
Hollo mi memoria en una espera
cotidiana,
corriendo por mis venas mi amor para
ti consagrado,
ajena a la honda espera que el tiempo
riguroso sazona.
De repente,
llegaste,
como llegan las nuevas
que sacuden las entrañas,
tiembla el aire,
temblamos los dos tan sólo con
mirarnos,
empañadas nuestras voces,
quebradas nuestras alas sólo sonrisas
y cantos,
besos sin fin
hundiendo nuestras cabezas confundidas
entre nuestros regazos.
Quisiera que estés conmigo siempre
ya que hambrienta de tu amor estoy
y mi cuerpo puro y casto
te reclama fatigando mi corazón y mi
respiro.
¡Quiero vivir los besos
con sensación de retorno siempre!
Sedúceme
Sedúceme,
conquístame con tu
voz profunda y única
y tus palabras
colmadas de amor
que llegan a lo
profundo de mi alma
dominando mi razón y
rasgando mi piel.
Aún en tus silencios
tu voz me acaricia,
me subyuga,
me estremece en un
letargo impreciso
que el tiempo
desgrana.
Sedúceme,
sin siquiera tocarme,
haz que mi deseo
tiemble entre delirios,
ilusiones,
incertidumbres.
Necesito vivir en un
rincón de tu presente
y que mi imagen la
guardes
atiborrada de
recuerdos.
Sedúceme tan sólo con
tu voz
en un aire silencioso
que como bálsamo
errabundo
me busca en la oscura
lejanía.
Te siento pero no te
tengo,
mi cuerpo mudo de
cariño
necesito ser pasión
en polvo de cenizas
para que me armes con
tus besos redentores.
Sedúceme,
tendrás que hacerme hoy
y fuego,
vivir presente en mis
formas afiebradas.
Necesito reír
contigo,
escuchar con tu voz
de horizonte tibias
de palpitación tus
palabras de amor.
Enséñale a mi boca a
que te busque
en la intimidad del
silencio,
en la compañía del
pensamiento.
Sedúceme poco a poco,
despierta todo lo que
en ti provoco
que me hace pensar
que necesito tu risa y alegría
cada vez que me
llamas.
Estás lejos,
lo sé,
pero te siento tan
cerca
que me llega tu sabor
a gloria de tu alma
y tus coqueteos me
hacen estremecer de placer.
Sedúceme con tacto
como si fuera
seduciendo al viento
o como desojando una
rosa
y dime como
enredarías tus dedos entre mis cabellos,
hoy los he peinado
con perfume de sándalo.
Dime lo que quieres
con mezcla de ternura
y de ansias locas
que penetren en mi
alma
que te está
esperando.
Sedúceme como
distraído,
respira profundo,
acércate a mí con tu
voz serena,
con tus palabras que
como caricias
hacen vibrar mi
cuerpo y sentir ese tu aroma
de flor de azahar
sobre mi cara.
Quiero sentir cerca
tu aliento cálido y dulce,
que no se apague la
débil flama
de este amor febril
recién iniciado.
Sedúceme con tu
encanto,
átame con tus deseos
desde tan lejos,
confiésame tus
anhelos y déjame vivir en tus sueños.
Te nombraré en mis
suspiros,
te dibujaré en el
pensamiento,
te querré con los
sentidos
y te entregaré mis
sentimientos.
Sedúceme hasta en mis
sueños,
que tus dulces
palabras de amor repiquen
como ecos en mi alma
que te espera ansiosa
con deseos de
compartir contigo
todos esos distantes
de estar juntos
con gozo y placer.