Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 1 de junio de 2014
Mil historias
Contaré mil historias vacías
cuando te bese en contra del Universo
y perderé mi habla a lo largo del día
a cambio de una melodía con mis versos.
Mil historias de insólitos
cortejos de palabras
en los momentos perfectos
del vivir que liberan
y fascinan nuestros nombres
en noches de luna y estrellas.
Mil historias
que dejamos en el pasado,
perdiendo algunas,
casi todas,
en el olvido.
Así que contaré mil historias vacías
pero te tendré en lo hondo
de mi ser porque tú,
amado mío
vas en torno a lo que escribo,
eres mi inspiración,
eres mi todo.
Y por que tú,
mi luz de cada día,
llenas con devociones infinitas
todo lo que escribo,
mis frases,
mis palabras,
sobre vastos contornos a la deriva
de toda mi existencia.
Nueva forma,
misma historia,
mil historias,
llegó el momento de escribir
llena de pasión
y conocimientos ocultos en mi mente,
en mi alma y en mi corazón.
Llegó el momento
de desvanecer mis sentidos
en un cuento sin final,
en una historia que mi vida cambiará,
que la vida de todos cambiará.
Mil historias de amor
llenas de pasión y de ilusión
con mensajes
con ansias de vivir a pleno.
Mil historias que nos hacen
desaparecer y entregar
mis sentimientos a estos momentos,
que con su manto de colores,
rencores y dolores,
los han escondido.
Llegó el momento
de hablar con el corazón y de escribir
sintiéndome poeta en momentos
breves y de paz.
Mil historias que calaron
en ondas sucesivas cruzando
concéntricas tinieblas,
forjando mis días,
mis años,
en formas turbias en sucesión
de vivires en escenarios
de falsas pasiones y tedios infinitos.
Mil historias que desaparecen
por fin en la nada y vuelve la soledad,
toda desnuda,
inmaculada,
ajena a las maldades,
blanca,
muy blanca,
sin quejas ni llantos,
¿adónde se han ido?
No lo sé,
sí comprendo que se entrecruzaron,
se enredaron,
se deshilacharon en pedacitos de vida,
de minutos,
de segundos,
de un palpitar del ayer
que me trajo hasta el hoy.
Mil historias en las que voces en tropel
repican en mi mente
y parecen que vienen de otro lado,
de un dónde sin encuentros
de quienes las forjaron
entre giros de hilos de encaje,
entre nubes de sílabas,
frases,
palabras que marcan
el rumbo de un nuevo existir.
Te añoro
Te añoro
(En el aroma del recuerdo
y en la brisa fresca
que trae memorias)
Te espero
Te añoro
(En cada mirada,
en cada sonrisa,
en la frescura de tus besos)
Te espero
Te añoro
(En cada destello de ilusión
con la que mi alma vibra)
Te espero
Te añoro
(En mis días largos
y en mis noches tristes)
Te espero
Te añoro
(En el gran vacío
que dejaste en mi corazón
y en mi alma)
Te espero
Te añoro
(Aún
en la soledad de la noche)
Te espero
Te añoro
(Desde la lejanía
distante e inconmensurable)
Te añoro
Te añoro
(Desde
distancias sin tiempo)
Te espero
Te añoro
(En los rincones de mi esperanza
para que me salpiques de ternura)
Te espero
Te añoro
(En el trueno y en la luna,
en la lluvia torrencial
y callada)
Te espero
Te añoro
(En los confines del orbe,
en el silencio del cielo)
Te espero
Te añoro
(Entre imanes de imágenes
y en la oscuridad
que me envuelve)
Te espero
Te añoro
(Entre los bosques umbríos
que entrelazan sus raíces)
Te espero
Te añoro
(En el refugio cálido
de mi corazón enamorado)
Te espero
Te añoro
(Navegando en mis recuerdos
de nuestro amor vivido)
Te espero
Te añoro
(En mis tardes desoladas
y mis crepúsculos de ensueño)
Te espero
Te añoro por el beso secreto,
en lo sublime de lo oculto,
en el mar en calma,
en la tormenta,
en el viento que canta,
en el silencio vacío,
en el abismo del océano,
en el mismo cielo.
Te busco y te espero.
Dos títeres
Dos títeres,
somos dos seres que sin rostro y sin piel
nos amamos con
total intensidad,
manejados no sé por quién.
¿Quién rige nuestras vidas?
Vaga historia,
formas turbias,
sucesión de
ademanes con cadencias.
Y en nuestros escenarios de vida,
surgen de pronto,
veloces
animaciones,
falsos besos
a través de nuestra aparente piel
y sufrimos condenados sin remedio
a pasiones y a
ilusiones vanas.
Nuestros cuerpos se acercan,
se tocan,
se llaman pero en un instante,
sin darnos cuenta
se paran tan
sólo frente a frente
entre enredos
de hilos multicolores
y volvemos a la
soledad,
toda desnuda sin ver en nuestro interior
la tela blanca de nuestras vestiduras,
inmaculada,
ajenas a las
maldades
que en ella pretenden,
unos extraños,
cometer.
Dos títeres,
que entre hilos
de voz,
que se oyen en la noche,
nos acercan y nos alejan,
¿Quién,
de dónde,
por qué?
y entre luces
inciertas
nos amamos.
Juntos,
muy juntos,
de improviso,
desapareces en un telón oscuro y misterioso,
¿Adónde estás?
¿Por qué te alejas?
Y yo sola quedo desmadejada
y quieta en el suelo polvoriento del teatrillo.
Por mis mejillas
resbalan lágrimas de color
y esos lagrimones tristes,
dejan manchas
en mi vestido
de estopa y
algodón
como pétalos encarnados
de mil colores diferentes.
Y mi voz que sólo tú escuchas,
te dice temblando y con frío
“soy el dolor
que por donde andas,
ando.
No clames más,
tu corazón es
mío.
Títeres,
fantoches,
polichinelas
nos llaman,
brindamos risas
por doquier
pero en nuestro interior con voces prestadas,
chillonas,
agudas, falsas,
sufrimos por amor,
habitamos un
cuerpo que no es nuestro
y no pueden sujetar
con trenzas o lazos nuestros corazones
que están unidos por un eterno tiempo.
¿Quién nos hizo?
¿Por qué?
Vivimos en un
hoy
que no es
nuestro
y con redoblada fuerza
sacudo el silencioso corazón
de quien nos une y desune a la vez
y sólo hay una
puerta
que ni a mis golpes responde,
es inútil cambiar,
es inútil gritar,
sólo nos queda amarnos
en esos
instantes en que por milagro,
estamos juntos,
muy juntos.
El tiempo es un río que huye
y en algún momento en un arcón de madera
nos dejarán
juntos y todo quedará atrás
en las sombras de un remoto ayer
y así podremos amarnos,
reír, vivir nuestro existir,
mirándonos a
través
de nuestros ojos de cristal policromados
y siempre
abiertos.
La eternidad será nuestra casa
que al fin hemos de habitar
y no habrá hilos ni lazos
que nos puedan separar.
Dos títeres que se aman
y que ya no
temen a la muerte ni a la vida,
sólo les queda
soñar y así todo pasa,
sin que la
transparencia del mañana
se enturbie jamás.