Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 26 de junio de 2014
Amor perdido
Amor perdido,
¡qué dolor!,
¿sabes?
¡Perder al amor!
Es como arrancarte el corazón
en mil pedazos y toda la luz del alma.
El amor se lleva en lo hondo de la sangre,
el sol que te compaña y te reviste,
brazo en que te apoyas por el camino incierto del vivir,
escudo que te resguarda el pecho de muertes o borrascas.
Amor perdido,
¡quiero llorar entre escombros!,
nos separamos tú y yo en la cuesta para siempre.
¡Algo de mi luz en el polvo se ha perdido!
El miedo a no poder encontrarlo
ahuyenta de los ojos las palomas del sueño
entre clamores de lloros y penas,
apurando en la breve llama la inmensidad del tiempo.
Amor perdido,
ha de haber un portal sin cerrojos
por donde podré entrar
y como atisbando de a poco
te buscaré entre la raíz de los quebrantos.
Otearé para estar otra vez contigo
desde las colinas cercanas y veré
el fulgor que tú irradias desde la lejanía
y así secarás las fuentes de mi llanto.
Amor perdido,
en la flor te recuerdo y amorosa te exalto,
guardando en mis entrañas
los bálsamos de tu amor
y mi secreta lumbre que ilumina
de a poco mi pecho cansado
se refugia en el orillar del mar
bajo las blancuras del astro.
Amor perdido,
¡que hundimiento del mundo!
Un gran horror a columnas quebradas,
tiempos sin imágenes,
cielos intemporales,
entre estíos e inviernos.
Amor perdido se extinguieron las alegrías,
las risas, las danzas,
pero perduran las frases de amor,
aquellas que te escribí con todo mi corazón.
Ahora,
sin tenerte, todo va hacia atrás,
la vida se va quitando frenéticamente horas,
minutos, segundos de encima,
destejiendo,
galopando su curso del lento existir,
queriendo borrar recuerdos,
historias para hacer otra vez
el anhelo de volver a empezar otra vez.
El futuro se llama ayer.
Ayer oculto,
secreto,
escondido entre verdes follajes,
de esperanzas,
hay que empezar otra vez,
reconquistar la vida con toda el alma
y todo el corazón detrás de aquellos otros ayeres conocidos.
¡Vamos hacia el mañana entre estrépitos besos,
inventando las ruinas del mundo,
de la mano tú y yo
por entre campos florecidos
de amapolas ondulantes!
Y ya no más amor perdido,
amor encontrado entre tactos,
abrazos,
piel,
entregándonos al palpitar de sentirnos juntos,
sin caos ni penas,
sólo luz y belleza del vivir.
Amor perdido,
encontrado entre la luz del alba y las estrellas escondido,
tendiéndonos las manos para coger las nubes,
las flores,
las alas,
los mil sonidos del aire
para existir flotantes en el puro vivir,
salvados por milagro de no estar más juntos
y así estrenar el beso,
el amor,
sin sufrimientos ni quebrantos.
Perdida en el tiempo
Perdida
en el tiempo,
mi memoria se pierde en pasados ignotos,
perdidos en el olvido,
en ayer
de ayeres,
de
siglos escondidos.
¡En
este hoy mío, cuánto ayer se vive!
Me
encuentro envuelta
en
poblados de antiquísimos regresos
y ahora
aquí, frente a ti,
toda arrobada aprendo lo que soy,
soy un
momento de tu larga mirada
que me
acaricia, desde ayer,
desde hoy, desde mañana,
paralela del tiempo.
El
tiempo no existe,
aunque
exista la templanza
y la
experiencia de nuestras vidas
pues
cada resurgir de nuestro nacimiento
es la
consagración de nuevos acontecimientos
que nos
llevarán
a
nuestra auténtica realidad y destino.
Perdida
en el tiempo,
en una
interminable búsqueda
de la
verdad, de la esperanza,
necesito
escuchar el resonar del agua
para
que caigan en mi sueño del Hoy
las
palabras de amor
sobre
las hojas que las esperan,
dibujando
en mis ojos
mi
mirada enamorada.
Perdida
en el tiempo,
que me
transporta a fantasmas impacientes,
a la
nada olvidada,
a dudas
disipadas,
a
realidades que aparecen
en la
luz del amanecer
que nos
muestra la verdad
y el
color del ayer.
