Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 9 de mayo de 2014
Todo está escrito
Todo
está escrito entre los dos,
con
palabras de luz en nuestro destino.
No
podemos desoír su voz ni su llamada
pues el
amor es suave lluvia de oro
cayendo
en la floresta de las almas.
Aún la
melancolía en el amor
nos
convierte a los seres en poetas,
surgiendo
las más hermosas
y
sentidas melodías
que se
derraman por nuestros cuerpos
como el
río desborda sus almas en el mar,
dejándonos
arrastrar
por la
corriente de la pasión.
Todo
está escrito,
en los
cielos abiertos van trazando
los pájaros códigos de vuelos,
las estrellas se leen
con
largas lentes claras
que
descifran el misterio de la vida,
de
enigmas alejados.
Las
tierras más remotas
con
colores azules, verdes, rosas,
entregan sus secretos en los mapas.
Y el
pasado se ve tenuemente
tan
escrito en los ojos,
en tus
ojos,
que son
elegía o cántico
que
brotan desde un arco iris en el cielo.
Todo
está escrito,
tu
nombre no se lee donde se lee,
está en
mi corazón enamorado
y
contigo la Tierra es el cielo del cielo
y entre
tus brazos no se sabe
de qué
profundidad viene el amor,
lejano,
sí de honduras de cielos
o
entrañas de la Tierra.
Todo
está escrito,
porque
hemos pasado
por la
senda estrecha
en los
grandes zarzales de la vida,
sin
hacernos ni una herida
ni
sentir dolor ni pena.
Todo
está escrito
y
cuánto más te acercas
te
siento despacito recorrer mi alma
y entre
árboles llenos de nidos
va un
raudal lleno de rumores dormidos
en
lechos de algas y de flores.
Y sobre
la sombra nocturna del éter
en la inmensidad,
la Luna, triste y taciturna,
vaga en
plena soledad,
mientras
nosotros nos acunamos
entre
abrazos tiernos y dulces besos.
Todo
está escrito,
los dos nos comunicamos
en un
abrazo sutil
cuando
los cristales duplican
el
blanco disco de marfil.
Todo
está escrito,
el tiempo río que huye
y puede
acontecer
que
cuando queramos proseguir,
perdidos,
nos hallemos en las sombras
de un remoto ayer.
Todo
está escrito
y un
tropel de versos nos envuelven,
son los
versos que se agitan
y
rápidos se dispersan
como
musicales flechas,
van en
busca de las hojas,
van
para no volver a lugares misteriosos,
sí para volcarse en ellas.
Todo
está escrito,
seguimos
un ideal
que no
se alcanza pero al fin,
con
toral esperanza,
creemos
que en un flotar suave,
surgen,
plenas de amor nuestras quimeras.
Destello Azul
Destello
azul,
fulgor
del alma,
nace de
una fuerza extraña
de
asustar al miedo,
un agua
no pausada, sí cantada,
se
allega por tus manos a mi pecho.
Los
signos de tu voz que me reclaman,
despiertan
mis ternuras y mis requiebros.
Destello
azul,
luz que centellea en mi pecho,
te
siento y descubro
tu
resplandor en mis pupilas,
subiendo
a energizar nuestros deseos.
Pasa un
color alzado de laureles
desde tu mano ungida hasta mis dedos.
Destello
azul,
tus ojos que se abren en cielo infinitos
anegan
de esperanza mis deseos
mientras recorre un sol enamorado
las largas avenidas de tu cuerpo.
Me
enriqueces con tus estrellas
que me
guían por caminos de esplendor,
difundiendo
tu figura alta y enhiesta.
Destello
azul,
trasiego
la ternura de tus campos
por
acequias de celo a mi esperanza,
rocío amedrentado y puerta firma,
prados de libertad, hondos silencios.
Te
reflejas fiel con brillo propio,
dulce
boca que me transporta
a las
cumbres rojas del lucero
y a la
inmensidad verde y azul
de las
aguas mansas y tibias
que nos
guían por sueños nuevos.
Destello
azul,
que
vislumbra la sonrisa del amor
siempre sincero,
en las tardes pausadas
donde
las lluvias guían la barca de los cuentos.
