Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 18 de marzo de 2013
Plenitud de amar
Plenitud de amar en el aquí y en
el ahora, ¡qué gran sencillo milagro vivir en el hoy contigo!.
Mis suspiros se detienen
pensando en ti y mi corazón late y palpita porque estás en mi vida.
Sólo se que la distancia alarga
caminos pero siempre te siento conmigo a pesar de los abismos.
Plenitud de amar que no es
misterio, estás en mis sueños y en el alto silencio de la noche, un
soñar mío empieza al borde de tu cuerpo y en el mío el tuyo
siento.
Ya dormidos o en vela, los dos
nos buscamos, tu sueño es mi sueño.
Plenitud de amar sin saber quién
eres tú, verde de mis prados, dueño de mis cielos, sabor del
fruto prohibido.
Pensar en ti todas las noches no
es pensarte con mi pensamiento, es que estás dentro de mí. Te
voy pensando conmigo, exactamente en el ancho mundo.
Plenitud de amar, dedicándote el
alma mía a la tuya, a la luz de quererte, en el gran silencio
por la tierra, por el cielo, en las suaves voces de nube, todo el cántico
del amor va hacia ti.
Este amor nuestro vuelto
estrella, único y verdadero, de afán y tiempo, ha entrado en mí como la
dicha entra sin prisa, beso a beso.
Plenitud de amar, por ella no
dejaré de buscarte, saltaré muros de agua, anchos fosos de aire,
vallas de piedra, setos de bosques y te encontraré.
Te espero sólo a ti y donde yo
te espero, sólo tú podrás estar, sólo escucharé tus pasos, tus vuelos,
tus huellas únicas.
Plenitud de amar que hace que tu
aliento mitigue mi llanto y tu mirada guíe mi camino porque tus
ojos son secreto de mi amor.
Me llevas en tus días, en tu
alma, en tu pecho, en tus labios, en tus palabras encendidas, lejanas sí
de honduras de cielos o entrañas de la tierra.
Plenitud de amar, déjame volar
hacia él, con el alma del alma y tan sólo un momento fugaz, eterno, es tiempo infinito.
Esperar
Ahora mi tiempo ha aprendido a
vivir con pausa, a saborear los pequeños espacios y a continuar
esperando esos momentos que tú me das.
Esperar hasta encontrarme con mi
yo desconocido y aprender que se puede volver a amar
intensamente en la madurez de la vida.
Sin límites, sin rubores, sin
titubeos, sólo queriendo que suceda lo inesperado.
Esperar a que sea posible,
dejarse ver uno mismo tal cual siente y desear que tú me veas así. Sin
ángulos, sencillamente con el corazón abierto y el deseo
compartido.
Esperar que el querer exista por
sí mismo, sin necesidad de pautas ni promesas, sin esperar nada a
cambio, sin recompensas, sólo el deseo de dar.
El Amor… es esperar por ti,
idealizando el arte para amar haciendo que los sentimientos que clamo
broten por doquier.
Esperar que mis letras de amor
para mi hombre amado le lleguen con todos los sentimientos
engalanados con mi aroma y mi ser.
Esperar que fluyan de la pluma,
las letras, las palabras, las frases, las estrofas, exaltando el valor
del amor en forma de bellas inspiraciones.
Ya no hay respuestas que deba
esperar ni fantasías que no haga realidad, mi amor ya no tiene un
tiempo, es ahora, aquí… para siempre.
Esperar es todo ¡qué absoluto
portento!
Esperar el fundirnos uno en el
otro, para que el anhelo creciente, la distancia recorrida nos una
para aspirar del todo la imperiosa fragancia, proyectándose los cuerpos más allá de la
vida.
Estrellas peregrinas
Estrellas peregrinas que como
flechas perfumadas, lanzarán mis palabras y en poemas de amor
viajarán hasta tu alma.
Dulces estrellas de la pasión,
ojos de luna, corazón suave y tierno que te llama desde la lejanía
distante sin ver tus ojos de amor.
Primero fue un poema de amor,
luego otro y luego otro.
Sobre las costas de tu espíritu
se fueron amontonando mis versos.
Estrellas peregrinas, que me
llevaron hacia ti y tu voluntad fue cediendo como una ciudad
asediada y las venas de tus sentimientos se abrieron como flores.
