Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 15 de julio de 2015
Embrujamiento de amor
Embrujamiento
de amor,
hechizo
encantado
que
encendiendo velas
donde
el viento sacude mi negra soledad,
me
lleva a evocar el pétalo de tu sombra
que
vive en la eternidad.
El
silencio me sigue,
pienso
en tu sonrisa
y tu
sonrisa está conmigo
y sigue clavada por siempre
en mis
ojos
detrás
de tu perfume que se negó a partir.
Embrujamiento
de amor,
la
lluvia desgrana el gris de tu mirada,
mi angustia se prende
de cada
gota pordiosera
que me
regala el recuerdo
de tus
ojos plomizos y aleteantes.
Me
fascina lo que tú eres para mí,
el fino
aliento de la aurora
y el
abrazo de sentimientos mansos.
Eres el
conjuro
de mis
días de tormentas,
la
claridad ladina que perfora nubes,
la placidez del agua
que en
mi piel revolotea.
Me
seduces, me encantas, me hechizas
y toda
esa cosquilla
que se
mueve por mi sangre,
te llama y te siente mío
para siempre.
Embrujamiento
de amor,
cabalgando
en vientos de perfumes y oro,
consumí
tus besos de mariposas y miel,
tus caricias me ataron
a la
sombra de tu fuego
y en
tus palabras
enredé mi alma para siempre
aunque
mi cuerpo
te siguió febrilmente
por caudales de tiempos perdidos.
Soy tu
niña,
la de
la piel de nácar,
aún en
este otoño mío
y
acaricio el silencio de tu ausencia,
porque
desde tu lejanía
siento
tus caricias venir a mí,
febriles
y con desatada prisa
que en
galopes de metal y plata
llegan a mi cuerpo
nostalgioso
y anheloso
de
tenerte entre mis brazos,
donde bulle mi amor pleno.
Embrujamiento
de amor,
con la fuerza vital de la Tierra,
me
interno en mí misma,
salvaje
y primitiva
para
lamer mis heridas
y
renacer bajo la lluvia,
soy
quien soy y sé que soy
un alma
tejiendo amor.
¿Quién
me ama más que tú?
Con un
hechizo de callado empuje
se te
sintió venir,
desde
soterrados abismos,
lindes
de tierra por los cuatro lados,
bajar y
subir desde tinieblas seculares
a luces
que como miraderos de amor
se ofrecen a nuestras almas de antes.
Embrujamiento
de amor,
toda
canción está impregnada de él,
esperando
que tú sepas como sentirlo.
Amanece
en el papel,
dejado
por el viento
y en
una blancura indecisa,
va
directo hacia tu trémula espera
y
acercándose va
como
goces que llaman,
despacio
y en silencio.
Todo está escrito
Todo
está escrito entre los dos,
con
palabras de luz en nuestro destino.
No
podemos desoír su voz ni su llamada
pues el
amor es suave lluvia de oro
cayendo
en la floresta de las almas.
Aún la
melancolía en el amor
nos
convierte a los seres en poetas,
surgiendo
las más hermosas
y
sentidas melodías
que se
derraman por nuestros cuerpos
como el
río desborda sus almas en el mar,
dejándonos
arrastrar
por la
corriente de la pasión.
Todo
está escrito,
en los
cielos abiertos van trazando
los pájaros códigos de vuelos,
las estrellas se leen
con
largas lentes claras
que
descifran el misterio de la vida,
de
enigmas alejados.
Las
tierras más remotas
con
colores azules, verdes, rosas,
entregan sus secretos en los mapas.
Y el
pasado se ve tenuemente
tan
escrito en los ojos,
en tus
ojos,
que son
elegía o cántico
que
brotan desde un arco iris en el cielo.
Todo
está escrito,
tu
nombre no se lee donde se lee,
está en
mi corazón enamorado
y
contigo la Tierra es el cielo del cielo
y entre
tus brazos no se sabe
de qué
profundidad viene el amor,
lejano,
sí de honduras de cielos
o
entrañas de la Tierra.
Todo
está escrito,
porque
hemos pasado
por la
senda estrecha
en los
grandes zarzales de la vida,
sin
hacernos ni una herida
ni
sentir dolor ni pena.
