Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 4 de agosto de 2015
Tal vez
Tal vez no me ames más,
te has ido de mi vida y mi alma
inundada de pena clama por ti.
¿Adónde se fue tu amor?
¿Por qué me has llevado a tu olvido?
Me has dejado sola,
en mi desesperación
y pesares pensando
sólo en ti.
Tal vez ya desapareciste
tras el telón de mi
vida,
ya no te veré ni te
sentiré más,
tus palabras se las
está llevando el viento
silente y frío,
en copos de nieve en
el espacio sin voz.
Tal vez, si,
yo te siga amando
hasta el fin de mis días
y mi corazón herido
palpita dulcemente
porque tú ya no estás.
Sola yo y tú quien sabe donde,
tu recuerdo me llena el pensamiento
y te traigo en el tiempo.
Tal vez,
en algunos momentos
recorro los caminos de la memoria
y solos los dos otra vez,
junto al mar,
riendo bajo la lluvia o en una noche
con un cielo calmo poblado de estrellas.
Sola yo…
soy trueno y relámpago por no tenerte,
y me vuelvo viento,
brisa y agua fresca
y retrocedo en el tiempo
cuando nos amábamos.
Tal vez mis días
están poblados de tu presencia,
el pasado abre sus puertas.
Hoy es ayer
y tú estás conmigo,
lo que es real ahora
es tan solo un sueño.
¡Qué vacío tan grande!
lleno de silencios,
yo sé que no estás,
ya sé que te has ido.
En mí llora un lamento,
gime cual nota de un arpa,
de un amor que me devora
y se halla oculto en mi alma,
mi llanto cae como un manto,
mi tristeza es un tul impregnado de amor,
mi amor es mi corazón herido
que palpita sin cesar
buscándote en mis recuerdos lejanos.
Te extraño y en mi nada
¡tú eres todo!
Tal vez,
queda solo la sed,
el silencio,
ningún encuentro.
Tú has dejado en mi alma perfume de
lilas
y cuando me mirabas mis ojos
eran llaves para abrir el muro
de nuestros secretos
y mi temor eran palabras,
poemas,
que te llevaban lejos.
Sólo tú,
tal vez,
hiciste de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.
Tal vez,
siempre tu serás mi amado
espacio de revelaciones infinitas.
Abandono sin motivo
Abandono sin motivo,
¿cuál es la razón de que la ilusión
que me acompañaba de que mi mensaje de amor,
llegara hasta
el último rincón desapareciera sin motivo?
Creí encontrar lealtad,
paz,
fidelidad en alguien
cuya alma
estaba vacía,
seca,
plena de
dureza,
sin ninguna
estrella que la iluminara.
Pido a la mensajera alada
que viene de los cielos a protegerme
que me dé otra vez la luz y calor
en mi corazón
entristecido
y que se lleve los pensamientos
que pueden
destruir con el tiempo
el sufrir por
falta de amor.
Quiero seguir teniendo mi motivo de vida,
transmitir
cariño,
fe,
ayuda a quien lo necesite.
Abandono sin motivo,
es como si me quisiera transformar en un ser invisible
para la persona en quien confié mi amistad,
sin ninguna razón concreta,
tan solo es que las diferencias del interior del alma
hizo que dejara
de existir para ella
a quien lo
único que le interesa es lo fútil,
lo material,
lo aparente y
no la dulzura de las palabras
que llegan con amor desde la lejanía.
Dentro de mí hay una llama
que no se enciende apagada
por la tristeza de haber descubierto
que aún en este mundo existen almas sin amor,
por eso debo
entregar mi corazón
desde lo más
profundo para que el amor
vuele hacia
todos los lugares
donde mundos interiores
no sientan la
pureza de la amistad,
el viaje puro que toda alma siente
en lo hondo de
su corazón.
Abandono sin motivo,
no deseo que éste oscurezca mis días,
no quiero que
en mi camino aparezcan
nunca más un alma que quiere destruir mi alegría,
mi fe en lo que motive mi existencia,
sin piedad,
con salvaje deseo de dejarme sola
no se dio cuenta
que me entregó
el regalo más grande del mundo,
seguir tendiendo mi puente de admirar la belleza,
los árboles en
movimiento,
el cielo
límpido y cálido,
las aves que
vuelan llevando el amor por doquier.
Abandono sin motivo,
¡qué lástima,
qué pena,
es una gran desilusión profunda
ya que sin
saber realmente el por qué,
creyendo dejar
mi soledad parecida al desierto,
se fue hacia lo desconocido,
lo ignoto,
donde la maldad,
la envidia,
el egoísmo,
reinan y se hunden en el vacío de la nada!
Busco ahora con más pasión y paz interior
y ser guiada por el Destino hacia la eternidad
para que las almas que nos amaron
puedan
encontrarse en las próximas vidas
y perfeccionar el amor que iniciaron con total paz
interior.
Cada vida representa un árbol y los árboles
son sagrados
porque
representan la vida del ser humano.
Deseo despertar en cada ser
un corazón
inteligente que sienta la misión
de salvar a la humanidad
con la firme convicción de que todo cambiará.
¡Qué la fe
y el símbolo del Poder Divino
lo logren!
Desapareciste en la nada
Desapareciste en la nada,
la luz intermitente que tu corazón me daba,
se apagó de golpe.
Vuelvo a buscarte, donde,
sorpresivamente me besaste.
Cálida ternura,
suspiros envolventes,
presencia que embriaga,
en un amor latente.
Desapareciste en la nada,
y te busco…
Y no estas a mi lado,
un vuelco ajeno te borró de mi espacio.
Ven a mis brazos de nuevo,
usa mis ojos de espejos,
quiero arrancarte el alma pero no puedo,
te fuiste lejos y no entenderás nunca,
de que forma te sigo queriendo.
Desapareciste en la nada,
antes vivíamos por el aire,
el agua,
ligeros,
sin dolor,
vivíamos en alas del amor,
pero ahora en un día tan solo,
te alejaste como un gran peso,
de la vida sin mí
y sobre la eternidad blanda del tiempo,
contorno irrevocable, lo que hiciste
dejaste marcada la seña de tu ser en mí.
Esta carta es de dolor,
te busco y en la nada sólo hay sombras
irrevocables.
Y ni allí estás.
Desapareciste en la nada
¡cuando te marchaste, que inútil fue buscarte,
por donde anduviste y seguirte desesperadamente!
El tiempo es rio que huye.
El destino se queda atrás y aún,
puede acontecer que cuando quiera proseguir,
perdido se halle en la sobras de un remoto
ayer.
Al irte a la nada,
dejaste mi alma de tal suerte,
que ya no temo a la muerte, ni a la vida.
Mi amor por ti persistirá por siempre,
Hasta la eternidad,
que es el lugar que al fin hemos de habitar.
No nos puede sujetar lo que pronto sucederá.
Desapareciste en la nada,
en silencio avanza, pálido el dolor.
Ante él la esperanza deshoja una flor
Y la soledad es cada vez más triste.
Me iré por otros caminos,
a encontrar al amor que ni canse ni agite,
el que da dicha y alegría hasta el fin.