Parece
perderse en sueños
durante
el día para volver a caer el sol
recordándonos
que el mundo podrá cambiar
lo exterior a nosotros
pero nuestra realidad
interior
exacta y pura
nos acompañará siempre.
El
tiempo ya no es tiempo,
el
tiempo es oro,
pasando
las horas, los días,
luchan los nombres con las cifras,
lo exacto triunfa de lo incalculable,
las
palabras vencidas se pierden en el infinito.
Perdida
en el tiempo, te busco a ti,
el amor inconfesado entre mañanas
sin neblinas ni misterios astrales.
Por el
aire revuelan
gemebundas voces apocalípticas
y rozan
nuestras frentes alas
venidas de tiempos lejanos
como
profecías de regresos de ilusiones perdidas.
¿Qué
haces alma mía perdida en el tiempo?
¿Vives
en el pulso lento del existir sin tregua?
¿O en
las grietas de ayeres pasados,
que
vencen al futuro cercano?
¿O
presientes las celadas,
traiciones,
mentiras
que te aguardan?
Perdida
en el tiempo,
te
busco donde tú habitas
escondido en el corazón del mundo
y viajo
lenta en el espacio
mirando
el lugar donde tú descansas.
¡No me
dejes, no me dejes
que me
pierda en el tiempo de la nada!
Necesito
vislumbrar desde lejos
tu lámpara encendida
entre
las tranquilas sombras
para saber que existes
y estás
presente
en este
perdido tiempo
de mi
existir verdadero,
el que
tú sólo comprendes
y que
me salva de olvidos y tristezas.
El fuego que soy hoy
Hoy soy
fuego,
estoy
viva
y mis
manos
abrazan
la verdad
y baño
el aire
con mis
sonrisas
al
pensar
cuanto
me abrazan
tus
labios
al
besar
como la
boca derretida
de un
volcán.
Tarda
noches
la
noche en ser auroras,
la luz se hace despacio
porque es tu centro
una
fuerza sensitiva.
El
fuego que soy hoy
mi
cuerpo y alma
se
abrieron
ante tu
magia sensorial.
¡Triunfos,
revelación!
Hay
fulgores brillantes
en mi
alrededor
y me
llega el goce
como
espuma sin prisa,
en impolutas
láminas
de
sentimientos intensos
y
deseos
de que
aquel pensamiento
nacido
oscuro,
con mi
sol,
a tu
cuerpo
he de
bañar.
El
fuego que soy hoy
es luz
que
traduce incógnitas lejanas,
a gozos
inmediatos,
a placeres sentidos
hasta
los más íntimos.
Inconcientemente,
en mis
sueños estás,
donde
no mando yo,
sino sólo mi corazón
y allí
tuya
por siempre
puedo
ser por una eternidad.
El
fuego que soy hoy
no se
apagará,
es un
misterio velado
que la
mañana que asciende
hacia
su colmo esplendor,
paso a paso,
en
contornos
se goza aún más
y en
perfiles
rechaza
lo desconocido,
lo no
sentido con intensidad.
La
hoguera de mi interior
se
enciende
sólo en
pensarte
y se
alza arrebatadora,
velocísima,
como
alas
en el
confín del mar.
El fuego
que soy,
está
encendido
en mi
corazón para tí,
sólo
para tí,
eres mi
milagro de amor
y cada
vez que pienso en tí,
siento un cosquilleo
por todo mi cuerpo,
te
necesito a mi lado,
sin
tocarnos siquiera,
estremecidos
tan
sólo con mirarnos.
El
fuego que soy hoy
es un sortilegio de amor
y mis versos,
vibran,
al
volar
al
papel que los espera
con
ansia
para
que lleguen a tí
mis
palabras de amor.
Soy tu
amante escondida
que
alisa la arena,
bien
lisa,
para
que en rasgos levísimos
la mano escriba
lo que
siento por ti
entre
pudores de espuma
mensajes
de ondina son,
soy tu amada total,
te ofrezco mi vida.
El
fuego que soy hoy
alumbra
la marina,
en una noche estrellada
entre
abrazos truncos
y besos
que al
aire
fueron
entre deseos
que
se alzaron
y altas
quejas de espuma
que se
llevó el viento.
Sin
ansias
y sin
prisas
espero
el amor
que se
inicia como idilio
estrenado
en
fábulas no escritas.
Y
tejiendo y destejiendo,
el
fuego que soy hoy,
los
versos
permanecen
entre hilos de luz
de este
raudo amor
que se
inicia
para siempre.