Tú
iluminas mi claridad,
el
llamear de mis anhelos
y
percibo el perfume de tu ágil cuerpo.
Destello
azul,
esperan
procelosas las auroras,
las lumbres cenitales,
los
crepúsculos,
todo
ese mundo que se llama amor.
Crece
libre en las ramas perfumadas
y en mi
pecho
reflejan
mi pulso y mi deseo.
Destello
azul,
chispazos
de colores
que me
desnudan por dentro
llevándome a la inmensidad
de un
cosmos perfecto
donde
tú y yo vivimos los días, las horas,
en un hábitat escondido y sólo nuestro
donde
los astros con su luz fosforescente
marcan
el contorno de nuestros cuerpos.
Vivo en
el milagro del querernos
que
vigoriza con gracia,
con
corazón de magia, la dicha nuestra.
Destello
azul,
dame tu
luz,
para
seguir la travesía en la nave de mi sueño
y
llevarnos por las aguas sin cadenas,
cara al
viento
y que
la coraza de la inseguridad y del miedo
se rompa en mil cristales iridiscentes
y se
tornen radiantes los encuentros entre besos.
No me olvides
No me
olvides,
pedazo
de mi alma,
sensación
del alma mía,
mi
ritmo de la noche,
hechizo
de melancolía.
No me
olvides,
sangre
de mis venas,
constelación
de milo estrellas,
manantial
de nueva vida,
origen
de la cadencia.
No me
olvides,
eres mi
aurora virgen,
dueño de mis sensaciones
y en el
silencio que nos llega
hasta
el alma
sin
saber de que ausencia de ruidos
está
hecho.
¿son
letras,
son
sonidos,
son
vuelos inspirados y cortos?
No me olvides,
milagro
divino,
príncipe del lejano mar,
soy tu claridad en la inocencia,
relámpago
de cristal.
Vivamos
en el paraíso,
sones
primeros,
vírgenes
tanteos de labios
estrenando
los goces
de los
tiempos del alma.
No me
olvides,
ternura
de la tarde,
nostalgia
de la luna,
esperanza cantada,
ilusión
nocturna.
No me
olvides,
suspiro
en madrugada,
encanto
de la naturaleza,
obsesión
del amanecer,
impresión
de la belleza
reflejada
en nosotros dos.
No me
olvides,
delfín
de los cielos,
fulgor del arte innato,
eres el
aire que respiro,
yo te
amo tanto…
No me
olvides,
te
buscaré por lugares ignotos,
sin que
lo percibas,
te
llamaré en instantes nítidos,
claros,
momentáneos
y tú, mi amado,
escucharás mis suspiros,
mis frases de amor.
No me
olvides,
pienso
en ti,
ésta y todas las noches,
pondré
a vivir en cada rosa
y en
cada lirio
que tus
ojos miran
y en
cada trino
cantaré
tu nombre,
soñando
que no me olvidaste.
¡Qué
sosegadamente
se
hacía la concordia
entre
las piedras,
los luceros,
el agua
muda,
la
arboleda trémula,
todo lo
inanimado
y el
alma mía
dedicándotela
a ti!.
No me
olvides,
entre
las luces y las sombras,
a la
luz de quererte
por la
tierra y el cielo,
planos
suaves de nubes,
iré hacia ti
con mi
cántico dulce
que en
mi cantaba.
No me
olvides,
pintaré
de rosa el horizonte
y de
azul los alelíes
y
doraré de luna
tus cabellos.
No me
olvides,
así la
vida
pasará
feliz entre las flores,
los
cantos
y fulgores
de un
amanecer único,
sin que
enturbiar consiga
su
transparencia ufana,
el no tener mañana
como no
tuvo ayer.
No me
olvides,
de
nuestras fugaces dichas
es el
fugaz emblema
y
cuando las hojas de la flor
esconden
su perfume
se
extiende como el canto
pero
nuestro amor
es más
fuerte
e
inextinguible,
y con
su encanto
da
fulgor
a la alborada recamada
de oro
matinal.
¡ No me
olvides,
óyeme
en mi susurrar sonoro:
te amo
cada instante más!