Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 25 de febrero de 2015
Vives para mí
Vives para mí,
esas palabras tuyas
traspasaron los límites de mi
alma
y muy a lo hondo llegaron
como un preludio del alba
entre copos de rocío.
Vives para mí,
escribiste en una de tus cartas
de amor,
hace mucho tiempo,
que te doy paz,
tranquilidad,
amor y sanación total
de cuerpo y alma.
Mi amor por ti se filtra de mi
cuerpo,
de mis sentidos
y hace feliz a todo aquel que
está en mi esfera,
a mi alrededor.
Vives para mí
como yo para ti
y me haces dar en el ir,
en un ser desprendido,
ligero y sin raíces sintiéndome
ansiosa
por percibir la plenitud que nos
rodea.
¿Cómo me vas a explicar
la dicha que no sabemos por qué
es?,
ni de quien ha sido,
si es pura dicha de nada,
si aún no nos hemos conocido.
Imagino tu mano sobre mi mano,
paseando miradas y caminando
amores,
imagino mis sueños siempre en tus
sueños,
rindiéndome ante tus pasiones,
sucumbiendo sin resistirme.
¡Vivir para mí!
porque tus besos son ya míos
con sabor a placeres
e imaginando que muero por
amarte,
porque ya te amo.
Vivir para mí,
palabras aladas que llevan mi
alma
a lugares secretos,
remotos,
nutriendo mi ser que recibe,
se entrega, s
e va encontrando contigo,
tú,
mi amado.
Vivir para mí,
tú lo dices y me das alivio
necesario para soñar,
aliento profundo para continuar
y permites que nuestra flor de la
esperanza,
crezca y se alce impoluta hacia
el infinito.
Vivir para mí,
palabras que le dan deleite a mi
corazón
como una voz pura,
íntima,
con caricias,
que como largos goces iniciados
me dejan caricias no terminadas.
Vivir para mi,
sé que esta noche pensarás
en nosotros y tu ser,
tu memoria,
todo,
te descansa y disuelve en mí.
¡Toda la vida es única
si se que tú vives para mí!
Desde un ala de mariposa
hasta un grano de arena,
mi alegría de que existes
te llegará al vasto tiempo,
entero,
que se escapa hacia el amor
nuestro.
Te necesito
Te
necesito,
abro
mis ventanas con flores
de
múltiples colores
para
darte una señal,
un
signo
por
donde puedas encontrarme.
En mi
jardín envuelta
en un
manto de esperanza
mi
cálida voz te llama
para
encontrar tu sonrisa
cálida y sonora
detrás
de un heliotropo,
de un
alelí,
de una
rosa.
Te
necesito,
hablaré
con las mariposas,
les
mencionaré mis deseos
alumbrando
mis movimientos,
buscándote con el pulso agitado
de la
sangre
sobre
el plato frío de mi silencio,
poblado
de ecos y de sombras
como un
ave de marfil en primer vuelo.
Te
necesito,
recorre
mis sentidos sin orillas,
un
viento adolescente en primavera,
la
estirpe de mis cantos se levanta
y mi
sangre convoca tu presencia
y ahora
que te nombro y te reclamo
floto
con movimientos lentos
en el
aire,
en un
rítmico volar de dulces sueños.
Te
necesito, amor,
te
necesito más aún
cuando
los astros encienden sus lumbreras,
mientras
hallan trasluces en las tinieblas,
claridades
en secreto,
noches
que lo son apenas.
Te
necesito,
ven a
mis brazos que ansiosos te esperan,
que
cuidan su misión de fuego puro,
un
caliente perfume de cipreses
tienden
un arco de paz sobre el camino,
las nubes que sustentaban a los cielos,
sueltan
al aire pájaros al vuelo.
Te
necesito,
eres mi
ancla de oro
y
cadena de mi anhelo,
piel
que adivina el pulso de mis ojos,
cruz
que aprieta las nubes contra el cielo.
Quiero
que bajen sombras de amor
a
nuestro cielos,
circundando
nuestro mundo,
sólo
nuestro.
Te
necesito,
estoy
en tus islas encallada,
hambrienta
de amor,
soy una
llama que tu cuerpo reclama.
Es el
capricho que risueño rompe
la cerradura del secreto
que
padece mi corazón.
Ese
miedo tibio que revuela
entre
alegrías e ilusiones hacia tí,
como
alas batientes en el aire,
que
sigue y canta.
Te
necesito,
los
signos de tu voz me reclaman,
despiertan
mi ternura,
desparraman
mi alma enternecida
toda
por tus dulces palabras.
¡Te
necesito!
¡Búscame!
¡Atrápame!
¡Conquístame!
Y dame
algo que sea nuevo.
El
tiempo ya no existe,
aunque
exista la templanza
y la
experiencia de nuestras vidas,
pues
nuestro amor nos llevará
a nuestra auténtica realidad y destino.
Todo está escrito
Todo
está escrito entre los dos,
con
palabras de luz en nuestro destino.
No
podemos desoír su voz ni su llamada
pues el
amor es suave lluvia de oro
cayendo
en la floresta de las almas.
Aún la
melancolía en el amor
nos
convierte a los seres en poetas,
surgiendo
las más hermosas
y
sentidas melodías
que se
derraman por nuestros cuerpos
como el
río desborda sus almas en el mar,
dejándonos
arrastrar
por la
corriente de la pasión.
Todo
está escrito,
en los
cielos abiertos van trazando
los pájaros códigos de vuelos,
las estrellas se leen
con
largas lentes claras
que
descifran el misterio de la vida,
de
enigmas alejados.
Las
tierras más remotas
con
colores azules, verdes, rosas,
entregan sus secretos en los mapas.
Y el
pasado se ve tenuemente
tan
escrito en los ojos,
en tus
ojos,
que son
elegía o cántico
que
brotan desde un arco iris en el cielo.
Todo
está escrito,
tu
nombre no se lee donde se lee,
está en
mi corazón enamorado
y
contigo la Tierra es el cielo del cielo
y entre
tus brazos no se sabe
de qué
profundidad viene el amor,
lejano,
sí de honduras de cielos
o
entrañas de la Tierra.
Todo
está escrito,
porque
hemos pasado
por la
senda estrecha
en los
grandes zarzales de la vida,
sin
hacernos ni una herida
ni
sentir dolor ni pena.
Todo
está escrito
y
cuánto más te acercas
te
siento despacito recorrer mi alma
y entre
árboles llenos de nidos
va un
raudal lleno de rumores dormidos
en
lechos de algas y de flores.
Y sobre
la sombra nocturna del éter
en la inmensidad,
la Luna, triste y taciturna,
vaga en
plena soledad,
mientras
nosotros nos acunamos
entre
abrazos tiernos y dulces besos.
Todo
está escrito,
los dos nos comunicamos
en un
abrazo sutil
cuando
los cristales duplican
el
blanco disco de marfil.
Todo
está escrito,
el tiempo río que huye
y puede
acontecer
que
cuando queramos proseguir,
perdidos,
nos hallemos en las sombras
de un remoto ayer.
Todo
está escrito
y un
tropel de versos nos envuelven,
son los
versos que se agitan
y
rápidos se dispersan
como
musicales flechas,
van en
busca de las hojas,
van
para no volver a lugares misteriosos,
sí para volcarse en ellas.
Todo
está escrito,
seguimos
un ideal
que no
se alcanza pero al fin,
con
toral esperanza,
creemos
que en un flotar suave,
surgen,
plenas
de amor nuestras quimeras.