Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 12 de mayo de 2014
Mundo de fantasía
Mundo de fantasía,
todo se refleja con brillos y
luces
tan sólo al recordarte.
Me aquietas las ansias,
me conduces por noches
estrelladas,
cristalinas, serenas,
entre silencios sobrecogedores
que nos rodean en un todo
y nos envuelven lejos entre
estelas luminosas
que cruzan el firmamento.
Mundo de fantasía,
tan sólo pensar en ti,
mi alma se va lejos,
vuela raudamente
tras cielos cubiertos
como saeta ligera y veloz,
hacia ti para enlazarme en tus
brazos
y besarte con pasión.
Mundo de fantasía,
mi vida toda se estremece,
vive el hoy contigo a tu lado,
en momentos de frenesíes
maravillosos
que nos transportan a otros
mundos
donde sólo tú y yo nos amamos
y no existe el tiempo.
Vivo en ti,
me fundo en ti,
eres mi refugio de luz,
eres la verdad única,
irrefutable,
eres mi verdad
que como un cerco de tules
donde el aire huele a gardenias,
me envuelves
y no me dejas ir a otros amores.
Mundo de fantasía,
éste, el que vivo Hoy,
has hecho nudos de tenues hilos
entre tu vida y la mía,
nudos que desde lejos
se aprietan como tus brazos
y los míos en sinuosos canales
entre flores y pájaros
multicolores.
Mundo de fantasía,
tan sólo con tu pensamiento
que me busca en los lugares
distantes
adonde mi cuerpo y mi mente me
llevan
y la distancia no es distancia
es cercanía de amor.
Mundo de fantasía,
lo transformamos,
soy tu amor arrebolado,
cómplice,
dichoso de sentirte a mi lado
y de que tu luz ilumine mi vida,
bajo luces de blancos albores
que nos llevan al más allá.
Luz en las tinieblas
Luz en
las tinieblas,
se asoma entrecubierta,
entre
neblinas grises y oscuras,
en
duras alamedas de cristal
donde
el aire es triste,
me
sigue y canta llantos de amor.
Necesito
la luz,
el
cielo amplio, el mar en calma
pero
las tinieblas
como
abismos sin fin
me
hunden en tristezas y llantos,
me
envuelven sin poder
ver ni
un resquicio de luz
aunque sea opaco y sin brillo.
Luz en
las tinieblas, risas
y
lloros sin flor, sin rumores
de alas
en mis sueños.
Mis
versos, mis poemas,
se
esconden,
cada
estrofa es una nube
y para
flotar en ella
hay que
tener luz de estrella
y
corazón de amor.
¡Versos!,
entre la luz en las tinieblas
con
ímpetu alado ascienden
al
ideal del alma enamorada
y en las estrofas vierten el cielo
y la
tierra cantando entre claros y oscuros
su
canto de amor.
Luz en
las tinieblas,
serenamente
triste,
colmada
de suspiros,
mi alma
entre mantos de nieblas
y de
misterios se viste
en
noches solitarias
entre
versos de angustia
y fragosas tempestades
que el
mundo me ha rodeado.
Luz en
las tinieblas,
en la
hora del recogimiento,
mi
espíritu duerme
en una duermevela sombría y torva,
sólo se
apacigua
cuando
ese pequeño rayo de luz
se
asoma entre los acantilados oscuros.
Las
nubes vespertinas se amustian,
los
bosques tupidos se adormecen,
la
humedad los torna grises
y en
las colinas,
un vaho
torpe y nublado
asciende
hacia el más allá.
Luz en
las tinieblas,
entre
la azul altura del vasto firmamento
creo
ver tu figura ágil y amada
llegar
hasta mí,
asomándose
entre los astros
cuyas
luces divinas como miradas
pesan
sobre mi pensamiento,
en mi
corazón solo y cansado.
Y de
sombras mi espíritu se anega
y entre
las tinieblas
una voz
se escucha que me dice:
¿Seguir?
¡Si no se llega!
Y seguir
es luchar,
¡qué
inútil lucha!
Ya
sobre mi arpa,
ahogando
sus rumores,
el
tedio pesa y el silencio flota…
Ya no
se escuchará
el reír
de la vibrante nota.
Ya la
luz de las tinieblas se extingue,
la oscuridad total y absoluta
sólo me
permite imaginarte a mi lado,
ya nunca más
te
besaré en la frente,
el
sueño alado
no
girará en mis versos.
Sólo
aspiro a encontrar,
evitando
el borde del abismo,
un
noble amor sincero
que no
me conduzca
a una
realidad abrumadora.
Voz de luz
Ir hacia la luz que nos ilumina, luz del oír,
que enciende los espacios del sonido y
quiebra el silencio.
Tus palabras en tu voz grave y única
tienen visos de albor, de aurora joven.
Si la voz se sintiera con los ojos
¡ay cómo te vería!
Al hablar, tus murmullos encienden
los espacios del sonido,
se ilumina la gran oscuridad.
Susurra, enciende, ilumina con
gozo cenital el día porque tu voz
crea lo inimaginable.
Cazabas en alfabetos dormidos en el agua,
desnudas y
sin dueño esas letras intactas y
repetidas volaron desde el alma tan desde lejos
que tu voz fue una leve y pura sombra de voz
y yo nunca la oí.
Déjame oírte para decirme a mi misma
lo que yo deseaba que tu me dijeras.
Mientras me susurrabas se alzaron
los sentimientos, mandó tu voz, el cielo
se hizo visible en tus ojos y pronunciaste
el querer en tus labios.
Quiero tu voz con luces de ternuras
espacios de amor surcados por palabras
que contienen la dicha escondida y
deseada hasta el más allá.
Nacen en el vacío espacio de luz
innumerables, las formas delicadas y posibles
del cuerpo de tu voz y con tu hablar,
repetidas volaron desde el alma tan desde lejos
que tu voz fue una leve y pura sombra de voz
y yo nunca la oí.
Déjame oírte para decirme a mi misma
lo que yo deseaba que tu me dijeras.
Mientras me susurrabas se alzaron
los sentimientos, mandó tu voz, el cielo
se hizo visible en tus ojos y pronunciaste
el querer en tus labios.
Quiero tu voz con luces de ternuras
espacios de amor surcados por palabras
que contienen la dicha escondida y
deseada hasta el más allá.
Nacen en el vacío espacio de luz
innumerables, las formas delicadas y posibles
del cuerpo de tu voz y con tu hablar,
casi se
engañan
los labios y los brazos que te buscan.
Y a la luz del oír, los ojos no ven
los labios y los brazos que te buscan.
Y a la luz del oír, los ojos no ven
en un ámbito
radiante creado por dos...
Que tus
palabras penetren en la quietud de
mi penumbra
y que me despierte con la lluvia de tus ecos.
¡Dame de tu voz el viento!
que se escuchen conversaciones eternas en nuestras voces
risueñas y de soñada armonía.
El tono de tu voz afecta todo y la siento
lejos, lejos,
¡Dame de tu voz el viento!
que se escuchen conversaciones eternas en nuestras voces
risueñas y de soñada armonía.
El tono de tu voz afecta todo y la siento
lejos, lejos,
muy distante
como si cada palabra fuera
una nota de un pentagrama ya escrito y ya ido....
una nota de un pentagrama ya escrito y ya ido....