Estrellas peregrinas, mágicas y
maravillosas que nos llevan al infinito desde que aquel poema de amor
primero te colmó el alma y como los poemas son cosa de magia y
vida, enamorarnos es lo insólito hecho realidad.
Estrellas peregrinas, lleven mis
poemas a las almas que grácilmente las reciban y las amen flotando
liberadas por los anchos espacios de todos los crepúsculos, como si
fueran nubes escritas por el viento.
Estrellas peregrinas, despacio,
como soplo leve, alterno, entreguen a mi amante mis palabras de
amor, escritas en un ritmo de mi vivir soñando.
Estrellas peregrinas, que en el
espacio inmensurable llevan el mensaje de amor celestial e
intrasmutable e inspiran sublimizados versos que con efluvios recorren
el orbe hacia ti con sus luces brillantes.
Estrellas peregrinas, a las que
llevadas por vientos cósmicos les confié mis deseos de que mis
versos vuelen a mi amor plenos de esperanza para que no sean sólo un sueño.
Contigo soy feliz
Contigo soy feliz
(sueño día y noche con estar a tu lado y en mi
duermevela busco tu alma clara y abierta por caminos anchos y altos muros para
guardarlo, escondida sólo para mí).
Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(siempre me pregunto dónde estás, si tú no estás
ausente te siento conmigo, veo tu cuerpo alto que se termina voz como en humo
la llama, en el aire impalpable).
Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(me inspiras tropeles de versos que abren las alas
y vuelan levantando un tembloroso remolino de cadencias que nacen de mi amor
por ti, son frases nobles, cláusulas marmóreas, blancas que lentas pasan al
pensar en ti).
Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(el silencio nos une, el hondo que nos hace llegar
a lo profundo en nuestras almas quebrando surtidores delicados, en la tierra de
lluvia recién mojada llamándonos con su húmeda voz desde un mundo muy remoto a
otro mundo muy lejano siempre unidos).
Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(cada amanecer flores acaban en rimas, versos que
empezaron tallos hasta el jardín más quedo va floreciendo por el amor insólito
que acomete por los altos riscos azules del aire).
Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(te siento tan cierto y mío, seguro que hoy, que
aquí, que tu evidencia es el filo con que me hiere tu abrazo, se gastarán tus
caricias en días y noches blandas y poco a poco te voy queriendo más, amor, no
quiero que te vuelvas recuerdo, sombra esquiva entre mis brazos).
Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(en nuestro lenguaje sutil cuando los cristales
duplican el blanco disco de marfil de la luna, nos unimos y nuestras voces
tiemblan plenas de ansiedad y muchas veces, misteriosas frases de amor vuelan
como visiones que se ocultan al llegar la aurora).
Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(sin querer, te quiero, el estar juntos… tiene
saber a poco, siempre que estoy a tu lado cada día quiero más de ti, eres mi
silencio azul en las etéreas alas que descienden por diáfanas escalas a las
aguas turbulentas y profundas que inundan nuestras almas).
Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(nuestro paso armonioso nos lleva en plena noche
por el campo abierto. Los astros nos observan con tenue empeño y las lomas echadas
de bruces nos miran en silencio).
Juntos somos uno, aspiramos la calma que nos une,
con perfume a trébol mientras se alborozan todos nuestros recuerdos de nuestra
vida juntos y la luz nos ilumina de puntillas, en el alba lanzándonos a las
nubes para amarnos siempre como voces.
Mensajes sin destino
Mensajes sin destino, flechas en el aire, poemas de
amor que he ocultado en un lugar secretísimo para no ser encontrados ya que
sólo por ti están inspirados.
Son frutos nacidos del amor intenso que por ti
siento ni están apegados a ningún estilo.
Fluyen del río del tiempo, se empapan escondidos en
sus aguas y la flauta que los acompaña haciéndolos vibrar en mi interior se
vuelve poco a poco reticente y opaca.
Mensajes sin destino, ayer quise gritar en una alud
de palabras las prosas de amor guardadas para abrir causes nuevos y derribar
murallas, pero no pude, fue un imposible deseo.
Ayer mis ojos acertaban distancias y como un
remolino dos brazos giraban desbrozando malezas.
Mensajes sin destino, piernas y corazón con los
versos de amor apuraban su marcha ora explorando amores, ora andando comarcas,
buscándote sin cesar para entregarte mis mensajes de amor.
