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Entre Flores Y Aromas


Entre flores y aromas
he abierto las ventanas de mi alma
para que tú navegues
entre mis flores.

Hoy mi vida huele a manzanas
y a frescura de naranjas
recién cortadas,
creo que desde siempre te amé
más que a cualquier cosa que yo amaba.

¿Es tu amor?
¿Es tu piel?
¿Es tu nombre?
Eres tú amor,
el que todo el tiempo me acompañas.
El aroma de flores vive en mi corazón,
con suavidad, fortaleza,
florece dejando un sabor dulce
 abriéndolo con delicados pétalos.

Los suspiros por ti,
llevan aire de aroma.
Aroma de flores esparcidas de mil colores,
colores de diferentes rosas, alelíes,
tulipanes, girasoles,
que hacen de tu rostro un idioma,
idioma que de mis letras
las escribo para ti
 como los mejores tulipanes
 tempraneros y en flor.

Entre flores y aromas te amo,
 entre esplendores que iluminan
 las noches románticas de pasión.
Hoy escribo letras
en cada pétalo de flores,
 escribo poemas, prosas, versos
 y a él se los dedico,
a mi inspiración
 que hace de mis versos rosas perfumadas
salpicando mis poemas
con dulce miradas y tiernos besos de amor.

Nos rodean aromas, flores y velas,
 estamos unidos a la tenue luz
que brilla sombreando
nuestros cuerpos en éxtasis de amor.
Son las flores manantiales de sueños
y de ilusiones y de sus tallos
vemos florecer nuestros corazones.

Las prosas poéticas
que mi numen me inspira
van en busca de las flores,
los frutos, los aromas y sabores,
van para no volver
o para volver con ellos.

Unos van a los jardines,
otros al nido de amor cálido y latiente,
 el perfume y el color
misteriosamente los elevan
 por cielos azules y claros
 hacia el amor que los espera
entre mil frutas y aromas dulces.
Un pájaro y una flor,
 un jilguero y una rosa,
habitan en lo interior del ideal del poeta.

Entre flores y aromas
 vivimos tú y yo
y las prosas poéticas de nuestro amor
nos envuelven con ímpetu alado
y nos ascienden
entre nubes de algodón
 desde el paraíso florecido,
 entre risas y lloros en flor.

El perfume y el color
 misteriosamente elevan
nuestras almas de poetas
cruzando el éter
para beber luz en las estrellas,
dormitando en el silencio blanco
de la luna llena.
Volamos juntos
 al espacio entre flores y aromas,
 con las alas de todas nuestras canciones
irradiando ilusiones por doquier,
ebrios de luz
 como una estrella errante…

Juego de besos


Juego de besos,
entre luces opacas y brillantes,
 rondan entre nosotros,
danzando, buscando la piel
que los espera anhelosa.
Nuestros labios se rozan,
 se tocan, palpitan,
prendidos a veces
 a restos de silencios.

El mundo seducido
por el canto del gran proyecto
 en el alma se nos ofrece,
nos da rosas, brisas, cielos, mares,
 con esperanza de que tú y yo
labremos nuestro gran amor.

Juego de besos, rápidos, leves,
a veces sin ruido,
a veces esquivos, otros profundos,
sumergiéndonos en hondas caricias
en un abismo de placer y gozo.

La dicha nos escoge,
 nos declara capaces
de creaciones alegres y felices,
nuestro proyecto de amor cantante,
 irresistible,
da embriaguez al alma,
no se labrará en los mármoles
ni con pétalos o sueños,
 se hará carne en nuestra carne.

Juego de besos,
nos zumban en nuestro mundo interior
como zumban las colmenas
en la estación de las flores,
 al sol de oro de la siesta.
El silencio azul del goce
nos inunda
y como etéreas alas descendemos
 por diáfanas escalas
a vivir a pleno este lenguaje
 de placer armonioso y sin fin.

Juego de besos,
 son mimos flotantes en el viento
y en la hora de recogimiento
 como brasas se encienden
entre arrumacos y abrazos cálidos
que con lentitud el placer despiertan.