Todo
está escrito
y
cuánto más te acercas
te
siento despacito recorrer mi alma
y entre
árboles llenos de nidos
va un
raudal lleno de rumores dormidos
en
lechos de algas y de flores.
Y sobre
la sombra nocturna del éter
en la inmensidad,
la Luna, triste y taciturna,
vaga en
plena soledad,
mientras
nosotros nos acunamos
entre
abrazos tiernos y dulces besos.
Todo
está escrito,
los dos nos comunicamos
en un
abrazo sutil
cuando
los cristales duplican
el
blanco disco de marfil.
Todo
está escrito,
el tiempo río que huye
y puede
acontecer
que
cuando queramos proseguir,
perdidos,
nos hallemos en las sombras
de un remoto ayer.
Todo
está escrito
y un
tropel de versos nos envuelven,
son los
versos que se agitan
y
rápidos se dispersan
como
musicales flechas,
van en
busca de las hojas,
van
para no volver a lugares misteriosos,
sí para volcarse en ellas.
Todo
está escrito,
seguimos
un ideal
que no
se alcanza pero al fin,
con
toral esperanza,
creemos
que en un flotar suave,
surgen,
plenas
de amor nuestras quimeras.
Prefiero la noche
Prefiero
la noche,
son las
horas en las que amustian
las
nubes vespertinas,
sobre
la azul altura
del
vasto firmamento.
Asómanse
los astros,
cuyas
luces divinas como miradas
pesan
sobre mi pensamiento.
Y es mi
hora,
en las
que entre la voz lejana
de la
campana
que con
lentitud las notas
del
Ángelus desgrana,
a mis
hojas en blanco
los versos de amor anidados
en mi corazón
se vuelcan sin cesar, con prisa
para
que no sean olvidados.
Prefiero
la noche,
porque
mi fantasía con audacia inquieta
sin
cesar te busca.
¡Oh,
poesía!,
en la nocturna soledad secreta.
Muchas
veces,
misteriosa
poesía,
frases de amor dolido,
manchan
mis páginas albas
en el
tedio de las noches acíbaras
y
vuelan por todas mis visiones de armonía
que se ocultan cuando el cielo aclara.
Prefiero
la noche,
en ella
te busca mi cansada fantasía
y mis
sueños se tienden como aves raras
cuyas
alas exploran
hasta
horizontes lejanos y oscuros
tanteando
tu imagen,
la
única imborrable,
para mí por siempre.
Como
solitaria misteriosa,
vago
volando bajo el cielo
y sobre
el mar
en la
noche profunda y estrellada,
tratando
de percibir tu figura
que
añoro
y tu
dulcísimo firmamento
y en
instantes como un sueño
que se
esfuma,
creo entreverla en un revuelo de la espuma
o en
los astros del Universo.
Prefiero
la noche,
porque
la Luna me acompaña
con su
fulgor, blanco y brillante.
Mi
corazón puede correr
a
regiones ignotas
apareciendo
en el pentagrama
vacío
de mi alma
las notas que buscaba
y no
encontraba y que inútilmente
yo
clamaba para inundarla de amor
como en
un agitado río
entre
tupido follaje.
Prefiero
la noche,
con la
Luna como nota errante
que
parece que extravió su cantar
pero aún así con su luz agonizante sigo,
en mi
perenne búsqueda
de
aquel a quien no puedo hallar,
mi
ideal no encontrado.
Prefiero
la noche,
porque mis versos me aroman el alma
y los
busco en los sones de liras
que van
brotando
entre
pasos de visiones
que
conmigo los van buscando.
En
algunos momentos
no
responden,
no
aparecen en ningún lugar
de mi
mundo interno
y
entonces me inquieto.
¿En qué
lejanías mi númen se esconde?
¿Bajo
qué estrella se guarece?
Vuelve
a mí, en esta noche mía,
nuestra,
ven con
el viento,
las
brisas,
los
astros del firmamento.
Prefiero
la noche,
quedarme un instante suspendida en lo Eterno
e ir
como el viento,
nómade
del existir
transitando por la expansión del Universo.