Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 23 de abril de 2015
Pasiones Encontradas
Pasiones
encontradas,
ocultas
en
secretísimos rincones
de mi
alma,
confundiéndolas
con
palabras de amor no dichas,
con
anhelos de ilusiones
y sueños
remontándose
a las nubes altas
sin
soledades ni llantos.
Tú,
mi
nuevo amor,
desde
la colina del nardo,
irradias
el fulgor
que
seca la fuente de la tristeza
y de
las lágrimas.
Pasiones
encontradas
que
como nardos juveniles
guardan
en mi entraña
los bálsamos
y la
secreta lumbre
que de
mi pecho
palpitante
lleva las blancuras de un astro.
Pasiones
encontradas,
vienen hacia mí
y me
aturden
por un
momento
con su
interno bullicio
y sus
ideas locas,
dejándome
ilusiones
fulgurantes
que
embellecen
todo lo que tocan.
Me
llevas a carismas divinos
de auroras y cantos,
de
nubes nacaradas
y
gentiles,
de
arrullos de calandrias,
de ternuras suaves
y
níveas
donde
el gozo
se hace
puro y eterno.
Los
ángeles
dueños de la flor del alba
nos
guían
y
protegen
en
nuestro mundo irreal
y mágico,
donde
juega la brisa
y hay rumores de música de alas
y goces
en nuestras miradas.
Pasiones
encontradas,
nuestras
sombras
se
rompen
y se
aclaran,
sonríen
y
tiemblan de risa
las
lágrimas que enjugaste
con tu
labios,
son
como un hálito
que
reflejan nuestras almas.
¡Ven
hacia mí
y
atúrdeme un momento!
¡Déjame
estar en tus bazos!
La
ilusión
que en
tus juegos te acompaño
es un
cuento
de
hermosura extraña.
Pasiones
encontradas,
que nos llevan
a caminar al azar
sin
rumbo cierto.
Mi
corazón descansa
ahora
en la
rama suave de tu pecho
y aunque muera
sé que vivo
en los
claveles futuros
de tu
cuerpo.
Pasiones
encontradas,
que
esta noche descansan,
como
centinelas eternos
que
guardan mis secretos
en una
túnica
de
lentos deseos
contando
las glorias
de este
amor sincero,
pleno
de
grandes momentos,
de
verdades dichas.
Y río y
canto
con tu cuerpo
donde
la luz tímidamente
se
asoma
bajando la luna en tus brazos
y acunándome
con
sentimientos nobles.
¡Cuánto
perfumes de árboles
se
derraman por tus brazos!
Amor
perdido
entre
bambúes incipientes,
¿cómo encontrarlo cantando?,
con
galas de volcán
al sol
radiante en el aire
y en
los sones
en que
arden las cañas,
asomando
a tus ojos
el amor
que por
mi sientes.
Pasiones
encontradas,
sublimes
y majestuosas,
con
libertades mudas
y
silencios virtuosos
que nos
unen
en un
apretado abrazo
que nos
funde
en
cuerpo y alma.
Recomenzar
Recomenzar,
reiniciar
mi vida
dando
una nueva oportunidad
a mí
misma,
renovando
las esperanzas
en la vida
y lo
más importante,
creer en mí
nuevamente
planteándome
nuevos desafíos.
Mi
corazón se está despejando,
pronto para la vida
en
procura de un nuevo amor
ya que
nosotros
somos el Amor
y
siempre
seremos
capaces
de amar
muchas
y muchas veces.
Recomenzar
con alegría,
ante
ligerísimas tentativas
de
altas quejas de espuma
dando
al aire sol y viento,
deseos
que se alzan al más allá
de un ansia
que se
muere
en mil
cristales.
Recomenzar
entre
blancuras
que
logran entenderse,
amores
que se inician
en las
mañanas dulces del estío
estrenando
nuevos idilios.
Reanudar
la vida
como
resurrección de mares plácidos
y
tranquilos
entre
querencias muy antiguas,
sin
esperar ni soñar
que
todo dura
como
mármol erguido
y
eterno
porque desfallece
en una
u otra orilla.
Recomenzar
retomando de entre tantos fracasos,
los infinitos deseos
de
salvarnos
dejando
en el olvido
las
cien,
las mil,
las
incontables figuras
cristalinas
que se
evaden ligeras
por
nuestras fuerzas interiores
que nos
llevan
a
volver a este presente
que Hoy
vivo
entre
juegos de raudo amor
colmando
mi alma
de
asombros milagrosos.
Recomenzar
frente a mi
liso espejo de vida,
amaneciendo serenamente,
entre
el bienestar tibio
de
estar conmigo misma
es como
si estuviese
ya en
lo sumo,
en lo
perfecto.
Y
surgen nuevos poemas,
prosas de amor bajadas
de
altas cimas,
vienen
desde lejos,
desde
adentro de mi alma,
hay algo que me pide
que
siga con mis frases,
despacito
y sin
prisa
y por
mi piel vuelven
y
corren
tibios presentimientos
que las
plumas finas del aire
ya
cubren de ideas nuevas
mis papeles ansiosos
de que
recomiencen
y se
alumbren los nuevos intentos.
