Besos en la noche, tu beso, mil besos en la noche… besos,
besos que en la noche unen nuestras almas, besos que regalan empatías de
amantes furtivos que se encuentran en el silencio de la oscura noche.
Te espero, no estás… tus besos… en la noche ya no los
encuentro, tras mis pasos hay derroche de amor…
Besos que descubro, me deleitan y me confunden… Besos,
en noches de amor que colman de pasión
los ávidos labios.
Besos, vida que retorna a nuestros sueños, tan ansiados como
ciertos…
Besos que despiertan el silencio, y que entorpecen los
sentidos, enigmas de la vida sin amor.
Entre tu verdad mas honda y yo me pones siempre tus besos.
La presiento, cerca ya, la espero, no la alcanzo cuando
estoy más cerca de ella, me cierras el paso tú, te me ofreces en los labios. Y
ya no quiero saber que algún día muy cercano ya no estarás conmigo.
No quiero dejarte ir y te doy mis besos porque se que un día
el beso tuyo de tan lejos te va a nacer, lo estarás escondiendo detrás de ti y
lo que me negabas, se me entregará, me lo darás sin querer y serás todo mío,
seremos dos amándonos hasta el fin porque los labios ceden su forma al otro
labio que los viene a besar.
Besos en la noche, cálidos, sinceros, que se dan con la
mirada y algunos se dan con la memoria.
Hay besos que dan sólo las almas, hay otros por prohibidos,
verdaderos.
Besos en la noche esperados siempre, nobles, enigmáticos,
silenciosos, que arrebatan los sentidos, algunos misteriosos que han dejado mil
sueños errantes y perdidos.
Besos en la noche, algunos problemáticos que encierran una
clave que nadie ha descifrado, besos perfumados, tibios que palpitan en íntimos
anhelos dejando huellas en los labios como un campo de sol colmado de blancas
azucenas, ingenuos y puros.
Besos en la noche, como estrellas de pasión, ojos de luna,
en poemas de amor viajan hasta tu alma