Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 14 de junio de 2015
Y aún estás en mí
Y aún
estás en mí,
siento
tus labios latiendo
junto a
los míos,
tus
brazos rodeándome
como
una cinta de terciopelo suave,
azules
y verdes,
no
dejándome ir.
Te vas
despacio,
en
secreto,
por
caminos desviados, inclinados,
abismales,
te alejas
de mí
y no
sabes por qué.
Quiero
atarte con cordones de seda
enroscados
en mi cuerpo
deseosos
de tenerte,
de que
estarás dentro de mí,
pero ya
es imposible,
tus
ojos tropezaron,
se
enlazaron con otros ojos
y
dejaste de amarme.
Y aún
estás en mí,
en tu
distancia lejana y dolorosa
te
presiento,
siento
el aroma de tu cuerpo
el
sabor de tus besos,
tu piel
que quemaba la mía
en cada
instante
en que
estábamos juntos.
Quiero
oir tu voz melodiosa,
seductora,
diciéndome despacito:
“Te
amo, mi diosa,
mi
dulce, mi luz…”
¿A
dónde se fueron
todos
esos sentimientos
que
creí sinceros?
Y aún
estás en mí.
logrando
en mi cuerpo
mil
sensaciones nuevas
de
gozos, placeres,
estremecimientos,
temblores
que no
me dan tregua,
llevándome
al mundo desconocido
del
clímax total.
Forjé
un eslabón un día,
otro
día forjé otro
y otro
más
para
que te quedes
dentro
de mí
como
una cadena en mi corazón.
No
puedo evitarlo,
estás y
estarás en mí,
hasta
que muera,
mis
sentimientos
son
puros y simples,
tengo
en mis manos
las
llaves para que tú
cuando
me busques
y
regreses a mí,
abras
la cadena entrelazada
de
enredadera, de venas
en mi
corazón dolorido.
Mi
rumbo en este existir,
sólo me
conduce a ti,
no voy
a un lugar ignorado
ni a un
secreto misterioso,
voy en
tu búsqueda
porque
aún tú estás en mí.
Entre
tus labios,
busca
mi aliento y lo encontrarás
con
claridades llameantes
que en
la noche sin ruido
y en
silencio
resbalan
mis besos
por tu
cuerpo adorado y dormido
como si
te tuviera entre mis brazos.
Y aún
estás en mí,
en la
sed de mi cuerpo
que
nunca te preguntará nada,
tan
sólo
¿me
quieres aún?
Volver a vivir
Volver a vivir,
en mi mundo interior
se levantan olas gigantescas,
huracanes violentos que me llevan
en volandas a la paz y al amor
que sigo buscando,
ese amor verdadero,
leal, fiel,
que una nuestras almas
en instantes de felicidad eterna.
Volver a vivir,
sé que te hallaré estés donde estés,
en este mundo o en el otro
y nos reconoceremos tan solo sin
mirarnos,
sin tocarnos, sólo percibiendo nuestra
existencia.
Volver a vivir,
voy por caminos florecidos entre
azaleas,
amapolas, orquídeas,
rosas, veraneras, papos,
de multicolores que inundan de luz mi
alma
enamorada del amor
bajo frondosos árboles de corotu.
¡Deseo que cada uno sea feliz
con su propia persona!
Paremos el tiempo
hasta llegar a un ayer o pasado
reciente
y que podamos sentir el amor vivido
y el que desde este instante
al reencontrarnos volverlo a vivir.
Mostremos a todos los que nos rodean
el sendero que nos conduce
a superar el presente en el que
vivimos,
mejorando nuestra forma de vida
a cada instante.
Volver a vivir,
es el estar otra vez con mi misma,
viviendo sin conflictos,
en plena paz,
sintiendo las gotitas de felicidad
que me inundan el alma.
Volver a vivir,
entrando en un gran silencio,
sin acordes ni notas acompasadas,
esperándote a ti,
mi amado amante,
porque ahora
es como si hubiera nacido de nuevo
sabiendo lo que quiero,
¡a ti vida mía!,
ya no más llantos con lágrimas
agridulces
que borraban las líneas
que dibujaban mi vida.
Volver a vivir,
te estoy esperando,
sé que estás acercándote
y antes de que esta vida termine
estaremos como en todas las que ya
vivimos
como dos en uno.
Siento música de flautas y violines
que me conducen hacia ti,
que tocan mi corazón,
no más enferma de tristeza
ni de deseos de llorar
con un nudo que se formaba en la
garganta,
sí sentirme entre flores
que nacen entre las piedras de los
Templos.
Vienen hacia mí
contigo la miel de los bosques,
el perfume del aire,
la dulzura de las caricias,
el temblor del abrazo, la pureza del
beso.
Volver a vivir,
¡amar hasta el fin de nuestra
existencia!
Miedo a perderte
Miedo
a perderte
Ahora
que te nombro y te reclamo,
Se
aleja un rudo embarazo de silencios
Entre
tu cuerpo y mi presencia.
No
te vayas, tú eres para mí la vida entera
Recorres
mis sentidos sin orillas.
Miedo
a perderte
Eres
en mi otoño un viento adolescente en primavera
En
la estupre de mis cantos se levanta
Y la
sangre convoca en apetencia.
Te
nombro a cada instante
Y te
invoco con pasión y deseo, no me dejes.
Miedo
a perderte
En
las duros biseles del silencio
El
calor de tus hombros enlazaba
La
cima de los cielos con la tierra.
Crecías
hacia adentro, mi piel con tu belleza
Y al
roce, y al llamado de tus ojos…
Se
alzaba de mí siempre este poema.
Miedo
a perderte
No
me abandones, no te alejes, no te pierdas,
Te
buscaré entre el follaje de tu pecado
Y en
fresco temblor de tu rocío,
Reposaré
la cuidad, cada recóndito lugar secreto,
Explorare
el río e indagaré por el mar, por mi cantado.
Miedo
a perderte
No
te encuentro si me dejas sin el verde levantado
Del
árbol donde pierdo mi albedrío
Ni
en el viento caliente del estío
Ni
en la orilla del mar enamorado.
Miedo
a perderte
Y
así voy por verdes de la tarde perdida
Por
siempre en tu embeleso sin sentir el cercado
De
tus brazos, ni ver tu fuego que en los pueblos arde,
Te
llamo hasta quebrar mi voz, por eso,
Sangra
mi corazón y te derramas alejándote
Sin
sequia con una palabra de amor.
Miedo
a perderte
Si
regresas a mí, amado ausente,
El
sol iluminara nuestro amor,
Y
nuestra sangre con bilirrubina
Combinándose
en el fuego.
Están
fuertes mis manos y pasa un viento dormido
Ramos
verdes que cierran mi sueño
Y
torpe seré por siempre.