Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 24 de mayo de 2015
No quiero recordarte
No
quiero recordarte,
dime
por favor, donde estás,
en qué
rincón puedo no verte,
dónde
puedo dormir sin recordarte
y dónde
recordar sin que me duela.
Quiero
caminar sin ver tus huellas,
correr
sin ir a buscarte,
quiero
descansar sola con mi tristeza.
Déjame
cobijarme en paz,
bajo la
sombra de los sauces,
enhebrando
algún poema de amor
como un
collar de letras y sílabas.
No
quiero recordarte,
no
holles mi memoria,
en el
tedio de la espera cotidiana,
dónde
el tiempo riguroso
sazonaba
de sombras
y de
lágrimas tristes.
No
vuelvas de repente a mi vida,
como
llegan las nuevas
que
sacuden mis entrañas
y así,
haces temblar el aire
quedando
yo, cabizbaja,
empañada
mi voz,
quebrada
el ala del amor,
en mil
pedazos.
No
quiero recordarte,
no quiero
quedar triste
ni
exánime
para no
derramar ni una sola
lágrima
más.
Estás
en mí
y no lo
estás,
como
una lluvia
de
suavidades indefensas
que
pide que salga
de la
rutina muerta
por
tratar mi sed de olvidarte,
en el
silencio torvo,
oscuro,
misterioso.
¿Será
mi culpa el querer
no
recordarte?
¿Toda
mía
es la
culpa de tu ausencia?
¿Y mi
miedo de amarte
sin ser
amada?
No
quiero recordarte,
tan
solo decirte
¡adiós!,
adioses, sin adiós,
el
acero del otoño
nos
parte la vida
en dos
mitades.
El
tiempo que era para nosotros
un
siempre
ahora
partido está:
ayer,
mañana.
Nuestra
sombra, sola,
era
única,
ahora
está truncada en dos,
tú y
yo.
No
quiero recordarte,
secos
rasgos,
los
vientos firman,
sentencias
últimas
en
nuestros destinos,
aquí,
el tuyo,
allí,
el mío.
No
quiero recordarte más,
no
deseo que veles más mis sueños
y no
puedo morir
porque
te seguiré amando.
Quimera
Quimera de ser feliz
en una mera ilusión de mi
alma,
desde mi cuarto en
penumbras,
con persianas en ascuas
y puertas invisibles,
porque estoy esperando al
amor
que vuelve de aquel mundo
perdido
donde hubo tantos sueños.
Quimera de felicidad
bebiendo el zumo destilado
de mi sueño,
dejando en una estela de luz
mi desamparo.
Con los ojos cerrados
lo veo flotando a la deriva
iluminándome de lejos
para encontrarme en su
memoria
donde quedó grabado
mi nombre y mi voz.
Quimera,
entelequia mágica
que me da fe en el recuerdo
de frondas que pasaron
pero que me lleva a futuros
de innumerables días de
amor,
de alucinación y fantasía,
bajando la luna
y volando en sus brazos.
Quimera, ensueño,
sin misterios ni rumbos
inciertos,
sí con delirios de pasos
que se juntan en el silencio
del aire,
que se llena de ternuras
en un amor puro,
que envuelve con total
arrebato
a nuestros cuerpos
donde la luz tímidamente se
asoma.
Quimera,
visión sin desolación,
con luz de dorada dulzura,
de luceros altos
que nos llevan con caricias
en las manos,
lentamente a caminos
ya no cerrados con
resplandores
sin penas.
Quimera,
mito de este amor
consagrado en un ensueño
pleno de miradas,
de palabras, de deseos,
susurrándonos suspiros
entrecortados,
ilusiones de eterna pasión.
Quimera
de sentirme amada,
con
este amor de verdad
ya que
lo imposible siempre llega,
felicidad
que nos trae el tiempo
por
horas que van y vienen,
por el
aire y que espero
con una
celeste paciencia
porque
sé que el momento
está
por llegar.
Quimera,
sin
delirios ni brumas del pasado,
sí con
sueños en los que me sumerjo
y estoy
contigo.
Volveré
a tu ternura
y
empezaré a decir
lo que
nunca hubiera dicho
¡te
espero!
¡eres
el mito hecho realidad!
Desnúdame
Desnúdame mi amor el alma
toda,
hurgando en mi interior.
Rasga las vestiduras
de redes y dolores que me
envuelven
y forman parte de mi ser.
Navega en el mar de mi
sentir.
Desnúdame y descubrirás
nuevos horizontes dentro de
mí,
compartiendo contigo
mis fracasos y mis triunfos.
Desnúdame,
desnuda mi alma
más allá de besos,
caricias y palabras.
Estoy fiel y sumisa a tu
amor
en la alborada,
a que desnudes mi alma
y encuentres todos mis
sentimientos,
mis anhelos,
mis suspiros en la nueva
aurora boreal
del nuevo día.
Desnúdame
con los ojos del alma del
amor
navegando en el río y en el
mar de la vida,
en el agua del manantial,
en las fuentes y arroyos
cantarines
donde se refleja toda la luz
de nuestra esencia pura de
amor.
Llévame contigo a gozar de la
vida
para crear poemas nuevos,
audaces, con ritmos,
en un conjunto mágico
de letras y palabras.
Desnúdame,
acércate a mi alma,
juntándome en las sombras
con danzares sonoros y
graves
cual canto y trinos de aves.
Desnúdame y bajo riendas
frágiles,
cruza mi alma como un corcel
indómito,
abriéndose paso
entre los sentimientos
profundos y plenos
fascinando mi espíritu
con tu algarabía de
estrofas,
tiernas y sutiles.
Desnúdame
y hazme llegar tus estrofas
mágicas,
bordadas en frases de amor
con extrañas músicas
de acordes lejanos
al compás de la orquesta
que la vida nos ofrece.
Desnúdame entre tus versos,
tú el poeta,
ocultándome en un velo de
palabras
con sentimientos verdaderos
y místicos.
Desnúdame en dulces sueños
y en noches jamás olvidadas
y seremos por siempre
soñadores de infinito
entre sombras vagarosas
en espejos inciertos.