Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 14 de octubre de 2011
Augurio misterioso
Augurio misterioso, en este día largo y mío como siempre, pienso en ti y me palpa con destellos de sol que glorifica y me ofrece el misterio de llevarte en mi mente escondiéndote dentro mío para que no te vayas.
Y como augurio misterioso empiezo a escribir mis versos naturales siguiendo el rastro de tu dulce aroma que cada tarde trepa la luna blanca que nos esconde.
Vaticinio claro, profecía llegada desde lejos, se que estaremos juntos, la magia de tu afecto le ha costado a mi vida perderse en el ensueño que tiene todo lejos.
Augurio misterioso, presagio de tu aparición en ardorosa noche que llegara con aroma y sabor a dulces manzanas, mangos, aguacates, papayas, guanábanas y naranjas, y el verso crecerá largo como pestaña joven vibrando con la fuerza de un asombro de alas.
Augurio misterioso, presentimiento triste y doloroso que los planes que forjamos juntos ninguno fue posible, cual memoria de un sueño se borró la esperanza.
Fuimos un centelleo, por nuevo, poco fuimos perdidos entre las altas olas de la playa en este mar que ahoga un llanto de magnolia y el verso de amor brota triste de esta alma acongojada y rota.
Augurio misterioso, volveré por ti, te encontraré, interrumpiré con una fuerte lluvia de palabras quebrando en mil pedazos todo lo que nos desune y distancia.
Volveré por ti sin escuchar presagios que auguran fracasos y dolores a tu lado.
Augurio misterioso, déjame ir con sílabas y acentos a matizar la magia en mis palabras, palabras que vuelan en el polvo grisáceo y claro de las almas.
Y en el destello de papeles antiguos que no acaban, uso plumas que proyectan poemas de amor que me llevan a distantes albas.
Y la madrugada es hacedora luz de inspiración, creando para ti en un augurio misterioso mensajes de amor que nos unan en una extensa comunión.
Estrellas peregrinas
Estrellas peregrinas que
como flechas perfumadas, lanzarán mis palabras y en poemas de amor viajarán
hasta tu alma.
Dulces estrellas de la
pasión, ojos de luna, corazón suave y tierno que te llama desde la lejanía
distante sin ver tus ojos de amor.
Primero fue un poema de
amor, luego otro y luego otro.
Sobre las costas de tu
espíritu se fueron amontonando mis versos.
Estrellas peregrinas, que
me llevaron hacia ti y tu voluntad fue cediendo como una ciudad asediada y las
venas de tus sentimientos se abrieron como flores.
Estrellas peregrinas,
mágicas y maravillosas que nos llevan al infinito desde que aquel poema de amor
primero te colmó el alma y como los poemas son cosa de magia y vida,
enamorarnos es lo insólito hecho realidad.
Estrellas peregrinas,
lleven mis poemas a las almas que grácilmente las reciban y las amen flotando
liberadas por los anchos espacios de todos los crepúsculos, como si fueran
nubes escritas por el viento.
Estrellas peregrinas,
despacio, como soplo leve, alterno, entreguen a mi amante mis palabras de amor,
escritas en un ritmo de mi vivir soñando.
Estrellas peregrinas, que
en el espacio inmensurable llevan el mensaje de amor celestial e intrasmutable
e inspiran sublimizados versos que con efluvios recorren el orbe hacia ti con
sus luces brillantes
Estrellas peregrinas, a
las que llevadas por vientos cósmicos les confié mis deseos de que mis versos
vuelen a mi amor plenos de esperanza para que no sean sólo un sueño.
Pienso en ti
Pienso en ti y no se si
es cierto que te amo o lo sé tanto que temo que ese amor me traiga llanto.
Sólo tú haces de mi
memoria una viajera fascinada, un fuego incesante.
Pienso en ti y espero que
te acerques, quisiera sentirte cercano. Todo hace el amor con el silencio que
puede ser como un fuego o un templo de luces.
Pienso en ti, quiero
apretar tus manos y me corre un secreto en la piel que es feliz y ansiado.
