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viernes, 10 de septiembre de 2010

LETRAS POÉTICAS


En tu presencia nacen mis palabras, porque el placer sublime de mirarte en un impulso poderoso me inspira los poemas.
En silencio labras con tu presencia fecundar al arte liberando el caudal de mi emoción que fluye en inspirada y lírica eclosión en cada verso.
Cadencias poética, por todo lo que tú inspiras, nuestras almas se llenan, se atan, se enciman y en las noches te sueño y veo letras en un ir y venir desde ti.
Mi poesía eres tú y es tal la armonía que emana de tu visión que la veo en el arcano de la mente mía, vertiéndose en el verso que yo creo resplandeciendo en el azul vacío del fantástico mundo que poseo en la raíz del pensamiento mío.
Letras poéticas, mi verso es una lágrima, que fluye solitaria, manando del dolor de no tenerte, es ráfaga nostálgica que hallando va en mis penas su triste inspiración idílica y cálida tañendo mi tristeza, desgrana una canción.
Letras poéticas, mi verso es una queja, una queja sin mengua que anida en mi dolor, es una queja lenta, es una queja honda que viene del amor.
Tú eres mi númen lejano, eres un ansiado despertar, muy lejos estás pero te acerco en el día que comienzo a llevar.
Te vivo, te siento.
Cadencias poéticas cuando te escribo mis letras, te dejo rimas y cantos, te dejo mis palabras, mis caricias en prosas, caricias en verso, mi esencia encendida, los fuegos del amor que vibran y crecen en el día a día.
Tú, mi poesía, mi magia, mi sueño y mi ilusión, eres mi cielo estrellado, eres el mundo todo.
Letras poéticas para ti, toma mi poesía, embriágate en mi clamor, va colmada de amores, de mis rosas con espinas, de mi amor hasta los confines de los recuerdos.

Te espero


Te espero en el umbral de mi pasional abrazo en la profunda noche, desprendiéndose tizones y luminosas chispas, vertiendo los amantes volcánicos deseos de eclosión de amar.
Te espero en mi vida, crepitaste ardiente las brisas en el silencio inmenso de la oscura noche.
Ardió en mi delirio tu abrazo creador, intensa llamarada de dos cuerpos pletóricos, inmersos en el amor.
Te espero con ansias de gozos, con mi ternura ardiente, abrevarás delicias que de mi ser anhelante van hacia ti.
Te espero, soy tuya, tómame, abrázame, vierte en silencio tus ánforas de fuego que aceleran el latido de mi corazón.
Te espero, estoy cerca, muy cerca de ti, te quiero a mi lado, se acelera el latido de mi corazón amante con tu abrazo leve y tu aliento excitante, donde enciende la llamarada que me abraza el pecho.
Te espero ¿vienes amor?, intensa llama mora en mi pecho que se inflama despertando mi ardiente fantasía y transforma toda la faz de mi destino.
No sé si espero, amor, ni si te espero, pero de pronto estás, inesperado y me envuelves en un abrazo cálido de estío.
Reconozco tus ojos de viajero, tu inseguro silencio, tu llamado, tus labios sin mañana y sin pasado.
Te espero porque eres un milagro de ternura, triste y feliz, eterno y pasajero, inquieto y firme.
Te espero, amor ¡Cómo irme! ¡Cómo estar sin estar!
Te espero porque puedo entristecerme tanto por tu ausencia que en fantasma de mí misma me torno y sentirme tan feliz por tu presencia que los cálices del regocijo colmo.
Pletóricos de dicha, con dulces sones de músicas seremos astros del alba, en la más alta estrella.
Ven… te espero… hasta la eternidad.

MISTERIOS DEL ALMA

Misterios del alma ¿dónde están?, ¿dónde se ocultan? ¿dónde se refugian?, buscan las profundidades olvidadas del espíritu, fluyen como dotes dormidas del más allá, son algo abstracto, misterioso, que emanan de las honduras de nuestro interior, nos envían energía de la espiritualidad.

Misterios del alma, escondidos en hondos y calados sentimientos que nos conectan con nuestro Ser más profundo.

Misterios del alma, nos envuelven en hebras de ensueño, nos hacen vibrar, nos colman de emociones, de llantos y risas.

Misterios del alma, ¿a dónde nos conducen? nos llevan lentamente al éxtasis, embriagándonos de sentimientos profundos que colman nuestra vida hasta el más allá, conectándonos con la eternidad.

Misterios del alma, anhelantes y esperados que nos hacen vibrar y vivir intensamente entre momentos de ráfagas de pasión.

Mi alma y sublime himeneo ostenta la alegría de amores y de ensueños, siente soplos de ternuras.

Misterios del alma, hálitos que se alzan puros, antiguos, recientes, nos inundan despacio y su aliento como un soplo, aire que crece, viento que canta nos inunda de la felicidad del vivir entre júbilos, milagros, nuevos amores, letras y poemas surgidos como alas del mundo.

Misterios del alma, estelas del amor vivido y por vivir que como luz amanecida nos alumbra nuestro ser y como en un soliloquio claro, sin esperas, nos lleva a amar, estar amando en un impulso sin fin. Dulces días en los que el mundo nos lleva con nieves o con sol, con penas o dichas a aceptar con sonrisa los misterios del alma y a vivirlos como prodigios que renacen desde nuestras últimas fronteras.