Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 20 de mayo de 2014
Pérfido corazón
Pérfido corazón,
con hábiles maniobras
y lastimando mis sentimientos
tu ingratitud me invadió
hasta lo más profundo.
Me heriste con tus maliciosos juicios,
ignoraste u olvidaste
todos mis esfuerzos
para darte lo mejor en tu vida.
Fuiste un baluarte para mí
cuyos muros cayeron por tu incomprensión
y tus desalmados sentimientos.
Pero aunque todo sea un gran todo,
trataré de que parezca una nada.
No quiero recordar tus perversos esfuerzos
para herirme y lastimarme.
Rompiste mi corazón con tu hábil indiferencia
pero cruzaste la línea con ladina porfía
y supiste hacerme sufrir
hasta que un manto de lágrimas
cubrió mi pecho.
Ahora ya no quiero
saber más nada de ti.
No eres nadie en mi vida,
fuiste el todo,
mi ternura,
mi amor,
mi protección,
mis cuidados,
todo eso ya ha desaparecido
en el espacio infinito de la nada.
Todo tiene un principio y un final,
lo que sentí por ti se terminó ahora busco un sino,
un sendero,
una luz,
donde refugiarme a curar mis heridas
las que tú causaste y no me verás más,
para ti desde hoy no existo, soy invisible.
Comprendo que nunca comprenderás
el daño que me hiciste
y en algún momento de tu vida
cuando yo ya no esté pensarás en tu actuación cruel
y mezquina hacia mí pero ya no tendrá solución,
lo pasado ya fue.
Empezaré a vagar sola encontrándome conmigo misma,
buscando donde está la verdad,
cuál fue mi error,
en qué camino de errores me sumergí
para no volver a cometerlos
y en el hondo silencio de la noche
encontraré las respuestas aún dudosas
de por qué recibí estas heridas
sin haberlas creo provocado.
La memoria del corazón
elimina los malos recuerdos
y magnifica los buenos
y así podré sobrellevar lo que sucedió esa noche,
a quien quise tanto y por celos,
envidias,
rencores,
me destrató y surgió su furia
queriéndome hacer pedazos.
Ese hombre nació de mis entrañas,
un fruto hermoso que colmó mi vida,
fue lo más querido,
lo más preciado pero hasta hace poco
se transformó por los pasos de la vida
en otro ser deshumanizado
y sin sentimientos buenos.
Ya la vida lo llevará por otros caminos,
donde su corazón cerrado
se abra al espacio sin fin del amor.
Yo no lo veré ni lo sentiré,
pero son mis deseos los que lo lograrán
y podrá encontrar el camino de la verdad.
Cuando la razón indica decepción
hay que darle paso a la razón
para que no sufra el corazón.
Desde hoy mi tarea es llevar mi vida en alto,
jugar con ella,
lanzarla como una voz a las nubes
a que recoja las luces que se me habían ido lejos.
Ese es mí sino:
vivir plenamente entre risas,
alegrías,
olvidos y amores renovándome cada día
para encontrar la luz de la plenitud
llenándome de gozos con alas por el aire
como las mariposas o las nubes flotantes.
Danza circular
Danza
circular,
bailo la vida,
siendo
lo que soy,
una y
otra vez,
me
renuevo
con las
estaciones del Universo
y mi
cuerpo es el cuerpo
de todo lo que es.
Yo soy
la que soy,
una con
el gran Sol,
soy esa
esencia que nunca morirá…
a pesar
de desangrarme por el camino,
viajando
los senderos
que
eligió mi corazón.
Danza
circular,
rítmica,
audaz a veces,
sensual
otra, lenta o vibrante,
pero
siempre plena
aún
bailando conmigo misma
pero dedicada a ti, mi amor.
Danza
circular,
la bailo
de madrugada
con la
espiral de la luz…
bailo
hasta que el fuego sagrado
de la noche se enciende,
me
libero y me desapego de todo,
apego
con la música del cielo…
¡Ven,
acércate, baila conmigo
la
hermosa danza de la vida!
Danza
circular,
apasiona
el aire y vuelve
leve la sed del amor,
nacen
los versos
entre
caligrafías de perlas
en un mar de pasión
irradiando
encantamientos
y
concediendo dones
como la
dulzura de la miel,
la caricia del musgo,
el
fuego del mar.
