Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 20 de marzo de 2013
Percibo tu ternura
Percibo tu ternura, te amo, nunca te olvido, vives en mí.
Te abrazo y me fundo en ti, para tener como recinto definitivo
en mi vida el lugar más afectuoso de tu amoroso corazón.
Percibo tu ternura, ayúdame a expresar la verdad con mis
palabras de cada frase, en los poemas de amor para ti que trasmiten la belleza
de tu ternura que me llega en ráfagas de viento suave.
Dices que te miras en mis ojos, que vives enamorado de ellos,
que te roban la ternura, la más profunda y son dueños de todas tus pasiones.
Percibo tu ternura en tu voz que me acaricia y me siento junto a
ti abrazada y querida unida por lazos misteriosos que vienen de otras vidas, de
renaceres juntos, de reencarnaciones inequívocas.
Somos dos únicos enlazados en los días que transcurren sin dejar
de pensarnos en atisbos intensos de amor.
No estamos juntos, pero nos miramos con nuestras almas abiertas
al amor que nos une y no nos va a abandonar jamás.
Por más que no queramos el destino nos unió desde el más allá y
te llegaron como mensajes secretos mis poemas de amor que te colmaron en lo
hondo de tu corazón, que palpita y tiembla haciéndome llegar, ternura,
caricias, mimos, besos desde la lejanía infinita.
Mi amante amado en el que creo que es verdadero, que no existen
entre ambos mentiras, falsedades, verdades a medias, incógnitas sin solución,
todo ternura dulce y cierta.
¡Mi alma es frente a tu alma como el mar frente al cielo,
pasarán entre ellas nubes nacaradas, oscuras, torbellinos de tormentas, vientos
huracanados, cielos azules, amores con ternuras sin tiempos, la vida y la
muerte!
Conmigo misma
Aquí estoy, lejos de mi lar,
frente al mar, conmigo misma, sintiendo la esencia de mi ser en mi espíritu que
flota sobre las olas entre nubes que se confunden allá lejos en el horizonte
sin fin.
Conmigo misma, percibiendo
aromas, murmullos, pensamientos divagantes que llegan del más allá.
¡Sensación de ser dos voces que
vibran en mi interior azul unidos por lazos estrechos y entretejidos de
recuerdos!
Vivir conmigo misma, ¡qué
maravilla jubilosa de sentirse entera!, desnuda el alma, inocente y limpia como
el mar intenso.
Soy la viajera que a solas
conmigo misma busca esos instants breves e intensos de felicidad, viaja con el
corazón pleno de amor y las sombras de amores presentes y pasados.
Conmigo misma, me llegan
despacio a intervalos breves, rumores de amor de quien me está buscando en este
presente, en noches de espera.
Conmigo misma, canto sin
tristezas ni penas, danzo y me sumerjo en el mar que me llama sin palabras,
sólo con las olas que me llevan a sus arenas profundas.
Conmigo misma expreso en mi
mundo interior la verdad tan difícil de encontrar con palabras, en frases y así
puedo transmitir mis pensamientos en bellezas por fin llevadas a mi interior
por mi mente y espíritu, aflorados en un tiempo sin tiempos.
Conmigo misma, la luz me inunda,
me fundo en mí, en mi recinto sin misterios, sin falsedades, sin subterfugios,
y hallo el lugar donde mi alma en paz canta y danza horas, ligera y desnuda,
sin testigos, ni pesares.
Conmigo misma, en mi soledad, no
sola, voy bordando una red de recuerdos de vida en forma de sonetos, rimas,
estrofas, que envuelven el amor que tengo para dar y que en minutos preciosos logro
volcar en poemas de amor en páginas que vuelan vacilantes con el viento.
¿Por qué milagro aparecen esas
poesías nacidas de la nada, cuando estoy conmigo misma?
¿Cuál es la razón de estos
despertares que me inundan de felicidad y dan amor a mi alma?
Benditos momentos de inspiración
cuando la vida, canta, ríe, llora y nos hace estremecer en estos instantes de
placer y paz.
