Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 7 de julio de 2015
Resignación
Resignación,
mis
pensamientos corren de prisa inconformados,
de
que tú te alejas en silencio, en sigilo,
huyes
de mí y entonces debo aceptar lo inevitable,
una
pasión que fue intensa ya pasó
y
nunca volverá.
La
noche es la que me hace recordar,
a
quien tanto amé
y me
hace lamentar lo que no pude hacer,
para
que continuaras amándome,
y
entonces escribo cartas de amor que nunca leerás.
Resignación,
ya
no quedan hechizos de luna llena,
se
acabaron las pociones mágicas,
ya
no sirven los rezos ni las lágrimas,
ni
hay deseos que te hagan regresar.
Aceptando
mi destino con entereza,
me
resigno hoy a perderte.
¡sé
que nunca volverás!
me
resigno estrenando estrategias,
si
tanto anhelo me ha servido,
quizás
a través de este olvido,
regreses
algún día a mi vida.
Resignación,
Me
enfundo en el traje de la esperanza
y
desearía con toda mi alma susurrarte al oído,
con
palabras mudas que mis tibias lagrimas derramo,
Desconsolada
al alba son por ti mi amado ausente.
Me
refugio en mis versos, en poesías de amor,
esperando
que pase la tormenta del alma,
y
que mi lánguida tristeza desaparezca
y
deje ese vacío insistente que recorre mi esencia.
Resignación,
es
herida sángrate, son sueños rotos,
pero
debo aceptarla y convivir con la derrota.
buscaré
despacio, paso a paso,
otro
amor que colme mi bosque con luces celestes.
Y
que cada estrella sea para mí,
un
beso lanzado al aire,
que
se guarda en el manto de la noche.
Y
así este nuevo amor me colmará,
de
besos , de apretados abrazos, de cariños.
Resignación,
pareciera
que el tiempo corre lento,
pero
la risa, la alegría, los cantos, volverán a mí,
ya
que tú mi nuevo amor colmará de paz, de bonanza,
y de
felicidad, mi alma que tan herida estaba.
Presagios tormentosos
Presagios
tormentosos,
¿es que
acaso la tormenta,
furiosa
y creciente
en el
cielo oscuro y misterioso
abruma
nuestro amor
o a la
inversa lo acrecienta
entre
los truenos y los relámpagos?
Palpita
un viento ardiente
como el
que sopla de un gigantesco incendio
y una
tromba guerrera brama truenos
que
prestos estallan en aullidos
de
airadas tempestades.
Presagios
tormentosos,
el
cielo,
impenetrable
y duro nos hace unirnos
en un
abrazo total y apretado
como
queriendo alejar el escudo de granito
que se
nos acerca queriendo hundir
el
mundo con su enorme paso.
Parecen
descender del infinito
invisibles
espíritus blandiendo
espadas
de relámpagos
y
nosotros corremos manos entrelazadas,
pies
desnudos buscando
una
cueva secreta para encontrar el refugio
ante
esta majestad abrumadora
que nos
hace desfallecer
ante la
belleza y el miedo.
Nuestro
amor se agiganta
ante
tanta inmensidad
que
hace retemblar el firmamento.
Presagios
tormentosos,
el
perfume de la tierra mojada
nos
inunda al peso de sí misma,
después
irá veloz como un meteoro
al
fondo del abismo.
Con
galas de volcán,
el sol
radiante en niebla roja
de
fulgor metálico
traspuso
lentamente el horizonte
y nos
asombramos ante la llegada
de una
noche sin astros,
entre
las sombras,
la
tormenta avanza rodeada
de
grises nubarrones.
De
pronto,
el
viento silba más agudo
y la
tierra se puebla de visiones,
buscando
en vano nuestras miradas
un
salvador escudo.
Ya los
truenos errantes retumban
con
salvajes estampidos.
En
tropel se suceden los relámpagos
a cuyo
parpadeo la tierra,
loca de
pavor,
se
humilla.
Presagios
tormentosos,
la
tormenta está aquí,
entre
nosotros,
chocan
los truenos entre sí
y
estallan.
