Mariposa de plata,
tú, la mensajera del amor que enciendes, me estremeces y vibrando en mi cuerpo
palpitas en mi sangre, me oprimes y sofocas.
En mis noches
insomnes, delirantes de fuego, tu presencia con su luz fascinante, plateada y
luminosa, me traes encendidos deseos que el alba desvanece en su negada
realidad.
Mariposa de plata,
mensajera de vida, que impides que se diluya en el olvido este delirio del
inflamado amor que me inunda toda y me llevas a la imagen del sentimiento
tierno.
Mariposa de plata,
protégeme y ampárame, haz que viva delirante de dicha estrechada en los brazos
de mi amado con vibrante pasión.
Mensajera de los
dioses y de la luna penetra en mi alma ansiosa para mirar las pupilas de mi
amado y poder decirle los poemas que nunca a nadie dije, ocultos, muy ocultos
dentro de mí y que mis brazos lo rodeen con tal ternura como la que me inspiró
la primavera en flor.
Mariposa de plata,
luz de luna en el mar, haz que me abrace fuerte el cáliz de mi vida antes de
que el amor me deje desnuda y fría.
Mariposa de plata, mensajera de amor, con mis ojos cerrados te presiento, te veo, porque estás dentro de mí, iluminando con luz resplandeciente el amor que vino de la niebla. Tú lo guiaste en un gran viento hacia mí con arrullos de alas de luz para que vivamos todo con exceso de vida, cielo, mares, ¡qué vivir sin final
Haz que la brisa me
arrulle en mi dolor al no tenerlo abrazado fuertemente a mí y así me dará el
calor que mi alma anhela y que mis ojos recibirán con sensaciones de amor