A todos pedía por ti y algún sueño prometía mi
flauta, no el sueño que se sueña, sí el sueño que se arranca de la tierra
renuente.
Un mar de letras impresas te quieren encontrar son
frases de amor que sólo para ti las escribí y en las que me interné con todo mi
amor y el fragor de llegar a tus brazos en una marejada leal y pura.
A veces te busco en el jardín florecido que me
llama cuando en rosas, jazmines y geranios estalla o verdea, modoso en la paz
de su grama.
Mensajes sin destino, los envío cantando bajito sin
ahondar las pisadas con un dejo de gozo para que lleguen a ti mi amor amante.
No quiero penas ni dolores, sí sueños a mis
espaldas para que absorban mis tormentas y tan sólo compartir contigo mi
bienamado mis bonanzas y mis prosas de amor.
La flauta está en su estuche y la espalda en su
vaina porque espero que mis mensajes sin destino lleguen pronto a tu noche como
un libro fiel que cuenta mi espera ansiosa
y vibrante.
Mensajes sin destino, van por un mar terso, sin
oleaje, en un mundo como de sueño en un eterno recomenzar para que se oculten,
no queden o se pierdan en la nada.
Mensajes sin destino, viajan en el silencio, en el
viaje completo de proezas musicales en los confines del paisaje.
En mi voraz silencio grito mis mensajes para que se
alcen hasta el cielo en una gama de colores en las que las palabras se
entienden una vez más a sí mismas.
Mensajes
de amor, no se oculten ni en un veraz espejo muestren las palabras de amor que
mi numen siempre inspiró.
Magia de un día
Magia de un día, mi amor tu eres magia, en cada
instante de mi vida en mi cielo resplandeces y son tus ojos que me iluminan con
un fulgor de estrellas que me cautivan y me ocultan sin quererlo en tu mirada.
Magia tiene tu voz, tu dulce acento, el cual lo
escucho dormida y aún despierta que me dice dulcemente con el viento, me
confiesa y me repite: “que me amas”.
Mis pinceles más leales se han propuesto apresar tu
verdadero rostro: desentrañar las esenciales líneas donde tu fuero el aire
acata y el aurea alba, espiar el múltiple venero donde emerge a raudales toda
la luz que quiero para tu piel, tus ojos cenitales.
Magia de un día, en la que la recta se espírala, la
curva se endereza y por la emoción y el sentimiento sin acertar el rumbo ni la
escala, la alta luz tropieza o en su ímpetu resbala.
Magia de un día, estás a mi lado, entre mis brazos,
cubriendo mi cuerpo con calor y caricias.
¿Cómo apresar la sosegada llama que te entibia los
ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama cuando se
incendia prodigo de rojo?
¿Cómo apresar la tímida piel que en tus mejillas
convoca?
¿O la mañana
asomada a tu boca?
Magia de un día, mi afiebrada plata se anubla
enamorada.
Se pierde en la enigmática y secreta zona de la
alborada donde digo carmín, azul, violeta y al nombrarlos se esfuman en airada,
fantástica pirueta.
Magia de un día, en tu silencio eres un volcán que
se activa aquí en mi pecho, cuando llegas y desciendes a mi lecho y en tu
ternura me abrazas.
Mágico es este momento cuando respiro tu aliento y
mi alma se entremezcla con la tuya para volar por los cielos y marcar el
universo entre suspiros, siendo uno, envuelto en hilos, envuelto en hilos de
plata.
Magia de un día, con este nuestro amor que no se
acaba nunca porque prolongando de que uno y uno sean dos ya que el amor es el
retraso milagroso de su término mismo.
Con los besos, con la pena y el pecho se conquistan
en afanosas lides entre gozos parecidos a juegos, días, tierras, cielos
abiertos, espacios fabulosos, a la gran disyunción que está esperando hermana
de la muerta o muerte misma.
Magia del beso perfecto, aparta el tiempo, échalo
hacia atrás, ensancha el mundo breve donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar, ni en el hallazgo tiene el amor su
cima: es en la resistencia a separarse en donde se le siente, desnudo,
altísimo, temblando.
Magia
de un día que se va en una despedida larga, clara, con lo más seguro que es el
adiós…