Desordenada
sentimental, mil amores acuden a mí ¿de donde? ¿de donde acuden huestes
calladas a ofrecerme sus palabras de amor?
que llegan bajando por los tiempos milenarios a darme sus dones de
lugares lejanos y misteriosos.
Desordenada
sentimental, no se lo que quiero y a donde voy, innumeras sombras calladas me
persiguen cada día mas hermosas pero por más usadas nunca me dejan sola.
Desordenada
sentimental ¿que busco? ¿A dónde me dirijo? Quieren atarse a mi ¿con lazos de
ardientes claveles? pero yo sólo, en lo profundo de mi, te quiero sólo a ti, al
hombre que como títere desmadejado no sabe tampoco lo que quiere.
Las
golondrinas nos vieron cambiar suspiros y llantos por amores imaginarios que
tizas perpetuaban.
Nuestros
corazones seguían bebiendo de las mismas fuentes aunque el tiempo cruel por
distintas sendas nos apartaban.
Desordenada
sentimental ¿Qué busco? Que necesita mi corazón para ser feliz? Necesito hollar
un sendero con olores a tomillo y madreselva, recto, muy recto para que mi
desorden de amor encuentro en los espejos del recuerdo aquel a quien amé bajo
el cielo de las campanillas azules.
Quiero
echar raíces en mi cuerpo y en mi sangre y poder así seguir soñando sin errar
al azar al amor equivocado.
Desordenada
sentimental, quizás mis labios ya no pronuncian palabras de amor hacia ti, tal
vez de mis manos ya no broten ya más caricias leves, volátiles ni tiernas
¿A
dónde guiaré mi vida si tengo tantas dudas de amor?
Desordenada
sentimental, quisiera surcar los mares, abrazar el viento, llegar a tiempo y
anclar cerca de ti, pero los humos grises del amor se elevan sin líneas,
atravesando el muro de los océanos del tiempo y entonces vuelvo a la soledad, a
las dudas, a las interrogantes, a querer saber quien soy y que quiero.
Desordenada
sentimental, soy como la voz del vigía que grita clamando sus sueños
incumplidos, sus amores inconclusos, sus noches sin canto y amores.
Delante
de mí tengo ahora toda la ancha, senda del ir a encontrarme al que me ofrece su
amor ¿Qué haré? Aún no lo se…