Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 8 de febrero de 2015
Mañana del ayer
Mañana
del ayer,
vivida con
intensidad total
como si fuera
un Hoy
último y
deseado.
Sobrevuelo
como una dinastía de soles,
amo y soy
amada,
estoy
envuelta en hilos
de unión
perdurable y recíproca.
Mañana del
ayer,
ya vivida
desnuda,
he soñado una
noche solar
con viento y
lluvia,
me borraron
como a un fuego,
como a un
poema
escrito en un
muro.
Mañana del
ayer,
más allá del
olvido,
alguna vez de
un costado de la luna
verás cómo
caen los besos
que brillan
en mí.
Las sombras
sonreirán altivas
luciendo el
silencio que gime vagabundo,
vendrán las
hojas impávidas
que algún día
fueron
lo que a mis
ojos vendrán
las mustias
fragancias
que innatas
descendieron del alado son.
Mañana del
ayer,
esperada,
ansiada,
deseosa de
vivir las rojas alegrías
que burbujean
intensas en el sol,
que redondean
las armonías
equidistantes
en el humo
danzante del
amor nuestro.
No me
abandones, mi amor,
en esta
verdadera mañana del ayer.
No quiero que
falte poesía,
en el Hoy del
hoy,
entre
ensueños rezagados.
Pido el
silencio entre nosotros dos,
que nos
amemos juntos,
como si
fuéramos uno,
solo tú y yo.
Mañana del
ayer,
sed
silencio
encuentro
amor.
Vida, mi
vida, déjate caer
déjate doler,
mi vida,
déjate
enlazar de fuego,
de silencio
ingenuo,
de piedras
verdes en la noche clara,
déjate caer,
ahora,
ya, mi vida.
Mañana del
ayer, cuando me miras
mis ojos son
llaves,
el muro tiene
secretos,
el temor de
no tenerte solo tiene poemas,
solo tú haces
de mi memoria
una viajera
fascinante,
un fuego
incesante.
Estoy acá
Estoy acá
cerca de ti
muy cerca,
mi vida en tu vida
y tú me desconoces
no sabes quien soy
Camino por las orillas del mar
y la espuma me acompaña
se creen que voy sola,
no, estoy contigo.
Los espejos,
el agua quieta
sombrean un solo cuerpo
pero en el alma hay dos sombras
unidas por lazos indisolubles.
Estoy acá
me debía bastar
con lo que ya me has dado
y pido más y más,
tú nunca podrías dar
otra cosa de ti
más perfecta.
Se cierran sin misión, ya, los ojos
a una luz, ya, sobrante.
Estoy acá
tal como me la diste
la vida está completa:
tú, terminado ya.
Pero de pronto te entregas a mí
es reconquista de ti
vuelta hacia dentro.
Estoy acá,
pidiéndote que me quieras
decirte que vivas,
que vayas más allá todavía
por los recovecos últimos de tu ser.
Estoy acá,
pidiéndote,
implorándote a ti, la vida,
inagotable,
alumbrada por el amor
al pedírtela.
Y no te acabaré
por mucho que te pida.
Estoy acá, acompáñame,
protégeme,
ampárame,
eres el amante de mi amor
y así puedo vivir en ti,
sin temor a lo que yo más deseo,
a tu beso,
a tus abrazos,
Estar ya,
siempre pensando,
en los labios,
en tu voz,
en tu cuerpo,
en tus brazos
y poder estrecharte sin fin
sin penas,
mientras se va inhacedera
con mi gran amor por detrás
tu solo cuerpo posible
tu dulce cuerpo pensado.
Te beso,
¿es obra humana tanto gozo?
¿Podrán los labios repetidos
hacer que vuele a mi el segundo beso?
Más que beso,
claridad que busca la certeza alegre
del don de hacer
milagros de amor.
Amor clandestino
Soy
clandestino, pero tú me buscas así,
te
gustan mis besos robados,
así
te gustan mis caricias profundas,
te
robo la noche, te quito la tranquilidad,
la
hago inquietud y tú me sigues.
Amor
clandestino,
a ti
no te importa, desvaneces de pasión,
tu
cuerpo es papel, te tomo entre mis manos
Y te
dejo caer,
te
pido la entrega, no te niegues,
te
quedas mudo, aturdido,
mientras
mi labios te dicen clara palabras de amor,
escuchas
y como una flor se abren tus pétalos,
tu
pechos están tibios.
Amor
clandestino,
cuan
enrojecido pezón que ya son míos,
mi
boca los recorre
y
llego con mi aliento al centro de tu vientre,
ahí
comienzo clandestino,
sin permiso bajo a tu fuente de vida,
y te
gusta amor clandestino,
tranquila,
sumisa te poseo
hasta
el paredón de tus entrañas,
tu
rostro duerme, sueña
con
un amor clandestino.
Amor
clandestino
aún
no termina la noche;
el
rocío empuja a mojarnos,
estas
debajo mío,
te
recojo el pelo y te repito…
antes
del amanecer te devuelvo al camino,
no
me volverás a ver hasta que tus pechos…
recuerden
los míos.
Amor
clandestino,
Como
un amor clandestino,
te
robaré para hacerte mío,
y te
gusta, y me buscas,
te
conozco entre mil personas.
Amor
clandestino,
vuelve
a caer sumisa,
al
gozo que estremece tu ser,
lo
haremos otra vez amor,
amante
clandestino.
Amor
clandestino,
cruza
tus dedos, porque ahora tú y yo,
somos
dueños del mundo,
antes
que la luna llore,
antes
que sangre el río de tus ojos tristes,
porque
así te guardo.
Amor
clandestino,
deseando
la boca,
la
sabia que moja y roba mi falda
quedando
al desnudo,
robando
la muestra de mi fruto en vilo.