Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 1 de junio de 2013
Desengaño
Desengaño,
noble desengaño de amor, pude y con penas y llantos romper el lazo que me tenia
aprisionada.
Por
tan gran milagro, colgaré desde mis cielos sin celos jamás sentidos ni quejas
que nunca me inundaron, las fuertes cadenas de mis graves yerros.
Desengaño,
que con ansiedades y dolores de amor muy sentido me solté del yugo de abrazos que
me tenían entrelazada.
Y
con húmedas velas de lágrimas sin fin y con rotos remos, me escape del mar y llegué
a mi puerto escondido y seguro para encontrar mi soledad perdida y mi paz
anhelada.
Desengaño
triste, ya tus palabras de amor tan dulces y tiernas pero con repetidas y no sentidas
frases floridas no llegarán más a mi alma que las esperaba con anhelos de
esperanzas rotas.
Desengaño,
vanos pensamientos, pasos esparcidos, lejanías distantes, livianos deseos, todo
se ha ido al más allá.
Ya
mis versos están libres, no más cautivos de tu inspiración, honrarán nuevos amores sinceros y puros,
reales y presentes,
Desengaño,
real y preciso que me llevará a escribir en pliegos sin necedades de ilusiones perdidas, poemas
de amor de alegría y fe en la vida nueva.
Desengaño
que las asperezas del camino se llevan por doquier entre el silbido del viento
y el rumor del mar, hacia nuevos senderos donde la calma, la paz, la risa,
colmen mi mundo interior sin sombras que me palpiten, encendidas como vagos
cuerpos finos y delgados, miedosos y temerosos de sufrimientos sin luz.
Distantes
azares sin respuestas ni almas juntas amadas entre dos.
Todo
fue un amor que inventamos, es tierra sin fecha, sólo era un gran amor en vilo.
Murmullos
Voces de la noche
secretas, murmullos silenciosos que nos unen en un todo rodeado de silencios,
Estábamos juntos
pero no nos veíamos, nos percibíamos al contacto íntimo, discreto.
Estábamos juntos
pero no te veía.
Con murmullos
tejemos la vida entre nuestro diálogo de miradas atentas, sorprendidas,
milagrosas, sorpresivas, consuelos y bálsamos de nuestras almas que nos unen en
una alianza continua, permanente, constante y sentida.
Murmullos, miradas
inefables de amor intenso, nos sentimos desde la Inmensidad amados y por ello
la naturaleza de la vida adquiere multidimensiones.
Murmullos que nos
unen, nos enlazan, es que somos dos únicos seres que aún en la noche sus
miradas se cruzan, en un atisbo intenso de amor.
¡Sensación de ser
dos voces en la noche unidas por lazos estrechos y entretejidos de recuerdos!
Murmullos, no
quiero palabras mutiladas, sí como rumores de amor en noches de espera,
cantando sin tristezas ni penas. Soy la viajera con el corazón pleno de amor y
la sombra de tu sombra.
Todo hace el amor
con el silencio que puede ser como un fuego o un templo de luces.
Sólo murmullos que
hacen de mi memoria una viajera fascinada, un fuego incesante.
Murmullos de
esperanza, espero con ansias que llegue el día en que me encuentre entre tus
brazos, como increíble recompensa de los cielos y de todos los dioses.
Escucha mis
murmullos y mira las estrofas, tú, mi inspiración y verás de que está hecho mi
sueño, de besos y caricias esperados ya sin prisa.
Inevitable
Inevitable,
imprevisto, mi alma renació, me eleve entre nubes desdibujadas en vuelos
cortos,
leves, suaves como tules blancos al viento.
Inevitable,
la vida se presenta en todo momento sorpresivamente ante sucesos, sobre saltos,
sonrisas quisquillosas, secretísimos, íntimos que embargan, con intensa emoción
nuestros sentidos.
Inevitable,
no podemos esquivar ni con ímpetus turbulentos lo que está previsto
para
el Hoy
vivido, dejando miedos, temores, lugares oscuros y misteriosos de
submundos al que no
quiero llegar hasta el momento preciso.
Inevitable,
el ayer del pasado regresa a mi vida entre jacarandaes florecidos y tibios
como corazones titilantes.
Inevitable,
el dolor y la angustia nos encuentra y entre heridas del alma el corazón se
estremece
y su latido parece que cesa unos segundos de vibrar pero la vida nos
llama
para amar y
ser amados.
Inevitable,
es vital para mi paz vivir con total confianza y fe proyectando mi mundo
interior hacia campos
de esplendores de murucuyaes y azules alelíes.
Inevitable,
incontrolable es dejar de buscar el amor en el tiempo tibio y tembloroso
que vivimos hasta el fin de los
fines.
Desde
el principio al fin, lo inevitable nos circunda, no nos permite en determinados
momentos
vivir libres, sin morrales y sin heridas en el corazón que sangra y sus ríos
rojizos entre
nuestras venas hacen dribles, vueltas, para encaminarnos hacia la luz
de
orbe.
El
amor dándolo por doquier, es recibido con el alma abierta, sin cerrojos,
sin
barreras, sin límites ya que nutre y beneficia con jùbilo y alegría el mundo
interior por doquier.
Inevitable,
mi lamento se desgarra en mil cristales que reflejan con múltiples
refacciones
lo sufrido,
¿por qué es tan largo el dolor y la felicidad tan sólo gotas
que se suspenden en
el aire y nos rozan apenas en segundos tan valiosos de
nuestro existir?
¡Vida, déjame vivir libre,
en paz, en entrañables silencios conmigo misma, que mi
alma vuele en cortos y rápidos
segundos al orbe todo dejando tras de mí, estelas
fulgurantes reflejando en el azul cielo el amor que el mundo espera
recibir!