Juego de besos, sorpresas y descubrimientos
de este amor nuevo,
llegan despacio,
sorteando lugares íntimos y secretos
en los que no llegan las palabras,
sólo las caricias,
 llevándonos a la sintonía de lo Divino.

Nutren nuestra sensibilidad
y nos conduce por senderos
 claros y puros
donde festejamos con júbilo
 este querer tan nuestro.
Juego de besos,
 nos entregamos,
nos damos mutuamente
 calidez, empatía, ternura, comprensión.

Cuando clarea, nuestro amor inquieto
se llena de gozos
 y los besos revolotean
 como las hojas amarillentas,
 doradas, del otoño cercano.

¡Vivimos amando!
Como ama cada gota de lluvia
 en la tierra seca
 que aguarda el suspiro,
en la danza incomparable
de un ensueño que sueña despierto.

Juego de besos,
como canto de pájaros,
revolotean sin cesar
al estar juntos, tú y yo,
como toque divino
suspendidos en el aire
como un bálsamo que calma.

¿Oyes al amor que se nos está ofreciendo
en flores, lluvias, aires cálidos y serenos?
Nos entregamos como dos seres unidos,
 viviendo abrazados entre nubes lejanas,
sintiendo en las palmas de nuestras manos,
en los labios,
la cálida huella del beso
 entre nuestros sueños
que nos empujan a la vida
desde dichas cumplidas ayer
 a dichas futuras
que nos llaman entre sueños trémulos,
derrochando alegrías,
agitando como trigales,
grandes campos de esperanza.

Sinfonía en no


Sinfonía en no,
romance trunco, deshilachado
entre acordes sin fin,
dormitando en el silencio sin ecos,
como fuegos en llamear
cabalgando con los cometas.

Sinfonía en no,
amor que se hundió en el mar,
buscando la obertura perfecta
que lo hiciera renacer
de entre pavorosas tristezas,
volviendo las superficies,
engalanado de preludios.

Sinfonía en no,
en instantes breves,
 casi sin darnos cuenta,
 bajamos al abismo
 donde la luz no penetra
y donde millones de ojos
nos sorprenden y contemplan
 como en un acorde no alcanzado,
sin notas afinadas
en músicas sin armonías.

Sinfonía en no,
su punto de encanto se astilló
en mil cuerdas de liras y laúdes
que se consumieron en el aire todo
sin que una frase musical
la inspirara a escribirla.

La composición toda
de las alas de los sueños,
frotó en cada estrofa
en una nube de grises partituras
y sólo con ímpetu alado
al ideal asciende
en un concierto de risas y lloros en flor.

Sinfonía en no,
en pentagramas sin notas,
vacíos e ignorados,
se buscan y no se encuentran,
sus notas ciertas se reconocen apenas
en el sonido leve de un viento suave.

Pero las notas no responden,
ni en ninguna parte aparecen,
 ¿en qué lejanía se encuentran?
¿bajo qué frondas se guarecen?
Sinfonía en no, encubierta,
no se encuentra en este mundo
ni está en claves, ni en signos,
tallados en visiones
que la están buscando.

Sinfonía en no,
no se escribió aún, inútilmente
noticias de sus acordes
se buscan en el viento,
en las aves, en las flores,
 en el agua de las fuentes,
en los astros del firmamento.

Sinfonía en no,
aparecerá improvisada
surgiendo en un violín entre acordes flotando,
en sus líricas composiciones.
Las notas claras, redondas, tibias,
despacio se van a su destino,
se van a la nada,
son eso no más,
su curso en preludio perdido,
una huella a lo largo
que se borra enseguida.

Sinfonía en no,
 maravilla, milagros,
desde lejos se oye el trepidar de sonidos
y en los sueños resuenan
graves, bajas y sin tonos.

Sinfonía en no,
vuelve invariablemente,
 exacta a ti misma,
deshaciéndose en tiempo, polvo,
dejando sólo vagos rastros fugaces,
recuerdos de armonías escuchadas
en leves recuerdos
que por el aire vuelan,
portadoras de fusas, semifusas, corcheas
que se entrecruzan
sosteniéndose solas
en pentagramas vacíos.