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martes, 1 de noviembre de 2011

Zaranda



Zaranda, ritual del juego amatorio que subyace en la danza del trompo y del viento.
Zaranda que en la vida se tamiza como en lagares lo verdadero de lo no real, lo necesito por lo innecesario.
La Zaranda pule su tez, adorna sus helicoides caderas como una flor bailarina siguiendo sin cesar el ritmo planetario del orbe todo.
Es el tamiz que nos selecciona lo vano, lo útil de lo inútil, red maravillosa que en la vida todos necesitamos.
Mi Zaranda juega en equilibrio dentro de mi y me lanza a mi corazón que palpita de anhelos, luces de amores pasados y presentes que dejan sus huellas para no olvidar lo verdadero, lo único que en su desenvaine de luz, dejaron lo mejor, lo inolvidable dentro de mi.
Zaranda que todos tenemos para evitar heridas, sufrimientos, verdades falsas que sin esta criba para nuestros sentires perderíamos en el juego de la vida, el equilibrio en tan sólo un instante de nuestro existir.
La Zaranda es fiel, en su dinámica diferenciación, nos hace vibrar de emoción en cada encuentro de amor. Este cedazo nos limpia en forma trascendente en nuestra alma, en forma continua, permanente, constante, considerada, sentida.
Zaranda que en cada ritmo e instante nos permite diferenciar lo vivido en plenitud, haciéndonos fluir sin reservas, se sabe con redes… infinitas, así se tamiza la vida entre ilusiones y esperanzas.
Zaranda, faro que nos ilumina entre gozos de lo eterno en su instancia total y nos señala en su criba de iridiscentes metales la desigual intermitencia de lo vano y superfluo.
Vivo en un ensueño de fantasías buscando siempre el amor único a la espera de que llegue un día de risas y cantos, de felicidad permanente y soberana.
Zaranda, cedazo con fondo de madejas de metal que me llevan a vivir sin llantos ni dolores, ni mezquindades vanas ni en desolaciones frustrantes cernidos ya en su tamiz de cristal desgajando la dicha no verdadera que florece sin darnos cuenta.
En momentos de inseguridades acudo a mi zaranda para que mi alma como un ave inmortal de alas seguras en apacible calma encuentre la paz y el amor esperado.