Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
lunes, 2 de junio de 2014
Realidad de un sueño
Realidad de un sueño,
esperado,
añorado,
esperanzado,
soy feliz,
mi piel y mi alma
inundados de
poesía de amor,
comprensión,
amparo.
El mundo gira y se mueve despacito,
poco a poco y
los que amamos la vida
a través de la poesía nos encontramos al fin.
Realidad de un sueño,
el amor me rozó
con esperanza envolviéndome entre poemas,
cuentos,
prosas y sin
darme casi cuenta
estaba sumergida en la poesía del mundo
en la isla del verso.
Vivir amando,
enamorada de la vida,
con fe en el ser humano
hace soñar que
el mundo cambia,
poco a poco,
reinando la paz,
la solidaridad,
la unión de
almas entre capullos de amor.
Mi corazón late
con ritmos sonoros de alegría incontable
y como el
viento que agita
la fronda de
hojas de mi otoño,
siento surgir sangre nueva,
renovada en mi cuerpo marchito
de tanto andar buscando
ese amor que espero con ansias
y deseos locos de encontrarlo
y entregarle mi
alma,
toda yo,
en un acto sublime
y largamente
esperado.
Realidad de un sueño,
mi sendero colmado de sombras de abedules,
nogales, robles,
hayas,
flamboyanes,
me conduce a la verdad absoluta y total
de que sin amor la vida pierde su sentido,
debo entregarme
a él,
a mi esperado amado amante entre prosas,
frases,
palabras que vuelan
como las aves entre el cielo y la tierra.
Realidad de un sueño,
olvidé las heridas punzantes,
los dolores
agobiantes,
las ofensas sin sentido,
no existen más,
desaparecieron en el ayer de los ayeres
y en este Hoy
sólo el amor
mueve todo mi ser y me subyuga,
me fascina, me aturde,
sé que llegará, está cerca,
escondido en un lugar recóndito y secreto
del cual vendrá hacia mí de pronto,
sorpresivamente
y en ese momento
la felicidad me
elevará
entre las nubes al horizonte sin fin.
Realidad de un sueño largamente esperado,
anhelado
tiernamente,
estar a tu lado y besarnos con pasión,
locura total,
nuestros
cuerpos y almas en un mundo
nuestro iluminado con luces iridiscentes
que brillan en
la oscura noche estrellada.
El mundo entero de polo a polo,
está cambiando
despacito
por el amor de
la poesía y del arte,
almas con almas
entrelazadas,
buscando la unidad
para la
salvación de la humanidad
antes de que desaparezca
en el caos de
la sin razón.
¡Vivir la vida,
es un viaje maravilloso,
enamorados de la poesía
y del amor
total!
Caminante silenciosa
Caminante
silenciosa,
mi
paso leve, despacio,
viajando
por la vida
va
buscando el Amor que
anhelo
tanto.
No
me anuncian lúbricas ceremonias
ni
sordas campanas
de
ancestrales reflejos.
Mi
ruta es la música salvaje de los pájaros
que
sueltan a los aires
mi
bondad en revuelo.
Caminante
silenciosa,
en
búsqueda, con sed ávida
y
perenne del amante único,
y
que también me busca sin denuedo.
Con
gran esfuerzo tendida en playa firme
grita
mi corazón vacío,
en
la nave del mundo.
Caminante
silenciosa,
elegante,
sobria,
aparenta
calma,
pero en su interior
bullen
mil sentimientos
de
nostalgias y desesperación
porque
el amor no llega.
¡A
veces, la vida me quiere estallar
en
canciones de angustia inesperada!
Hay
una sola puerta abierta
en
mi camino silencioso,
¿A
dónde va mi vida,
desconocida
de sonrisas?
Busco
su rastro,
como
si el cosmos se hubiese concentrado
en
su energía
y
hasta ella fuese
mi
emoción hecha pedazos
de
mariposas destrozadas.
Caminante
silenciosa,
con
mi emoción que rueda ahora
por
una de esas islas salvajes
de
dolor y pena.
Me
he sentido llegar allí,
donde
se mueren las canciones felices
y
el dolor se da cita
con
la pintura transparente del cielo.
Sangra
el dolor del atardecer
caído
a mis espaldas,
la
pena del crepúsculo que quizás
no
podré encontrar el Amor
y
seré como una margarita
pálida
en el bosque.
Y
de pronto, mi caminar se detiene,
porque
vislumbro
vuelo
de lirios estirando colinas,
llanto
de arroyos enloqueciendo brisas,
furia
de estrellas en un azul cielo,
El
amor se acerca,
trae
aroma de alelíes,
de
azahares,
de
junquillos,
trae
un paisaje de un inmenso mar,
casi
riachuelo.
Lo
siento llegar,
mi
corazón vibra, tiembla,
y
mil poesías danzan en mi mente,
son
para él, el esperado,
el
que en una cita eterna
trae
el beso enamorado.
En
el pecho del viento
van
diciendo los lirios
que
en el horizonte del mar
dos
auroras se besan.
Más
allá de tus ojos,
mis
crepúsculos sueñan
bañarse
en tus luces.
Mi
caminar en silencio
se
hace más rápido,
va
hacia ti
sobre
un inmenso azul de sueños y alas.
Quebranto tu voz
Quebranto tu voz,
la que se quebró en mil pedazos
de cristales angulosos,
ante el muro que,
infranqueable,
puse entre tú y yo
por la pena insondable que dejaste en mí
al irte sin siquiera un adiós.
No muy lejos… de frente…
viene un cuerpo sin vida,
es el mío,
desvitalizada el alma
que de pena lo contiene.
Quebranto tu voz,
para siempre no quiero
más rocío cristalino,
la ventana de mi alma exhala,
bajando en rapel por mi mejilla
que tú dejaste de acariciar.
Me heriste al desaparecer
y yo sola,
ante un alma vacía
que sufre y pena,
sin pudor se muestra.
Noche tormentosa,
madrugada solitaria,
recuerdo triste,
¿cuál fue el motivo de este alejamiento?
Quebranto tu voz,
no quiero ni de lejos que me llegue su eco.
Te vi
te amé
callé
sufrí
¡desesperación inmemorial!
lloré
sentí
morí
recé
pero por fin con fe
el dolor se fue.
Tú eres como el viento huracanado
quebrando las ramas de los árboles
buscando debilitar mi fuerza,
mi alma pura y noble.
Vivo ahora un sin rumbo ni distancia,
en un esperar callado y dolorido,
en una ansiedad de amor sin ilusión
al contemplar lo triste de tu olvido.
Este terrible dolor
que me atormenta,
esta angustia de saber
que no me quieres,
las horas de mi vivir
pasan muy lentas
sangrando mi corazón doliente.
¡Este tedio,
esta ruina de vivir sin esperar ya que tú
regreses,
este miedo de tener que morir
esperando en vano que me beses!
Convertí sufrimiento en pena
y dolor en poesía,
olvido que espero para cantar poesía,
pido a Dios, Señor,
dé amor de nuevo
brótame a veces pidiendo que regreses.
Aquel amor
sin dolor
sin heridas
sin olvido
¡un amor tan sólo yo quería
y convertí mi ruego en poesía!