Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 1 de septiembre de 2013
Te necesito
Te necesito,
abro mis ventanas con
flores
de múltiples colores
para darte una señal,
un signo
por donde puedas
encontrarme.
En mi jardín envuelta en
un manto de esperanza
mi cálida voz te llama
para encontrar tu
sonrisa cálida y sonora
detrás de un heliotropo,
de un alelí,
de una rosa.
Te necesito,
hablaré con las
mariposas,
les mencionaré mis
deseos
alumbrando mis
movimientos,
buscándote con el pulso agitado
de la sangre
sobre el plato frío de
mi silencio,
poblado de ecos y de
sombras
como un ave de marfil en
primer vuelo.
Te necesito,
recorre mis sentidos sin
orillas,
un viento adolescente en
primavera,
la estirpe de mis cantos
se levanta
y mi sangre convoca tu
presencia
y ahora que te nombro y
te reclamo
floto con movimientos
lentos
en el aire,
en un rítmico volar de
dulces sueños.
Te necesito, amor,
te necesito más aún
cuando los astros
encienden sus lumbreras,
mientras hallan
trasluces en las tinieblas,
claridades en secreto,
noches que lo son
apenas.
Te necesito,
ven a mis brazos que
ansiosos te esperan,
que cuidan su misión de
fuego puro,
un caliente perfume de
cipreses
tienden un arco de paz
sobre el camino,
las nubes que sustentaban a los cielos,
sueltan al aire pájaros
al vuelo.
Te necesito,
eres mi ancla de oro
y cadena de mi anhelo,
piel que adivina el
pulso de mis ojos,
cruz que aprieta las
nubes contra el cielo.
Quiero que bajen sombras
de amor
a nuestro cielos,
circundando nuestro
mundo,
sólo nuestro.
Te necesito,
estoy en tus islas
encallada,
hambrienta de amor,
soy una llama que tu
cuerpo reclama.
Es el capricho que
risueño rompe
la cerradura del secreto
que padece mi corazón.
Ese miedo tibio que
revuela
entre alegrías e
ilusiones hacia tí,
como alas batientes en
el aire,
que sigue y canta.
Te necesito,
los signos de tu voz me
reclaman,
despiertan mi ternura,
desparraman mi alma
enternecida
toda por tus dulces
palabras.
¡Te necesito!
¡Búscame!
¡Atrápame!
¡Conquístame!
Y dame algo que sea
nuevo.
El tiempo ya no existe,
aunque exista la templanza
y la experiencia de
nuestras vidas,
pues nuestro amor nos
llevará
a nuestra auténtica realidad y destino.