Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
viernes, 2 de noviembre de 2012
Ahora que no estás
Ahora que
no estás, las horas pasan más lentas, el río corre despacio, el viento se
detiene y tu alma ausente de mí hace que mi corazón vibre sin compases de
alegrías y felicidades.
Ahora que
no estás, quiero llorar e inundar mi olvido piadoso, mi corazón atravesado por
el dolor de una traición que como espina me ha herido profundamente.
Ahora que
no estás, rodeada de sinsabores, llena de mil preguntas que agonizan en mi
mente sin respuestas.
Todo se
perdió en un inmenso abismo.
Aún entre
tantos devaneos quiero no dejarte ir.
Ahora que
no estás, invoco a los dioses del amor, para que iluminen tu alma y despiertes
de tus incertidumbres, tus indecisiones, tus vagas ideas y me regresen tu amor
intacto.
Ahora que
no estás no hay instante en los días de mi vida en que sin quererlo te piense y
suspire y en las noches te sueño conmigo.
Ahora que
no estás lleno las páginas en blanco y escribo recuerdos palpitantes y
existentes que a tu lado viví.
Te conocí
tan de tiempo, que en tu amor me recuesto, cierro los ojos y camino sin errar,
a ciegas, sin pedir nada a esa luz lenta y segura con que se conocen las letras
y formas, pensamientos e ideas que me llevan a creer que tú eres, mi invisible
existir .
Ahora que
no estás, que te has ido, diciéndome que no me quieres, que has encontrado otro
amor, ¿qué le digo yo a mis labios para que dejen de nombrarte?
Tengo
preparado el cuerpo para el dolor y el beso que no te di con la sangre en su
sitio, quedará dormido en mi regazo hasta el día en que quizás llegue alguien
que me ofrezca sin más espera lo que tú no supiste dar.
¡Ay amor
si me quisieras, si volvieras a mí aunque sea un instante, sería el gran día
que con sólo una palabra abrirías las puertas de mi corazón!
Diálogo interno
Diálogo interno, palabras volátiles, sutiles a veces,
buscando la verdad interior, otras veces bruscas, violentas, entrecruzando
voces con silencios olvidados y secretos.
Diálogo interno ¿a dónde me conduce? ¿Qué busca en mi alma
taciturna y triste y en mi corazón vacío de amor?
Nadie fue capaz de reemplazar el amor que tú me dabas y el
que tú mismo me inspirabas, hay silencios que no son silencios cuando se ama,
son ecos profundos, suspiros que arrebatan el cuerpo y el alma y que surgen
cuando hemos sido cautivados de manera total y profunda como lo has hecho tú
conmigo.
Diálogo secreto, mundo mudo de palabras que vuelan en mi
interior y balbucean, murmuran, se hunden en las noches lúgubres hasta que
finalmente se encuentran en el nivel de las raíces donde se confunden todos los
sentimientos.
Diálogo interno que vive en esta mujer poeta y mi espíritu
como casa abierta, no tiene llaves en sus puertas e invitados salen y entran
sin casi darnos cuenta.
Diálogo interno de palabras aladas, sagradas, plenos de sentimientos, a veces antagónicos,
otras veces coincidentes en búsqueda de
la cordura, la verdad, la armonía, la fidelidad de sí mismo.
Diálogo interno, lucha entre palabras que conllevan a la
búsqueda de las fuentes del pensar a buscar la esenciabilidad del existir.
Son vahos de misterios, espejos de nácar, de lágrimas húmedas, que me llevan a existir a
través de la vida, a existir a través del tiempo.
Diálogo interno que conlleva a entrecruzar todos los pensamientos,
del ayer, del hoy, del siempre, marchen por otro rumbo para no conocer el
dolor, el miedo ni la tristeza sin limitaciones, sin entredichos.
Me siento vulnerable, desnuda, pero habita en mí, en el
fondo de mi alma, un camino que pide a gritos, que clama… por ser recorrido.