Mírate en mis ojos
Mírate en mis ojos, tú, el único, el amante que promete los
siempre, con alma colmada de besos que rodando como el mar se vive de ola en ola
sin miedo a repetirse.
Mírate en mis ojos, quiero una de tus miradas, para enmarcarlas
con mis recuerdos, quiero todas las miradas para saber que me amas, para vibrar
al son de tus ojos y no dejar de amarte.
Mírate en mis ojos, desde lejos y que tu mirada sea como un
largo puente uniendo dos orillas, tú y yo entrelazados por el milagro del amor.
Nuestro anhelo es no tardar el encuentro y en altas quietudes de
altas noches, nos vamos acercando, trágicamente quietos, vibrando tan sólo a
través de nuestras miradas.
Mírate en mis ojos y verás reflejado en ellos, como un lago azul
y claro todo el amor que mi alma siente por ti.
Mírate en mis ojos, lee en ellos el amor que te pertenece,
hallarás la huella de esa grieta por donde entrarás a mi alma.
Mírate en mis ojos y encontrarás el muro de mi ser, abierto para
ti y mi alma allí te luce como estrella pura.
Mírate en mis ojos y llegarás al gran laberinto de mi mundo que
es todo tuyo y la felicidad te inundará como caída del cielo, como un gran tul
traslúcido y pálido.
Mírate en mis ojos y ellos te llevarán a la luz, de sol, de
júbilo seguro del alba hasta el crepúsculo, a claridades esperadas de gozos y
de placeres, a paraísos claros, a edenes mágicos de nosotros dos.
Mírate en mis ojos ¿no sientes el temblor de mi mirada? Iremos
juntos a los encantos de la noche, envueltos en los hechizos del amar que
moviliza brisas tiernas con vergeles dibujados entre celestes luceros.
Mírate en mis ojos y vive entre nuestras manos unidas buscando
un orbe nuevo donde haremos temblar el mundo.
Voces primeras, ecos de mares lejanos, ya la felicidad está
cerca, hollando nubes, cruzando hondos abismos, no tan remotísima, se acerca a
una velocidad de luz de estrella y nosotros dos seremos por ella, tocados en
esa dicha que plena de luz nos une desde el más allá.
El aquí y el ahora
El aquí y el ahora, ¡qué gran y
sencillo milagro vivir en el hoy!
Mi suspiros se detienen pensando
en ti, ya no existen noches en soledad, tu voz me llega, sin cuerpo, leve,
dulce, con ternura incontenible porque tu voz crea tu cuerpo.
El aquí y el ahora es nuestro,
los labios y los brazos se buscan y por tu voz grave y sonora se hace la luz al
oírla en este ámbito en que mis ojos no te ven y nuestras voces se besan.
Somos dos enamorados que no
tenemos más días ni más noches que nuestras voces estrelladas, nuestras cartas
de amor que como soles cruzan el espacio.
El aquí y el ahora nos lleva a
entendernos con nuestras diferencias entre tú y yo que llaman a nuestro amor a
la alerta, a probar que existe y que es verdadero.
En el espacio que nos separa,
laten ávidas y puras las victorias de amor futuras, esperando el cuándo… de
este amor que lucha por sobrevivir sobre triunfos floridos en besos de la nada.
Y atravesamos minas oscuras,
tempestades amantes, fúlgidos resplandores, cálidos pensamientos.
El aquí y el ahora hace que
delicadas, ardientes, nuestras almas se busquen por un camino donde no hay
despedidas y al final, el hallazgo tan deseado, el contacto, la nueva
separación vencida, la unión pura brotando intacta en el hoy.
Ya el viento aprendió tu nombre
y te llama como un triste eco que se pierde y rebota entre la montaña.
En el aquí y el ahora, ven a mi,
que aún no he aprendido como se vive sin que estés aquí.
Entre las flores rojas del
framboyán, nuestros labios se encontrarán entre las sombras de nuestras pupilas
graves y mis suspiros de amor y seremos dos, amándose con ansias de vivir.
