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Abandono sin motivo


Abandono sin motivo,
¿cuál es la razón de que la ilusión
que me acompañaba de que mi mensaje de amor,
llegara hasta el último rincón
desapareciera sin motivo?

Creí encontrar lealtad, paz,
fidelidad en alguien cuya alma estaba vacía,
seca, plena de dureza,
sin ninguna estrella que la iluminara.
Pido a la mensajera alada
que viene de los cielos a protegerme
que me dé otra vez
la luz y calor en mi corazón entristecido
y que se lleve los pensamientos
que pueden destruir con el tiempo
el sufrir por falta de amor.
Quiero seguir teniendo mi motivo de vida,
transmitir cariño, fe,
ayuda a quien lo necesite.

Abandono sin motivo,
es como si me quisiera transformar
en un ser invisible
para la persona en quien confié mi amistad,
sin ninguna razón concreta,
tan solo es que las diferencias del interior del alma
hizo que dejara de existir
para ella a quien lo único que le interesa es lo fútil,
lo material, lo aparente
y no la dulzura de las palabras
que llegan con amor desde la lejanía.

Dentro de mí
hay una llama que no se enciende
apagada por la tristeza de haber descubierto
que aún en este mundo
existen almas sin amor,
por eso debo entregar mi corazón
desde lo más profundo
para que el amor vuele hacia todos los lugares
donde mundos interiores no sientan
la pureza de la amistad,
el viaje puro que toda alma siente
en lo hondo de su corazón.

Abandono sin motivo,
no deseo que éste oscurezca mis días,
no quiero que en mi camino
aparezcan nunca más
un alma que quiere destruir mi alegría,
mi fe en lo que motive mi existencia,
sin piedad,
con salvaje deseo de dejarme sola
no se dio cuenta que me entregó
el regalo más grande del mundo,
seguir tendiendo mi puente de admirar la belleza,
los árboles en movimiento,
el cielo límpido y cálido,
las aves que vuelan
llevando el amor por doquier.

Abandono sin motivo,
¡qué lástima, qué pena,
es una gran desilusión profunda
ya que sin saber realmente el por qué,
creyendo dejar mi soledad parecida al desierto,
se fue hacia lo desconocido,
lo ignoto, donde la maldad,
la envidia, el egoísmo,
reinan y se hunden
en el vacío de la nada!

Busco ahora con más pasión y paz interior
y ser guiada por el Destino hacia la eternidad
para que las almas que nos amaron
puedan encontrarse en las próximas vidas
y perfeccionar el amor
que iniciaron con total paz interior.
Cada vida representa un árbol
y los árboles son sagrados
porque representan la vida
del ser humano.

Deseo despertar en cada ser
un corazón inteligente
que sienta la misión de salvar a la humanidad
con la firme convicción de que todo cambiará.
¡Qué la fe y el símbolo del Poder Divino lo logren!

Mientras te espero…


Mientras te espero…
mi cuerpo tiende a caer,
mi mente no quiere reaccionar,
mis palabras mudas estarán.

Te esperé…
ansiosa de tu regreso,
pero siento la trágica fatalidad
de no ser más
que una marca en un cuerpo
que huyó de mi lado.

Mis labios se han secado,
sedientos de tus besos,
sin ellos
es austero el firmamento.

Mientras te espero…
has dejado tu marca
en el fuego de mi pecho.

Florilegio de mi pulso enamorado,
que dirige cada hueso de mis dedos
que rasgan las cuerdas del violín
 mientras te espero.

Sabes ya que no eres,
hoy, aquí, más que el recuerdo de tu planta,
que un día arrastró
la arena que llamamos tiempo.

Tú, ahora, en mí
eres hoy, sólo huella de tu huella,
de aquella
 que marcaste entre mis brazos.

¡Sensación de retorno!
Pero, ¿De dónde?
¿Dónde?

Allí estuvimos, sí, juntos
para encontrarnos y amarnos,
pero las presencias de siempre no bastaban.

Los besos se quedaban a medio vivir
de nuestros labios,
no sabían volar en una plenitud total.

Mientras te espero…
escribiré versos,
versos que desgarren el alma.

En su primer intento,
versos que simulen estrofas,
pero tú,
eres la poesía que pierdo.

Mientras te espero…
 recuerdo mi mirada mirándote,
sentía paraísos,
virginales jardines de ti,
donde ahora, sin luz, ya no se puede entrar.

Por eso, nos marchamos,
se deshizo el abrazo,
se apartaron los ojos,
dejaron de mirarse,
para buscar el mundo donde nos encontráramos.

Y, de pronto, nos encontramos,
Sí, allí.
¿Cómo fue el encuentro?
¿Fue como beso o llanto?
¿Nos hallamos con las manos,
buscándonos a tientas,
con los gritos clamando,
con los besos que el vacío besaban?

¿Con choque de materia y materia,
combate de alma contra alma,
que a fuerza de contacto se convirtió
en victoria gozosa de los dos,
en un prodigioso pacto de amor
de tu ser con mi ser, enteros?

Mientras te espero…
 sucedió el milagro,
tan sencillo,
como una luz que se encuentra con otra luz,
y queda así iluminando el mundo.

Y aquí, dentro de nuestras almas,
pervive el prodigioso saber que nos hallamos
y que mi dónde está
no sufre memoria.

Entre tú y mil mares


Entre tú y mil mares
se alza en el aire
nuestro reencuentro irreal,
mágico,
como un interminable túnel de amor.

¿Cómo me vas a explicar
la dicha de pensar que estamos juntos?,
si no sabemos
cuándo ni cómo,
dónde,
nos veremos alguna vez
en un instante mágico.
La distancia nos idealiza,
nos desdibuja,
nos enaltece,
nos une.

En nuestros ojos,
visiones,
visiones
y no miradas
nos separan mil mares,
distancias sin datos,
ni signos.

No percibíamos lugares,
colores,
tamaños,
sólo percibíamos nuestra unión,
fusionada con esa fuerza
estruendosa
que es el amor.

Tan sorprendida
y anhelante,
estaba yo,
sintiendo,
que mi mirada
en el aire,
al vuelo,
te soñaba
y me soñaba la tuya.

Palabras sueltas,
palabras,
deleite en incoherencias,
no eran nada más
que signos de cosas,
voces puras,
voces para no ser olvidadas.

Entre tú y mil mares,
naciste al son de mis deseos,
te necesito aún en la lejanía,
e inquieta la vigilia de mis ojos
van en busca de tu imagen
entre los mil mares
que nos separan.

Naciste al son de mis deseos,
entre la cima de los cielos
con la tierra
y el llamado de tu mente,
se alzaba,
de mi sangre
en este poema.

Entre tú y mil mares,
las estrellas brillan
para nosotros
y entre temblores de ansias
nuestros incorpóreos cuerpos
se abrazan entre hálitos
de amor
completo y total.

Te siento llegar
en mis solares,
entre nubes altas y calmas,
te conozco por tu aroma,
tu leve presencia,
y te proclamo
mi único y verdadero amor.

Entre tú y mil mares,
estoy más unida a tí
que si estuviéramos juntos.
Vive mi mirada en tus ojos,
mi inquietud primera,
recién amanecida
en tus pestañas cerradas
y poco a poco
se asoman a mi pecho,
tus sentidos,
y tiembla mi cuerpo
aunque mil mares nos separen
porque el secreto de nombrarte
en silencio,
me da amor y vida.