Diálogo interno, retumban las preguntas, los ecos contestan,
buscando la entrega total del signo que ilumine el camino que nos lleva, en su
trémula espera, al gran amor a través de
nieblas, nunca bastante claro pero sí seguro y total.
Hallazgo al fin de coherencias de palabras unidas,
enlazadas, colmadas de luces en el arco de los cielos, bajando de tiempos del ayer hasta el hoy.
Cómo decirte
¿Cómo decirte que te busco en el más allá, en horizontes, en
el orbe todo?
¿Cómo decirte dónde estás, tú, el ausente, el inquieto
peregrino, el aventurero, buscador de amores ocultos?
¿Cómo decirte que espero que vengas a mí, despacio, en
silencios umbríos?
¿Cómo decirte que te busco en cada sombra?
¿Cómo decirte que en el bruno rincón veo tu figura esbelta
como esencia luminosa rodeándome en su cerco de amor?
¿Cómo decirte que te bebo con mi aliento, que te acuno con
mis labios, que te trizo con mis abrazos?
¿Cómo decirte que me abraces para susurrarte, suavemente,
que eres el amado esperado, el misterioso ser que inundó mi alma?
¿Cómo decirte de mi vacío encendido en los espejos rotos de
tu espíritu desdibujado que me ahoga desde tu distancia?
¿Cómo decirte, al fin, que te amo más allá del amor, que te
deseo más allá de tu cuerpo, que dominas toda mi razón, desgranando mi piel?
¿Cómo decirte que te quiero mío y me quiero tuya hasta la
eternidad?
¿Cómo decirte que extraño tus caricias leves y suaves, tus
abrazos de silencio, mi imagen en tus recuerdos?
¿Cómo decirte que extraño tu voz, ese bálsamo errabundo que
me busca en la oscura lejanía?
¿Cómo decirte que mi angustia espera tu presencia para
seguir existiendo para ti?
¿Cómo decirte que si no te encuentro mi pasión se convertirá
en polvo de cenizas y tendrás que armarme buscándome con tus besos intensos y
furtivos?
¿Cómo decirte que necesito tus labios y tu aroma de amor en
flor para que no exista más en mi vida esta ausencia tenaz?
¿Cómo decirte que añoro tu presencia para sentirme como
naranjal en flor donde los azahares me hacen temblar de felicidad?
¿Cómo decirte que extraño tus manos ruborosas, plenas de
caricias y calor?
¿Cómo decirte que me ames para que sea mi piel de abeja
tibia palpitación cerca de tu corazón?
¿Cómo decirte que cerca de ti, tus ojos con sus fuegos de
amor, de cálido verano me atan a ti en cada mirada errante?
¿Cómo decirte, amor, que al estar junto a ti, una música
áurea del éter, lejano, colma mi alma en plenilunios no más solitarios?
¿Cómo decirte que te ruego que me ames como un narciso
bebido por el sol de la tarde mientras mis manos buscan el agua de tu
manantial?
¿Cómo
decirte, ya ahora, en este instante, entre canciones y leyendas que tejen
nuestro amor que lo nuestro perdurará por siempre?
El secreto íntimo
El secreto íntimo, mi secreto escondido entre hilos de seda
y entretejido con recuerdos cobijados con un manto de ilusión.
El secreto íntimo guardado entre ocultos lugares del
corazón, nadie podrá saber nunca lo que esconde, ansias de amar, anhelos de
vivir, felicidades transparentes entre luces multicolores.
El secreto, mi secreto ¿quién podrá resquebrajar el capullo
donde está envuelto y encontrarse con el existir de mi vida?
Sólo podrá ser quién me ame con ese único amor perfecto que
descubra las fibras más íntimas de mi ser.
El secreto íntimo no es un solitario enigma, es una red de
intrincadas formas, de infinitos límites, de inescrutables contenidos donde mi
alma guarda lo más íntimo de mi ser.
El secreto, mi secreto es el que en mi mundo interior vaga,
se acurruca en lugares cálidos para vislumbrar la verdad de lo oculto en mi
ser.
