Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 16 de agosto de 2015
Despedida frustrante
Despedida frustrante,
todo cambió, se hizo humo gris oscuro
y un manto de negra oscuridad me envolvió.
Te habías ido para siempre.
ya no eres nadie, ni nada,
cae le lluvia donde tu sombra vive en
eternidad,
me dejaste apabullada, como una flor
marchita
y sin pétalos.
Mi corazón late lentamente, como si las
venas,
no quisieran que sufriera de dolor.
te amo en la espera
y amo esa espera porque se come el tiempo
letargo,
impreciso, que arrastra en sus alas,
minutos y tormentas.
Cupido tiene una espada por flecha,
me hiere, mata.
Me duele el alma, anida el trueno,
cuando tu cuerpo se va.
Despedida frustrante,
decepción, desilusión, cría en ti,
te amé con total intensidad,
pero todo fue en vano,
tú no me amabas, fingías amarme,
por tu altiva vanidad.
La niebla torva del silencio,
ahoga tu luz ausente de mis carnes,
ya no siento tus besos,
ya no soy tuya más.
Voy bajito, despacio, sin ahondar las
pisadas,
con un dejo de lástima,
porque aún así no te puedo encontrar,
ni en cuevas, ni en valles, ni en altos
pedregales.
Luego un grito felino de furor salió de mi
mundo interior,
por ira, rabia, desconsuelo,
al darme cuenta de que por fin no te vería
más
y tu hombría toda se derrumbó para mi,
se fue achicando y deshaciendo liquida,
rojiza y pegajosa.
Despedida frustrante,
pseuda tristeza tu sonora y amada voz,
se tornó en un cuchicheo arrullador y
trémulo,
ya no te escucho más,
no querré oírte,
esa voz que me conquistó por su seducción,
tono, en medio de palabras de amor.
¿Por qué esta sed que crece desde adentro,
urgiendo el deseo de estar contigo y
trueca lo deseado?
¿Por qué este inexorable desencuentro?
necesito tu amor, como la lluvia a la
tierra seca,
tus abrazos como a la orilla del mar,
tus noches enteras haciéndonos el amor,
como la alergia y la risa juntas.
Me siento sola, sin otra compañía,
que miras muy despacio con los ojos,
arrasados de llantos el pasado ya ido,
en el que juntos estábamos y nos amábamos.
No estás ya en mí
No
estás ya en mí,
no
siento tus caricias, tus abrazos,
no
harás más el amor conmigo,
no
estarás mas dentro mío.
¿Qué
pasó?
¿Por
qué estas sensaciones tan tristes y deseadas,
no
están ya más en mi?
¿Es
que te has ido de mi lado sin una palabra,
sin
un beso de despedida?
¡qué
dolor!
te
necesito tanto en mi vida que casi ya no puedo respirar.
No
estás ya en mí,
la
tarde en su crepúsculo rojizo,
se
ahoga en el fuego dilatado como se ahogan mis ansias,
sobre
la nada que me da tu ausencia.
Te
apagaste en la lejanía,
que
me seducía, se fue lejos asfixiando mis suspiros y
¡ al final terrible y trágico te vas de mi
nada tormentosa!
tu
indiferencia me hirió,
picoteando
mi corazón en mil pinchazos duros y filosos.
todo
se dilata… hasta tu ausencia.
A
veces siento que vienes… pero no vienes,
son
sentimientos truncos por pensar tanto en ti.
esta
es una carta más,
te
la envió por el aire, las nubes altas,
el
mar bravío, pero no te llegará nunca jamás.
el
silencio me trae tus ojos temblorosos,
el
murmullo de la calle fragosa,
me
tira por la ventana en oleadas de viento y humo,
por
la esperanza de que vienes.
pienso
en tus caricias.
Y
tus caricias corren como antes hambrientas sobre mi piel dormida.
Esto
es tan sólo un sueño.
Me
niego a despertar, no quiero ver la soledad detrás de tu perfume,
que
se negó a partir de una ausencia tenaz,
quizás
algún día querrías encontrarme,
no
será así,
soy
ahora pasión en polvo de cenizas,
tendrás
que armarme con tus besos redentores.
Tendrás
que hacerme hoy y fuego.
Aunque…
ni tal vez…
Ya
nadie cambie y allá voy con mis delirios,
como
la sal traída por el viento , que pega y se va.
Desarraigada
Desarraigada,
su
significado profundo y hondo
hiere y lastima el alma,
trastorna mi mundo interior,
confunde
mis amores
en
desamores.
¿Por
qué me siento apartada,
alejada
del
mundo que me rodea?
Soy una
emigrante itinerante,
mi lar
está fuera del real,
mi imaginación me transporta
a un
mundo
donde
vivo dando amor,
traspasando barreras,
cadenas,
prejuicios,
críticas,
¿cómo
no sentirme perturbada
al
vivir desconectada,
descuajada
de la
rama alta del ciprés
verde y frondoso,
cima en
la que creí vivir,
levantando vuelos cortos
y veloces
para
regresar
al
lugar que creí era amada?
La vida
tiende sus redes
y en un
instante
me
siento dañada
pero,
¡ya no más!
No
pueden arrancarme de la luz
que me
conduce a un orbe nuevo
y
maravilloso,
desprendiéndome
de lo que el amor
me hace escribir,
inundar
páginas en blanco
que me buscan desesperadamente
con
ansias de volcar en ellas
mis
inquietudes,
mis sentimientos,
mis
deseos de escaparme
a otro
lugar distante
y vacío
donde encuentre la paz ansiada
en mis
ideas locas
de
estar enamorada de la vida.
Desarraigada,
desterrada de este mundo real
para poder irme
al
mundo mágico,
puro y
límpido
donde
nacen mis prosas poéticas vírgenes,
sin causas ni porqués.
Desarraigada,
me voy,
no
tengo tiempo de volver a empezar,
de
regresar a ese pasado
cercano
y lejano a la vez,
debo volver al hoy,
plenamente,
entre
cielos azules
y nubes de algodón,
entre
desprecios de lejanías,
mares
transparentes,
turbulentos y calmos,
entre
rojizas puestas de sol
en el
horizonte lejano,
donde las
nubes danzan
a su alrededor,
en
silencios y vientos calmos.
Desarraigada,
¿por qué ocurrió?
No lo
sé,
son
diferencias de vida,
de
sentir el amor y de ser amados,
como
ídolos de mármol,
duros,
impenetrables,
rígidos
y no
con el corazón abierto
para
dar lo mejor de mí,
de
sentir cálidos sentimientos
y
brisas frescas
y
limpias en mi mente.
Ya me
desprendí
de todo
el manto de llanto,
ahora
sólo correré tras la música,
las risas,
las bellezas del verde bosque,
el azul del mar
y los
corazones tibios y verdaderos
que se
me acercan
y me acarician
con sus
miradas dulces
y
palabras tiernas
buscando en mí
el amor que aflora
sin
saber por qué.
La
pesadumbre se fue lejos,
no
quiero pensar en los recuerdos
que me
hicieron mal,
busco la luz,
quiero sentirme envuelta
en ese
capullo que me protege
entre
palabras de amor
en mi ser entero
y que
la alegría me invada entera,
no sintiéndome desolada
y
triste,
si no plena de amor
para
dar a raudales
por el
mundo que me rodea
y lo
quiere recibir.