Recomenzar
entre
ocurrencias no fugaces,
sí con chispas
que
brillen en el cielo
y entre
curvas
y más
curvas
se
reinicia mi vida,
dibujando
mi anhelo
en la luz del alba,
multiplicando
amplios destellos,
encendiendo
de amor mi mundo.
Recomenzar
cantando loas a la vida
mientras
mi lira la aclama,
canto a
lo grande
porque
va dentro de mi
y mi
corazón
en las
alturas ama.
Siempre
tendré
desde ahora
en mi
laúd
cantares,
sin
desdichas ni pesares
y en el
rosal de mi cariño,
jazmines,
azucenas,
alelíes,
maravillas
de mi
jardín entero.
Recomenzar
las alas de mi numen
que me
llevan con su amor
a
expresar mi dicha
honda
brillando
en el fondo de mis noches
mis
versos de amor
soñados
que
flotaban en mi derredor
como
nubes de perfume.
Recomenzar
con
monosílabos tan sólo,
entre
luces,
sombras
y silencios,
como
fugitivas centellas
rebotando
en sus reflejos.
Desilusión dolorosa
Desilusión
dolorosa,
de a
poco,
despacio,
sutilmente,
inundó
mi alma
y con
miles de saetas acrisoladas,
rompió
la paz
y el
sosiego
de mi
alma.
¿Dime tú,
por qué
debo sufrir
en cada
instante de mi vida
dando
sólo amor por doquier?
¿Cuál es el error
que surge de estos sentimientos
puros y profundos
que me
embargan
y me
desarman
en
flores deshojadas por la tristeza,
la
desilusión,
el
desespero?
Como
estrellas fugaces,
en períodos menos esperados
me golpean,
me hieren,
me lastiman.
¡No
quiero sentirlos más!
Mi vida
necesita del amor puro
y
límpido,
sin
mentiras ni falsedades.
Desilusión
dolorosa,
esos grises tonos oscuros
de tormentas menos esperadas,
los
rayos golpean mi alma
y me
dejan agonizante y temblorosa,
miedos
ocultos,
afloran a mi piel
y la verdad inconmensurable
y
execrable
surge
de improviso,
aquel a quien amamos
con
intensidad y pureza
nos
clavó una flecha envenenada
en
pleno corazón
y la
sangre dolorosa
junto
con la llovizna de lágrimas
que
inundó mi cuerpo
me
llevó a momentos de desasosiego
y
desorientación.
¿En qué
me equivoqué?
¿Por qué deposité mi fe,
mi esperanza,
mi amor
en
quien no lo merecía?
Éste mi
amor puro
se elevó tras el horizonte lejano,
dejando
tras de sí,
sólo
desilusión dolorosa.
Quiero
encontrar el camino recto,
verdadero,
duradero
y no
fugaz
y falso
donde
sea comprendida
en
estos mil sabores
amargos
y crueles.
Desilusión
dolorosa,
apenas en un segundo,
mi espíritu,
que libremente se elevaba
entre
las nubes de algodón
y campos de cipreses,
cayó,
llevándose
a su paso
marchitas
flores de azafrán
y
floridos vergeles
a la
tierra seca,
cenicienta,
rojiza
por la ira
y
oscura por el desamor.
Desilusión
dolorosa,
fueron
tras de mí
rumores falsos,
envidias oscuras,
intrigas
traicioneras,
buscando
hurgar en mi alma
para
que el sufrimiento aflorara.
¡No!,
¡no lo
permitiré jamás!
¡Soy
libre y feliz conmigo misma!
Mi
espíritu vibra
al
compás de música sincopada
y de
palabras,
frases
de amor
hilvanadas como perlas de rocío
en un collar sin fin
de caracoles enlazados
por la
espuma del mar.
Desilusión
dolorosa,
se que
como enigmas indescifrables
se irán
de mi vida,
afrontaré con actitudes enhiestas
y verdaderas
el
nuevo sendero abierto,
florecido,
en el
bienestar de un campo
de
amapolas,
abiertos sus pimpollos al cielo azul
y allí
te encontraré a ti,
mi amado nuevo,
que me
traerá
en sus manos cálidas
mi
nuevo destino.
Desilusión
dolorosa,
las
esperanzas renovadas
y límpidas
cerrarán
las heridas abiertas
y el olvido
que se
acerca sin ser llamado
golpeará
mi corazón
dejándolo
límpido
y claro
como agua que golpea
la tierra con desesperación,
a veces
o con
dulzura otras,
sin tristezas sin fin,
ni
fríos,
ni grises
golpes,
sólo
sueños
entre
luces de amor
bajo la
luz de luna
en el
agua
con
quietud y calma.
Desilusión
dolorosa
que no
impida mi vida intrépida,
de aventuras continuas,
rodeándome como un manto
de
aterciopelados pétalos las ideas,
las frases de amor,
las
prosas poéticas
que dan
sentido veraz
y feliz
a mi espíritu inquieto
y avasallante,
pleno de ansias
de ser
amado y querido,
sin
límites truncos,
ni
herrajes oxidados
por el
tiempo,
sólo aires tibios y dulces
donde
flota mi corazón
entre aromas de pitangas,
burucuyá
en flor,
azahares volando en el viento suave
llevando la buena nueva
de la
llegada a mi vida
emprendida sin sobresaltos
ni
fatigas.