Mi yo interior lo escudriña, lo analiza, quiere saber el por
qué de su existencia ¿qué es lo que guarda tan celosamente? ¿fantasías ocultas?
¿verdades a medias? ¿amores desvanecidos?, ¿reprimidos?
El secreto, único, irrepetible, propio, sólo mío, donde duermen el amor y el
deseo escondidos anhelando que en un resonar de campanas al vuelo, encuentren
lo que están esperando, el ser conocido, el aire tibio de una noche de amor y
desvarío.
El secreto, entre agobios y tristezas inundado de llanto y
de quejas de dolores quiere escaparse de su escondrijo húmedo y tubio y
encontrar el aroma perfumado que sólo un alma noble y pura lo pueda recibir.
El secreto íntimo, te siento rozándome invisible, sutilmente
impalpable, en mi mundo interior y aunque sé que siempre te he llevado conmigo
eres lo único, lo solitario entre todas
mis emociones.
Quiero que vengas tú, el amor esperado para compartir en
nuestros instantes juntos este secreto tan íntimo y tan celosamente guardado
para que cantemos juntos con la voz del alma el himno del amor eterno, sin
subterfugios, sin huidas, sin heridas.
El secreto íntimo, compartido al fin con un presentimiento
es como una hoja medio desprendida que ya la agita sin llegar el viento, hoja
temblorosa y conmovida.
Mis ansias, mi angustia y mi tristeza desparecerán buscando
en la dura realidad de la vida la belleza del vivir.
Desengaño
Desengaño, tristeza y dolor, la verdad afloró en un soplo
del tiempo, la traición y la cobardía inundaron mi alma.
Aquel a quien yo consideraba mi ilusión de amor quitó su
máscara y en un momento su verdadero yo, se atrevió a ser girar mi vida en
esquivas y lastimeras quejas de llanto.
¿Quién es capaz de producir este desengaño tan humillante
huyendo rápidamente después de la traición?
¿Qué buscaba al romper la unión, tan tiernamente atesorada,
que creí que existía entre los dos?
Desengaño, por fin puedo decir que se rompieron las cadenas
que me tenían presa.
Gracias doy al cielo por este gran milagro ¡no más
humillaciones! ¡no más mentiras!
Desengaño, acíbar amargo y cruel, te amaba demasiado para
merecerlo, te entregué mis vanas esperanzas, ¿quién te ha conferido el derecho
divino de juzgar y el don de herir y lastimar a quien tan sólo te ofreció amor?
Al fin, todo terminó, dejé de ser el recurrente destino de
tus falsas caricias, de ser la corriente perpetua de tus falsas mentiras.
Ya no eres más el fulgor donde se anidaban mis anhelos,
arrasando mis sentidos a las alturas inolvidables del más allá.
¿Quién eres tú para ostentar como bandera al viento tus
malignas verdades plenas de apetitos prohibidos?
¿Por qué crees tener el don de la persuasión para engañar
por falsos caminos a quien te respetó y te dio todo su cariño?
Desengaño, triste y doloroso, has dejado de ser mi dulce
amor, el prófugo príncipe enamorado que busca aventuras mortales y peligrosas.
Tristeza y dolor pero sentimiento de libertad total y por
siempre ecos de mis esperas.
Has dejado una cicatriz más en mi alma pero con firmeza sólo
será una raíz muy honda que ni se percibirá.
Mi amor, el verdadero, me encontrará y a mi vida retornarán
como gotas de lluvia la esperanza, la fe, los anhelos de vivir.
Desengaño, cruel, pero ya superado, quiso hacerme daño pero
no lo logró, mi alma aún apergaminándose de llanto por la desilusión resurgirá,
pura y límpida dejando en las huellas del olvido lo que nunca debió acercarse.
Podré así sembrar y cultivar el amor que me inunda mi mundo
interior y ser feliz, gota a gota cada minuto del existir.