La
tempestad en sus furores crece,
es más
viva la lumbre del rayo,
mundos
hechos campanas
que
repican por todo el firmamento conmovido.
Cuando
se apaga la lumbre de un relámpago,
se
puebla la noche de una sombra,
tan
oscura que nos oculta a los dos
como
dos figuras misteriosas e inexistentes.
Se
desata la lluvia,
bajo el
soplo de un viento
huracanado
que sacude los árboles,
diluvia
y nosotros bajo el agua
como
fantasmas aturdidos,
corremos
y danzamos
entre
truenos y viento.
¡Por
fin,
desde
la altura de un cielo azul profundo,
las
estrellas de cándida hermosura,
llenas
de compasión y de ternura
dejan
caer sus luces sobre nuestro mundo!
Presagios
tormentosos
que nos
lleva a unirnos
más en
un revuelo de besos
bajo un
manto tembloroso a la tibieza
de
nuestro nido dejando lejos
la
fiera luz de las voces
de
huracanes lejanos.
Instante de amor
Instante
de amor,
breve,
brevísimo
pero intenso,
apasionado,
haciéndome
vibrar
todas
las cuerdas de mi cuerpo.
¡Qué
olor de azahares y madreselvas
a mi
pecho se derrama
al
sentirte en mi alma!
Eres la
luz que ilumina mi alma encendida,
me
enseñas la orilla de ese mar que descansa
y al
rayar el alba puedo tocar tu silencio,
instante
supremo,
despierto
el tormento de un amor sin fronteras,
sólo
instantes,
pequeños
espacios de presentes eternos.
Instante
de amor y dulces miradas
con
cálido encuentro a puertas cerradas
con un
mar de palabras no pronunciadas
y
caricias aisladas con un verbo inspirado
en un
mar liberado.
Al
llegar el ocaso de una línea de mi vida,
recordaré
ese instante,
único,
reflejándose
siempre
en el
espejo de mis pensamientos
y
besaré en silencio
que dio
vida al placer de sentir en mi alma,
tu ser.
Lo que
sentimos es un camino sin un principio…
ni un
final.
Fiel a
mis instintos y al deseo de vivir
una
experiencia mágica,
única,
distante,
sobrenatural,
te
escogí a ti en un breve instante y tú a mí,
con la
única protección de mi secreto…
tú
secreto,
corriendo
juntos los momentos breves
como
los más vibrantes del amor.
Instante
de amor,
suspiros
entrecortados
como
cantos de aves en enero al abrirse
las
amapolas bajo nieve,
invisibles.
Se
escucha el canto del gran hallazgo
que al
amor se le oye,
su
soliloquio,
claro,
sin
esperar que llegue ese día preciso.
Sólo
cuando el amor despierta,
me roza
por instantes aún en una noche fría
ya que
el impulso del amor brota
con
música de liras el don de alegrarse,
seguir
su ímpetu y conquistar
su
forma por el aire diáfano.
Instante
de amor,
breve
pero lento,
pleno
de placer y alegrías,
deja
lágrimas de emociones llenas de ti
y de mí
en surcos de pasión aclarando
tristezas
y llenando melancolías.
Lágrimas
por quererte,
secarlas
con sentimientos
que
perdurarán por siempre.
Y de
noche te sueño,
te
contemplo a mi lado
y te
miro sin saber que existes,
en
poder pensarte y te siento con amor,
aún sin
saber si estarás junto a mí algún día.
Instante
de amor,
sueños
que ilusionaron,
sonidos
que se soñaron,
miradas
que pretendieron poseerte.
Suaves
llegaron tus palabras
¡todo
ilusión,
pretender
que existes,
que me
amas!
Déjame
amarte aún sin tu saberlo,
amarte
es mi presente,
es mi
futuro,
sólo sueño
amarte porque amarte es mi ser,
es mi
vida,
es mi
anhelo,
mi
deseo más profundo.
Instante
de amor,
te hago
llegar en él mis palabras,
mis
sentimientos,
¡siéntelos!
y
búscame más allá del final del mundo.