Pienso en ti, te siento y
miro, lejanas, mis palabras, más que mías son tuyas y de mis manos surgen los
poemas de amor que tú inspiras porque llenas mi alma toda de sortilegios
mágicos y poéticos.
Quiero que los oigas, que
te lleguen proféticamente puros porque voy tejiendo con todos los poemas un
collar infinito para que te envuelvan y no te alejen nunca más de mí.
Pienso en ti y en el
equilibrio cósmico de la noche mi voz interior me despierta, me pregunto porqué
busqué en mi ser profundo para saber lo que me desconcierta.
Pienso en ti, muchos
afanes de días, muchas noches sin estrellas, pondré un manto de olvido sobre
este dolor que me aqueja.
Pienso en ti
constantemente, construiré este poco de vida con lo poco que me queda, pero aún
tu voz no se calla, me agita, me apena.
La noche está terminando,
ya entra la luz primera, es una noche que pasa y ella se irá con el alba.
Si todas las noches
pienso en ti y sueño contigo ¿por qué no vivo en un sueño?
Pienso en ti, imagino
eres el viento, rozas mi cara, mis manos, tocas todo mi cuerpo y en su silbido
apacible puedo sentir tu aliento.
Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.
Me tocas con tu mirada y
me recorres toda y mi alma vuela apresurada cruzando mares, desiertos.
Pienso en ti, en nosotros
no existen fronteras, tampoco tiempo, quisiera tener alas para volar y estar a
tu lado acompañándote y apoyándome en tus brazos.
Pienso en ti amor, te
pienso con ansias de frenesíes y pasiones, cuando me abrazas siento que tuve
contra el pecho un palpitar sin tacto, cerquísimo, de estrella que viene de
otra vida.
Pienso en ti, porque te
alejaste y siento sobre el alma esa opresión enorme de sombras que dejaste, de
palabras, sin labios, escritas en papeles que vuelan con el viento, dejándome
tan solo el hueco de tu cuerpo.
Despacito
Despacito, así se vive y se aprende, se
crece con ansias de amar.
Despacito, enamorarnos de una nube,
sembrar en el desierto, acostarse en la verde pradera, sonriendo siempre.
Muy despacio, mirando en el vacío,
alumbrándonos con miles de luciérnagas que revolotean a nuestro alrededor,
despertando el don del amor.
¡Sí!, ¡sí!, nuestras almas despacio se
acercan una a la otra, como cisnes en un lago místico y escuchamos el trinar de
los zorzales que nos susurran su canto a nuestros corazones.
Despacito, sin prisas, ni ansias, vivir
el Hoy, amándonos por toda la eternidad hasta que la muerte nos llame,
mirándonos intensamente en amaneceres esplendorosos.
¡Un cielo!, ¡un cielo!, para nosotros
cobijarnos, despacito, escribiendo los poemas de amor juntos, encendiendo la
llama de suspiros y creando un paraíso de dos.
Despacito tú y yo, pareja que inventa
nuestros sueños, vivamos sin extravíos ni extrañezas cada segundo del existir.
Despacito, vamos juntos a la luz de dos,
entre recuerdos y promesas enlazados por tenues hilos de plata en procelosas
auroras, lumbres cenitales y crepúsculos anunciados.
Despacito, vivamos para esperar el
retorno por el aire, el agua, el canto, sin dolor ni pesares, amándonos e
imprimiendo marcas sobre el mundo en la forma exacta de nuestras huellas.
Muy despacio, quietecitos, en silencio,
escuchemos el oleaje del mar, el silbar del viento, la lluvia repiqueteando en
nuestro lecho de amor sin que nuestros besos se queden a medio sin saber volar.
Despacito, encontrándonos allí, entre
besos y llantos de felicidad, nos hallamos con las manos, buscándonos a
tientas, con los ojos mirándonos a hurtadillas, con las bocas besándonos entre
choques de caricias y abrazos, victoria gozosa, de los dos en un prodigioso
pacto de mi ser en tu ser.