Si supieras, aunque ¿sabes? que día tras día, horas, minutos
y segundos dedico mi mente a ti.
Si supieras, aunque ¿sabes?, que me inspiras a decirte, a
escribir, garabatos que su forma se dispersa en un blanco papel y dibujan las
más tiernas, dulces y bellas palabras que terminan siendo frases dichas y
escritas por el sentimiento de amor que tu despiertas en mi corazón.
Si supieras, aunque ¿sabes? que brotan en mi piel y asoman
por mis poros las pasiones que exceden al deseo reprimido que acechando está
esperando por ti.
Si supieras, aunque ¿sabes? que eres dueño de mi almohada en
mis noches de soledad y que al amanecer me despiertas porque estás en mis
sueños enredado en sábanas de seda y caricias de algodón.
Si supieras, aunque ¿sabes? que eres mi todo y mi más porque
te amo aunque tú no lo quieras.
Pienso en ti y no se si es cierto que te amo o lo sé tanto
que temo que ese amor me traiga llanto.
Pienso en ti y espero que te acerques, quiero apretar tus
manos, me corre un secreto en la piel que es felicidad ansiada, necesito
tenerte cerca y es prohibido lograrlo, por eso quiero saber si te amo.
Necesito vivir en un rincón de tu presente, haz allí y
brúñela como una luna de acero, cincelada en filigranas.
¿Qué tejerá tu memoria madura de andar los tiempos, de
dibujar los caminos por donde viniste andando?
Espejo atiborrado de recuerdos es tu frente erguida para que
mis manos acaricien la plata fina de hilos y cenizas de tu noble cabellera.