El aquí y el ahora me llevó
hacia ti y el viento dejó de pesar, el agua es dulce, sabe a vida, mis días ya
no son lluviosos, no soy ya un pedacito de espejo porque reflejo tu imagen y la
siento mía.
Aquí y ahora, en el infinito
espacio que llamamos tiempo, tú llenas el hueco triste de mi existencia que
ahora se ha colmado de risas y cantos.
Iluminas mi mundo
Eres la luz que ilumina mi
mundo, mi vida cambió cuando supe de tu existencia, pude ver la luz de nuevo.
Iluminas mi mundo, ya que todo
era gris cuando tú no habías llegado a mí.
El hoy y el mañana eran
inciertos y llegaste como la lluvia salpica al desierto.
Eres la luz que ilumina mis
senderos y en el silencio de la noche oscura te siento a mi lado como un gran
secreto.
Hoy, otra vez la vida acaricia
mi sentidos porque me buscaste y yo fui hacia ti.
Eres del cielo mi fiel estrella
que ilumina mi alma, eres el faro que guía la barca de mi corazón hacia un
puerto seguro.
Iluminas mi mundo, porque eres
el río de amor que se une al mar de la pasión, eres mi vid compartida y mi
silencio escondido.
Iluminas mi vida con la luz de
tu sonrisa, con esa misma que siento caricias de la brisa.
¡Cuánto daría por tenerte entre
mis brazos! ¡Cuánto por sentirme viva con tu aliento! ¡Mi mundo por oír cerca
el rumor de tus pasos, por no tocar más tus labios desde lejos!
Iluminas mi mundo con tu amor
distante, el que viene, quiere estar donde nunca estuvo, volar y posarse donde
lo están esperando como saeta siempre en un cielo distante que está a veces
detrás pero vuelve en la noche mullida de estrellas y luceros para tenderse a
descansar a mi lado.
Iluminas mi mundo, con sólo
pensar que allá arriba, celeste un momento la tierra es el cielo del cielo, ¿de
qué profundidad viene este amor que nos une ya? Ya sin ti no puedo vivir aunque
sean fugaces estos momentos porque no se escaparán guardados entre los besos.
Este amor que ilumina mi mundo,
a mi alma llega hondo, que, aunque vuele y huya será siempre mío y un momento
de él, si se cuela a hurtadillas será la vida nuestra.
Alborada
Ya brillan los colores de la
aurora fantástica, incierta, velada en su manto de fino tisú.
Alborada, las flores despiertan
y el amor en armonía con la luz del alba ilumina nuestras almas.
En el verde del bosque se van
abriendo las alas y el viento huye a su gruta en el frescor de la madrugada.
Nuestros cuerpos se alumbran,
quietos y callados, esperando el canto roto de un grillo, la queja oscura de un
agua, como sol quebrando la alborada con rayos fundiéndose en espejos.
Alborada, misterio develado bajo
el ritual del canto de los pájaros que con gotas de rocío, dibuja en las palmas
de tus manos, mis besos como brasas apasionadas.
Alborada que se asoma y es
testigo de cuanto nos amamos en una secuencia de torrentes de amores,
aproximando nuestras almas con ternura, riendo en el alba pura del éter.
Alborada donde se aloja toda la
soledad inexplicada, horas lentas, pausadas, que nos llevan al abrazo cálido y
al aliento con lágrimas de un todo en esta nada.
Reimos en el alba pura del éter
precipitando de mis ojos a tus ojos.
Alborada que hace cambiar la
mañana pálida con una sonrisa sonrojada que tú creabas, dibujándola en mi
rostro.
Alborada, traes claridad
absoluta, transparencia impoluta, limpidez como en el fondo del río, dando a
nuestro amor, horas de luz, claridad sin posible declinar.
Percibo en la alborada que me
abraza un símil del edén que me sublima y me lleva hacia ti mi amado amante,
como una llama de plata, una flor, una sonrisa que se abre maravillosa en la luz
que nos envuelve.