Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 30 de mayo de 2014
Soñando luces
Soñando
luces
que nos
encandilan
en esta
noche oscura y nuestra,
somos
una luz
que se encuentra con otra luz
y queda
iluminado el mundo
sin que
nada se toque.
No
sabemos ni el dónde
ni el
por qué.
La
ternura de todos los surcos
se han
quedado enredados
en
nuestros pasos
y los
dulces instantes vividos
siguen tenues
en
nuestras almas vibrando.
Soñando
luces,
la emoción que brotó de nuestras vidas
que fue
manantial desbordado
ha tomado la ruta del alba
y ahora
vuela por todos los prados.
Ya la
noche se fue
pero
quedan las luces
que con
destellos dorados
iluminan nuestra mirada,
queda el velo
que al
recuerdo se enlaza, apretado
y nos mira en estrellas semidormidas
desde
el cielo en nosotros rondando…
Soñando
luces,
que parpadean
al son de nuestros besos,
aquí en
nuestras manos,
allí,
dentro de nuestras almas,
perviviendo
el prodigioso saber
que nos hallamos juntos, muy juntos,
sin
sufrir memorias de dolores pasados.
Nada de
este milagro es recuerdo
porque el recuerdo es la pena de sí misma,
la tristeza del tamaño del tiempo
pero en
nosotros,
todo es eternidad, relámpago.
Soñando
luces,
sólo
vale vivir de cara hacia ese dónde,
queriéndolo,
buscándolo.
Soñando
luces,
como
centellas de plata
la
noche surcan
y al
surgir el alba
las nuevas emociones se atan
como
manojos de flores recién nacidas.
Todo
sabe a canciones y a fruto
como un
cáliz de eterna dulzura.
Se ha
quedado tu vida en mi vida
como el
alba se queda en los campos.
Soñando
luces,
anudamos emociones,
sorprendemos sonrisas
entre
nuestras manos caídas
desde
el pájaro más vivo
que se
asoma
a mirar
nuestro viaje alado.
Por
encima del mundanal ruido,
una
larga ilusión se fue rondando
e
inclinó la sombra de nuestras mentes
en el rayo de luz de nuestros regazos.
Soñando
luces,
todo el
Cosmos se abre a nuestro paso,
iluminando
nuestras huellas
que
transitan
por el
sendero brillante del amanecer.
Nuestra
vida estalla en caricias,
en
canciones inesperadas
y
nuestras almas no pueden
alcanzar
el silencio del poema sin palabras
y saltan por nuestros labios
hechas polvo de vibraciones íntimas.
Soñando
luces,
despejando
senderos oscuros
con
diáfanas y puras emociones
entre canciones felices
y el
dolor nunca se dará cita
con las
pintura transparente del cielo.
¡Soñando
luces,
en todo
nuestro existir,
arpegio
divino
que nos
une
en
espejismos de grandeza!
Desarraigada
Desarraigada,
su
significado profundo y hondo
hiere y lastima el alma,
trastorna mi mundo interior,
confunde
mis amores
en
desamores.
¿Por
qué me siento apartada,
alejada
del
mundo que me rodea?
Soy una
emigrante itinerante,
mi lar
está fuera del real,
mi imaginación me transporta
a un
mundo
donde
vivo dando amor,
traspasando barreras,
cadenas,
prejuicios,
críticas,
¿cómo
no sentirme perturbada
al
vivir desconectada,
descuajada
de la
rama alta del ciprés
verde y frondoso,
cima en
la que creí vivir,
levantando vuelos cortos
y veloces
para
regresar
al
lugar que creí era amada?
La vida
tiende sus redes
y en un
instante
me
siento dañada
pero,
¡ya no más!
No
pueden arrancarme de la luz
que me
conduce a un orbe nuevo
y
maravilloso,
desprendiéndome
de lo que el amor
me hace escribir,
inundar
páginas en blanco
que me buscan desesperadamente
con
ansias de volcar en ellas
mis
inquietudes,
mis sentimientos,
mis
deseos de escaparme
a otro
lugar distante
y vacío
donde encuentre la paz ansiada
en mis
ideas locas
de
estar enamorada de la vida.
