Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 7 de abril de 2014
Traición Inesperada
Traición
inesperada,
que
raya el silencio del espacio,
confié
y amé
con
alegría y felicidad
pero un
viento huracanado,
violento,
azotó
mi alma,
era la
mentira,
el
engaño
de tus
palabras.
Como en
una inmensa alfombra
de
esmeralda,
el mar
se ensanchó del espeso espacio
que
cubría mi cuerpo
rodeando
con caricias falsas
las que creí verdaderas.
Inútil
te busqué
y te
perseguí
debajo
de la piel
de mis
sentidos,
te
entregué mi espíritu
abierto
a esperanzas
que tú
hipócritamente
despertaste
en mí.
Traición
inesperada,
te fuiste sin decir palabra,
moviendo
la distancia
como
las alas
batiendo
por detrás de mis oídos,
fatigando
mi corazón
y mi
respiro
entre
tus cantos de notas aterciopeladas
y
poemas de amor
que me entregaste
con
mentiras
ciertas
y dolorosas.
Traición
inesperada,
parecías
un guerrero
de
indomable valentía
pero al
falso golpe
de tu
lanza
al
polvo rodaste
detrás
de mi camino.
Fuiste
para mí,
en un primer momento
un
bizarro caballero
pero atacaste
de frente,
a la
perfidia a la traición.
¿Dónde,
dónde
se han escondido,
en que lugares secretísimos
la
sinceridad,
la
bondad,
la solidaridad,
la ayuda mutua,
el frescor de las almas?
Busco
y
vuelvo a buscar
y sólo
se asoman
entre
ramas oscuras
las
mentiras,
las
falsedades,
los
malos
que
acosan
a los
seres buenos.
Traición
inesperada,
lentamente
me
sumerge en la nostalgia
de tu
ausencia,
me
ahogo en tu silencio,
respiro esa presencia
esquiva
que me
niegan
tus
manos
y tus ojos.
Extraño
tus palabras,
tus
canciones
y veo
en el recuerdo
tu imagen juguetona
recorriendo mis cabellos
con tus
dedos
y haciéndome promesas
vanas de ilusiones
que no
ocurrirán nunca.
Traición
inesperada,
traición al fin,
desapareciste
ocultándote
en la nada,
ya no
eres nadie,
ya no
eres nada.
El
verso ahora
me hace
resurgir
de las
heridas
que tú
causaste
y mis pensamientos puros
afloran
y bullen
como
hirvientes imágenes
con
esperanzas nuevas
y
continúo
luchando
en este mundo frío
que tú
dejaste.
Renazco
del orbe
donde
me sumergió
la
nostalgia de tu ausencia,
respiro
en un nuevo aire
perfumado
seduciéndome
en un arco iris
de
sueños ocultos,
renovados,
donde
hay mil caminos
para
recorrer con pasos firmes
y
agigantados,
sacudiéndome
con el
aliento de su brisa azul
y ágil,
naciendo
amaneceres
con
canto de besos
en
brazos,
danzando
un ritmo anhelado,
sin
culpas ni desasosiegos,
sin
rutinas,
sin
miedo a amar
y ser
amada.
Donde habitan los sueños
Donde habitan los sueños,
en lugares recónditos,
en praderas florecidas,
en mares embravecidos,
en cuevas hondas,
en follaje verde y tupido,
los busco.
Donde habitan los sueños,
los de amor,
se sienten en el corazón arrebolado
y trémulo de dos
almas que se aman.
En esta vida,
los sueños nos columpian
en dulces momentos
que nos estremecen al recordarlos
como en la punta de un ramo
cuando el peso de la gota
hace inclinarse a la hoja
ya acaso rendida.
Donde habitan los sueños,
en un puro silencio,
se transforma en un escenario
del drama del vivir.
Son una pausa
entre la vida y la muerte,
sin aliento nos lleva a la mañana
entre sueños y nada se mueve,
se crean en torno nuestro,
ondas de calma.
Donde habitan los sueños,
recorriendo senderos
y esteros buscándolos en estrellas,
las que iluminan nuestras vidas,
bajo una luna que atestigua nuestro amor.
Donde habitan los sueños,
las hadas y los gnomos
van tras ellos,
perdiéndose en noches eternas,
caminando sobre el mar
o sobre el tupido verde del prado,
dejándose llevar por el aire
que dispersa el amor
que nuestras almas sienten.
Donde habitan los sueños
se siente el ruego de amar
que delira en murmullos
junto con tu nombre y el mío,
esos sueños perdidos
entre ráfagas de besos y miradas profundas,
como el inmenso océano
donde viven escondidos
y unidos los paradisíacos recuerdos
de nuestro amor.
Donde habitan los sueños,
allá en los límites del tiempo,
donde las puertas
a nuestros corazones
se abren en un sinfín de sentir,
maravillando al amor verdadero.
Quisiera más que nada,
más que buscar nuestros sueños,
ni hondos signos por celestes
mundos supremos,
ir tras ellos,
donde habitan,
para sentirlos latir
y vibrar con ellos
entre luceros remotos.
Mágico embrujo
Mágico
embrujo se despertó
en la
intimidad junto a ti,
misterio
en tu cuerpo,
seducción
que me lleva a volar
a
cielos infinitos.
Vigilia
de besos,
abrazos,
palabras,
deseos,
delirios,
ensueños…
Mágico
embrujo,
aquieta
la noche a orillas del mar,
entre
tu mirada y la mía
llenas
de deseo
juntos
a la luz de la luna
donde
se refleja en el mar
y danza
la divina magia.
Entre
música de violines
y
tenues luces de velas,
divaga
mi mente
imaginando
toda tu piel.
Desnuda
mi alma
en un
mágico embrujo,
abrázame
y sentirás mi corazón latir
y
tendrás de mí el gran amor.
Mágico
embrujo,
no me
olvides,
que mi
recuerdo no se pierda
en el
ocaso junto al sol,
haz que
mi corazón suene
como un
cascabel,
remóntame
siempre
y
llévame contigo por aire,
por
tierra,
entre
sueños y anhelos.
En el
dulce embrujo de tus ojos,
danza
mi alma enamorada
y si me
sonríes me apasiono
ansiosa
por dejarme acunar
por tus
palabras.
Y te
veo,
mi
poeta-navegante
que por
un mágico embrujo
recorres
los mares de mis horas,
capaz
de romper cualquier escollo
que
quiera apartarme de mi sombra.
Me
entrego a la magia de tu vida,
que
dibuja en mi piel,
caricias
que antes no tenía,
segura
que al beber de la miel
de tus
secretos,
renaceré
como tierno bambú
en agua
quieta.
Tan
convencida estoy
de tu
gran transparencia
en la
que vivo de la luz,
la
lluvia, el cielo,
son
formas en que te escondes
para
aparecer en un mágico embrujo,
al
encenderse las estrellas
casi en
silencio.
¡Aquí
estoy,
a tu
lado siempre!
Mágico
embrujo,
olvido
de yo en tú,
recuerdo
de tú en mí.
Sólo
los dos,
universo
infinito de amor y placer,
seré
viento que ágil disperse
tus
doradas palabras.
Seré
vida en tu noche
y luz
en tu silencio,
seré
todo yo en ti,
fuente
de juventud eterna
que
perpetúe tu risa en mis labios,
tú y yo
en el
embrujo inmortal de la mirada
y te
seguiré diciendo
con
mágicas palabras,
susurrando
o en silencio un
¡te
quiero!.
Mágico
embrujo del amor
que nos
lleva en blanca espuma
del
gran querer callado,
mar
total flotando
en el
paraíso que anhelamos ser.