Danza
circular,
entre arabescos
de luz,
entre
nervaduras del cielo
y
abrazos de agua.
Danza
circular,
arremolina
sentimientos
y me
deja en un espacio único,
mágico,
irreal,
imantando el alma
con
geometrías vegetales
y tules
de plata
enredados
en mi piel.
Danza
circular,
es
contigo que estoy, amor,
disolviendo
la fragua
de la
pena que quema,
movimientos con resplandores,
sin los
siete velos,
sí con
estrellas migratorias
en
arterias doradas,
palpitando
árboles
y cuerpos enramados
en
remolinos y ascensiones.
Danza
circular,
la
música nos envuelve
entre capullos
concediéndonos
el don de amar
y se
mueven resplandores
como
vuelos de arcángeles sin espadas.
Mis
pasos son pasos de una danza,
bailo poesías
entre
colores y movimientos,
fogosos e intensos,
creando
espumas, nubecillas,
jardines
celestes, corolas blancas.
Danza
circular,
que
comienza antes de que llegue el día,
labradora,
la aurora se levanta
entre estrellas rezagadas
que con
sus luces
recorren
los cielos
por el mar que aún va a sembrarlas.
Estalla
la danza
entre
mil sones redondos
de eterna magia y esplendores,
estallan
en los espacios claros,
cubriendo
de mitos
que la
luz guarda.
Danza
circular,
eterna
y sentida,
todo baila,
brazos,
manos, pies y dedos
y hasta
los ojos y labios
tiemblan
en rítmicos parpadeos
y
balbuceos de amor
y
cubren su verdad guardada
en lo
profundo de su seno
con latidos
gozosos
y palpitantes albores.
Pesares del ayer
Pesares
del ayer
vuelven
a mis recuerdos
cual
de puerta pesada
cuando
gira
sobre
goznes de hierro enmohecido.
Anidaban
en las grutas del olvido
y
ahora pregunto
¿por
qué regresan en un sombrío torbellino?
Pesares
del ayer renacieron
en una
mañana apenas comenzada,
áspera
y fría cual musgosa bruta
y
ardieron en el cielo de esa aurora
nubes
de un rojo intenso
como
en un conjuro infernal,
colmado
de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares
del ayer
como
nubes de borrasca
me
inundan con un ronco eco
de
dolores idos.
Todo
aquello pasó
pero
aún en mi mente siento remordimientos
por
no haber sabido actuar con límites
y
dejar pasar al dolor
por
mis fronteras que debían protegerme.
Pesares
del ayer,
mi
afligido pensamiento quiere ahuyentar
las sombras
de aquellos ayeres,
de
aquellos amores que en vano llegaron a mí.
Pesares
del ayer,
recuerdos
que deben irse
al
lugar secreto donde reina la paz y el silencio
haciendo
irse muy lejos a los tormentos imborrables
y a
las tristes agonías
como
son una mano fría dentro de mi pecho.
Quiero
que todo lo pasado que provocó dolor
se
hunda en hondos precipicios palpitando
en
un viento ardiente
como
el que sopla en un gigante incendio.
Pesares
del ayer,
dejadme
vivir desde el Hoy
la
vida en un continuo palpitar de alegrías,
esperanzas,
ilusiones
sin llantos ni gemidos,
plena
de amores y deseos calmos.
Y
poco a poco nacerán los versos,
las
frases,
las
prosas,
entre
perfumes de flores
guarnecidas
de pimpollos nuevos.
Y
entre risas y lloros en flor
mis
prosas volarán en las alas de mis sueños.
¡Versos!
¡Palabras
de amor!,
me
hacen refugiarme en el mundo del olvido
sin
pesares del ayer,
sólo
estrofas entonadas como canción de vida.
Pesares
del ayer,
unos
los hundo en el mar,
otros
cruzan por el éter
para
que beban luz en las estrellas
y no
regresen jamás a mis recuerdos
que
tan sólo quieren revivir
los
mejores instantes de felicidad
de
los ayeres de ayeres y en este Hoy
dormitar
en el silencio de la luna llena
rodeada
de luces brillantes de amores nuevos.