Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
martes, 21 de mayo de 2013
No sé quién eres
No sé quién eres, ser anónimo, desconocido, que
quiere entrar por resquicios de mi entreabierta vida para escudriñar mi alma
que como alba nube se eleva hacia el infinito.
En los duros biseles del silencio, inmóvil como
águila señera no permitiré que hurgues mis deseos ni roces el llamado de mi
voz.
No sé quién eres, te desconozco, tu voz es extraña
para mí, te desconozco en mis miradas, desnuda o disfrazada.
Eres el desconocido por estas tierras de mi hoy y
de mi mañana.
No quiero tener cerca el aire que te cerca la
garganta ni despertar en tus pupilas por no apoyar mis ojos en el aire.
Tus llamadas son nada para mí, tú no estás en el
verde levantado del árbol donde pierdo mi albedrío y en el viento caliente del
estío, ni en la orilla del mar enamorado.
No sé quién eres, tú estás contra un muro hablando
y mis sentidos crecen a tu espalda, flamígero cipreses en hilera y por los
aires un círculo amarillo huye demudando mi casta y pura alma.
Quieres hurgar la raíz de mis sentidos vedando con
tu figura con un cerco de jóvenes olmos mis poemas de amor que se esconden de
ti, el desconocido.
No sé quién eres, muda su verdura el monte nuevo
con un temblor tocado de rocío y tú el anónimo como un árbol doncel quieres
irrumpir en mi vida con un viento por vientos perseguidos.
Crece en mí una hiedra pálida de dudas ahogando en
desazón al pensamiento y buscas de tener las horas de la espera en la ramazón
elástica del viento.
No sé quién eres, sólo sé que estás rezagando mi
camino como cruz que aprieta las nubes contra el cielo.
Es inútil que me busques me persigas con tu voz, tú
pisas otro suelo y lo ignoro cuál es tu anhelo, yo soy vagabunda del cielo, tú
un vagabundo de la tierra.
No sé quién eres, no me busques, no me podrás
hallar, la luna es una nota errante que se extravió de su cantar y con su luz
agonizante me esconde y entre secretos me cobija para que tú no me encuentres
jamás.
No sé quién eres y prefiero no saberlo.
Amor perdido
Amor perdido, ¡qué dolor!, ¿sabes? ¡Perder al amor!
Es como arrancarte el corazón en mil pedazos y toda
la luz del alma.
El amor se lleva en lo hondo de la sangre, el sol
que te compaña y te reviste, brazo en que te apoyas por el camino incierto del
vivir, escudo que te resguarda el pecho de muertes o borrascas.
Amor perdido, ¡quiero llorar entre escombros!, nos
separamos tú y yo en la cuesta para siempre.
¡Algo de mi luz en el polvo se ha perdido!
El miedo a no poder encontrarlo ahuyenta de los
ojos las palomas del sueño entre clamores de lloros y penas, apurando en la
breve llama la inmensidad del tiempo.
Amor perdido, ha de haber un portal sin cerrojos
por donde podré entrar y como atisbando de a poco te buscaré entre la raíz de
los quebrantos.
Otearé para estar otra vez contigo desde las
colinas cercanas y veré el fulgor que tú irradias desde la lejanía y así
secarás las fuentes de mi llanto.
Amor perdido, en la flor te recuerdo y amorosa te
exalto, guardando en mis entrañas los bálsamos de tu amor y mi secreta lumbre
que ilumina de a poco mi pecho cansado se refugia en el orillar del mar bajo
las blancuras del astro.
Amor perdido, ¡que hundimiento del mundo!
Un gran horror a columnas quebradas, tiempos sin
imágenes, cielos intemporales, entre estíos e inviernos.
Amor perdido se extinguieron las alegrías, las
risas, las danzas, pero perduran las frases de amor, aquellas que te escribí
con todo mi corazón.
Ahora, sin tenerte, todo va hacia atrás, la vida se
va quitando frenéticamente horas, minutos, segundos de encima, destejiendo,
galopando su curso del lento existir, queriendo borrar recuerdos, historias
para hacer otra vez el anhelo de volver a empezar otra vez.
El futuro se llama ayer.
Ayer oculto, secreto, escondido entre verdes follajes,
de esperanzas, hay que empezar otra vez, reconquistar la vida con toda el alma
y todo el corazón detrás de aquellos otros ayeres conocidos.
¡Vamos hacia el mañana entre estrépitos besos,
inventando las ruinas del mundo, de la mano tú y yo por entre campos florecidos
de amapolas ondulantes!
Y ya no más amor perdido, amor encontrado entre
tactos, abrazos, piel, entregándonos al palpitar de sentirnos juntos, sin caos
ni penas, sólo luz y belleza del vivir.
Amor perdido, encontrado entre la luz del alba y las
estrellas escondido, tendiéndonos las manos para coger las nubes, las flores,
las alas, los mil sonidos del aire para existir flotantes en el puro vivir,
salvados por milagro de no estar más juntos y así estrenar el beso, el amor,
sin sufrimientos ni quebrantos.
Ensoñación
Ensoñación, me transporta a mundos de amores
vividos en pleno existir del alma.
¿Dónde se esconden los sueños? ¿Están entre los
duendes, las hadas, los gnomos, las mariposas transparentes, las crisálidas de
seda, los brotes de flores de loto?
Ensoñación, canciones sonoras que flotan en el aire
diáfano de un día especial, el Hoy, el día a día pleno de felicidad y amor a
todos mis semejantes.
Sueños locos, descarriados, distraídos, que me
conducen sin darme cuenta a momentos disímiles, escondidos en el orillar del
mar.
Ensoñación, entre latires y palpitares la sangre
vital corre a prisa por las venas del cuerpo llevando entretejidos los
recuerdos de caricias no olvidadas.
¡Y, ay, cómo quisiera ser una alegría entre todas,
una sola, la alegría con que te alegrarás tú!
Ensoñación, ¡cómo desearía ser un amor sólo, el
amor del que tú te enamorases!
Veo declinar la tarde mientras voy caminando lento
entre las sombras de las horas y la nebulosa de los recuerdos imborrables.
Ensoñación, ¡qué tenues los suspiros de la tarde!
¡Qué dulce es el bramar del océano!
Si parece le hace guiños a la luna y parece en su
coloquio más humano.
Ensueño de un amor ilusionario que impele en
nuestras almas la quimera, destellos como luces que se encienden en fulgores de
firmamentos lejanos.
Ensoñación que nos conlleva a la viva caricia de la
brisa, las flores de un color mas encendido, hay más risas y alegrías en el
aire y se acaban las tristezas en olvido.
Ensoñación, me haces ascender la vigilia en mis
ojos para recoger tu imagen amada y primigenia, haces nacer al son de mis
deseos viola de amor, canciones puras, palabras de amor llevándome a la cima de
los cielos con la tierra.
Ensoñación, plena de sueños de amor entre aires
estremecidos de ternura y bajados de altísimas esferas, perdida me haces sentir
por siempre en tu embeleso sin sentir el cercado de tus ramas.
Ensoñación, colmada de verdes esperanzas que se
nutre entre delicias y caricias naciendo de mi alma los poemas, las prosas,
como jóvenes olivos recién brotados.
Ensoñación, secreto que veda tu figura crecida
entre pinos y lloradas mas llena de amor con intención de amar de mis cantares
y así alcanzar la cumbre de tu nombre.
Ensoñación que sacude las bases de mi sangre y hace
aparecer tu nombre contra el cielo, amor, que desnudándote caminas sobre el
muro que cerca mi silencio.