Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
miércoles, 11 de junio de 2014
Infinita Espera
Infinita
espera,
si no
me tienes,
si no
estás a mi lado,
mi
sonrisa es fría
y sólo
queda
un
abrazo triste.
Inútil
que te busque
y te
persiga
debajo de la piel de mis sentidos,
se
mueven tus distancias como alas,
¿por qué no vuelven
tus
labios a los míos?
Infinita
espera
de
amorosos recuerdos,
tristezas lejanas,
cariñosas
memorias
que
vibraban cual sones de un esperar.
Añoro
la presión de tus manos,
las
noches de fiesta
a tu
lado.
Infinita
espera,
¡cuán larga es esta desesperada nostalgia!
Días
que brotan
llenos de tu ausencia
en la
esencia de mi vida
pasando
a mi lado indiferente.
Infinita
espera
de luna
plateada
como
espada en cuyo filo
duerme
el amor,
me
duele el alma
donde
anida el trueno
cuando tu cuerpo
se va
como un
rayo
que no
hiere,
mata.
Mi
melancolía se llena
de
añoranzas de pensar
en tu
voz dulce y armoniosa.
Infinita
espera,
tu mirada que añoro
en mis
noches solitarias,
erizaba mi piel
de
claros reflejos
de
luces cálidas y tenues.
Me niego
a despertar
y no
tenerte a mi lado
detrás
de tu perfume
que se
negó a partir.
En
oleadas de vientos
y humos
renace
la esperanza
de que esta infinita espera
llegue
a su fin,
tú
vienes…
Y yo
sueño que Hoy…
tal vez
mañana…
quizás
un día
yo
estaré en tu destino,
abrazada
a ti
como tu
amada amante.
Infinita
espera,
llega de improviso
el idilio esperado
de vida
sonriente
al
sentir tus pasos
nuevamente.
Enséñale
a mi boca
que te
nombra
que has
escuchado mis llamados
para
apoyar mi amor
sobre
tus hombros
en la
luz matinal
que
brilla de claros surtidores
en la
espuma de la esperanza
de que
la espera
llegó a
su fin
y con
sus nubes
el
poniente fragua
y otro
cielo rosado
y verde
oscuro
en los
espejos trémulos
del
agua
nos reflejó a los dos.
El
pálido rocío de tus ojos
se
encendió por altísimas veredas
y al dar tu corazón
el
primer impulso
volcó
por mis sentidos
sangre
nueva.
Infinita
espera,
ya no
existe,
tu
estás apoyado
en la
mañana
llenándome
de luz,
de
primavera
mi alma
ascendiendo
la vida por tus hombros
y en
tus manos
temblando
una estrella,
un aire
estremecido de ternura
llena
mi mundo interior
con tu
presencia.
¡Vibrad
liras sonoras del espíritu!
La
infinita espera ha terminado.
¡Álzate
inspiración,
la mujer poeta canta!
En las alas de tu cielo
En las
alas de tu cielo,
como
una flor no lejos de la noche,
mi
cuerpo mudo
se abre
a la urgencia del rocío.
Me has
hecho volver
a la
memoria de mi cuerpo,
a
comprender lo que dice mi voz,
a que
flores amarillas
constelen
por doquier
mi
círculo de tierra azul
y que
el agua tiemble
llena de enredaderas marchitas.
En las
alas de tu cielo,
vuelo
hacia ti, buscándote
y toda
mi alma siente su curso
como
las estrellas que vivieron
en valles floridos de la tierra
y
besaron tus labios amados.
En las
alas de tu cielo,
en la
inmensidad,
aún
bajo la luna triste y taciturna,
vago en
pálida soledad
como
vagabunda del cielo y de la tierra,
con la
perenne inquietud de encontrarte
y encerrarme en tus cálidos brazos.
En las alas
de tu cielo,
no me
dejes en el profundo vacío
donde
languidece de sed
el alma
mía,
esperando
saciar
mis
ansias dormidas.
Ahora,
sintiéndote mío,
la
noche se astilla de estrellas
y mi
alma se inunda de música celestial.
Eres el
sustento de mis alas
y yo
para ti, las alas de tu vuelo,
sé que
sin ti,
caería
en un abismo hondo y sin retorno.
En las
alas de tu cielo,
la luz nos separa
y
alargando nuestras manos
no se
alcanza el cuerpo de la dicha,
sólo se
palpan soledades nuevas,
ofertas
de la luz.
Y la
distancia en vuelo
es
distancia, son leguas, años,
cielos,
es la luz lejana.
Y vuelo
hacia ti, pisando horas y horas
para
que nuestro encuentro gane,
al fin
del día, la orilla oscura
en que
cesan las pruebas de estar sola.
En las
alas de tu vuelo
el querer se anida en la tiniebla
y pienso que con decir un te quiero
la felicidad contestaría
con
amor y luz
en
nuestras almas.
Tú eres
las alas de mi fantasía,
has
retornado a tu cielo
y
apenas te has marchado,
yo ya te espero.
Todos
tus movimientos,
pasos,
latidos, ansias, quietud
aunque
arrastrar te quieran
hacia una soledad celestial o terrestre,
no te
saben llevar lo que estás queriendo,
te vas
pero en pleno vuelo te acercas,
pronto,
más tarde, luego.
Ahora
tus alas
te llevan a tu cielo
pero tu
corazón late
en
todas las vagas sombras, tenues
que en
la alta noche
estrellan
el azul del silencio,
todas
suenan a ecos.
Mi alma
te espera,
tú lo
sabes y vienes solo hacia mí,
en ese
largo rodeo de vuelos
que das
para volver.
Caricias de amor
Caricias de amor
¡Qué caricia larga
de acción
me sube por las venas
anchas de re correrme!
Sublime sentimiento de amor
que mi alma no puede alcanzar
el silencio de poemas sin palabras
y salta por mis labios
hecha de polvo
de vibraciones íntimas.
Nuestras caricias recorren nuestra piel
y nos unen en un abrazo tan íntimo
que somos un sólo cuerpo.
Cuando estamos juntos,
rueda en mi rostro
la enternecida claridad que sueñas.
Para mirarte, amado,
en mis ojos hay público de estrellas.
Cuando me tomas, trémulo,
hay lirios naciendo por mi tierra
y nuestras almas,
como ávidas gaviotas
se tenderán al viento de la entrega
y yo,
fuente de olas,
te haré cósmico.
¡Hay tanto amor
nadando en mis estrellas!
Caricias de amor,
que en cada alba desharemos juntos
y escribiré un poema
exaltado de la espera
deteniendo de emoción el mundo,
al regalo nupcial de auroras nuestras.
Caricias de amor,
que hacen volver a la vida en un destello.
Las tinieblas de mis pupilas desaparecieron
desde que hallé tu corazón
en la ventana de mi rostro enamorado.
Caricias de amor,
esta noche se ha ido,
casi aurora
casi ronda entre montañas,
como una sensación de golondrina
al picar su ilusión en una rama.
Amanecer, sin alas,
para huirse,
con plena emoción entre mis manos
que asaltadas fueron por tus caricias
que antes eran castas.
Noche rasgada al tiempo repetido,
detenida en esencias altas,
como una claridad rompes mi espíritu
circundas mi emoción con alegría.
Caricias de amor,
callado,
tímido,
íntimo,
así te quiero
sin saber las puertas del mañana,
entre juego de luces, casi alba.
¡Amante,
tus caricias desgajan mis sentidos…
Yo soy un sueño remando por tus aguas!