Desarraigada,
desterrada de este mundo real
para poder irme
al
mundo mágico,
puro y
límpido
donde
nacen mis prosas poéticas vírgenes,
sin causas ni porqués.
Desarraigada,
me voy,
no
tengo tiempo de volver a empezar,
de
regresar a ese pasado
cercano
y lejano a la vez,
debo volver al hoy,
plenamente,
entre
cielos azules
y nubes de algodón,
entre
desprecios de lejanías,
mares
transparentes,
turbulentos y calmos,
entre
rojizas puestas de sol
en el
horizonte lejano,
donde las
nubes danzan
a su alrededor,
en
silencios y vientos calmos.
Desarraigada,
¿por qué ocurrió?
No lo
sé,
son
diferencias de vida,
de
sentir el amor y de ser amados,
como
ídolos de mármol,
duros,
impenetrables,
rígidos
y no
con el corazón abierto
para
dar lo mejor de mí,
de
sentir cálidos sentimientos
y
brisas frescas
y
limpias en mi mente.
Ya me
desprendí
de todo
el manto de llanto,
ahora
sólo correré tras la música,
las risas,
las bellezas del verde bosque,
el azul del mar
y los
corazones tibios y verdaderos
que se
me acercan
y me acarician
con sus
miradas dulces
y
palabras tiernas
buscando en mí
el amor que aflora
sin
saber por qué.
La
pesadumbre se fue lejos,
no
quiero pensar en los recuerdos
que me
hicieron mal,
busco la luz,
quiero sentirme envuelta
en ese
capullo que me protege
entre
palabras de amor
en mi ser entero
y que
la alegría me invada entera,
no sintiéndome desolada
y
triste,
si no plena de amor
para
dar a raudales
por el
mundo que me rodea
y lo
quiere recibir.
No regresaré
No
regresaré
por el
camino
donde
quedaron tus huellas marcadas,
porque
me llevarán
por un
sendero oscuro,
sombrío,
hondo
y con
obstáculos
que
lastimarán mi alma.
No
volveré
a
pronunciar tu nombre,
sola
vagaré
en
bosques umbríos
y
campos de flores,
jugaré a no recordarte
y
beberé
la luz
de las estrellas
buscando nuevos horizontes.
No
regresaré
a
compartir tu destino
aunque
quieras tenerme
cerca
porque
no quiero volver
a bajar al abismo contigo,
porque tú
ya no
significas nada para mí.
Ya
desapareciste de mi ser,
no quiero sentirte otra vez,
lo nuestro desapareció
hace
tiempo
y no
quiero
volver
a pensar.
No
regresaré,
no me
interesa tu mundo
sin
luz,
no me
mereces
y no te
daré el gusto
de
volverme a tener.
No
regresaré
porque
tus sueños
sólo
viven en la bruma,
vagan
sin empeño,
sin
rumbo,
en un
mundo fantasmal
donde
la risa,
el
canto,
ya no
existen,
sólo se
escuchan lamentos,
llantos,
tristezas.
No
regresaré,
mis
puertas y ventanas
bajo
candados,
herrajes,
cerrojos,
están para ti
selladas
para siempre.
Dejo tu
recuerdo
enterrado
en la
arena de los tiempos
para
que se desvanezcan
por cada lágrima
que me
hiciste derramar
desangrando
mi alma.
No
regresaré,
ni te
escribiré versos de amor,
ni
malgastaré minutos
de mi
existencia
pensando en un ser terrenal
que
sólo trajo
frustración
y dolor.
Ahora
voy a llenarme de luz,
abriendo
mis alas
en
busca de amores alegres,
de
nuevas fronteras,
nuevos
perfumes,
muchas
sensaciones nuevas.
No
regresaré a ti,
escribiré
poemas de amor,
frases,
palabras,
donde
tú
sólo
seas un recuerdo,
crearé
el tiempo
haciendo
correr mis versos
como el
agua
que
recorre su cauce
por los
afluentes de mi alma
alimentando
el desierto
con los
latidos del corazón.
Adiós
amor de solitarias citas,
de promesas incumplidas,
¿por qué seré cruel dirás?
Será
porque no quiero
sentirte
otra vez,
lo
nuestro desapareció,
mi
ausencia desnuda
de
sombras
y dudas
quedará
en el olvido.
No
volveré.