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Vendavales de dolor


Vendavales de dolor,
el viento se arremolina
a mi alrededor,
con densos movimientos
por el pesar que me envuelve
al darme cuenta de que te fuiste
para siempre,
me abandonaste aún
con palabras de pasión
diciéndome que me amabas
que me querías con toda tu alma.

Vendavales de dolor,
con mis manos temblorosas y a tientas
en la penumbra de la luz
de las velas encendidas
para que iluminaran
nuestro gozo y placer,
te busco inútilmente,
te fuiste sin un adiós.

La música que nos unía a los dos
ya no se siente,
se fue con el viento a horcajadas de las nubes
e incontrolada fantasía de amor.
Mis suaves y dulces poesías se escondieron
en lugares secretos de mi alma,
ya no son mas para ti.

¿Es que en unas horas
encontraste otros ojos en los cuales mirarte,
y otros labios para besar?

¿Cómo es posible que te hayas ido
despidiéndote con palabras tiernas de amor?

¿Eran fingidas?
¿Eran traicioneras?
¿Eran hipócritas?
No lo sé,
yo te sentí mío, igual que siempre,
amándote hasta el infinito,
sintiendo tu cuerpo junto al mío,
con el calor del deseo y del placer.

Vendavales de dolor,
sí, siento ira,
enojo, dolor,
pena, llanto,
desilusión,
desolación,
desespero.

Creaste en mí un vacío inconmensurable
en el que el amor se hundió en el abismo
del miedo y del terror,
de que todo esto sucedido sea verdad
y no fruto de mi portentosa imaginación.

Te sigo amando,
te esperaré hasta el final de mis días,
hasta que me alce en volandas de vuelos de aves
hasta el infinito.

No puedo olvidarte
y te pienso a cada instante
recordando tus palabras de amor.

La vida  cambiará,
lo lograré con tesón y anhelos,
buscando un verdadero amor
que no sea falso ni traicionero,
que sea verdadero y único,
llevándome a sendas de una nueva felicidad,
no en vendavales de dolor.

Camino de sabiduría


Camino de sabiduría,
voy hacia tí
en un difícil encuentro.

Las palabras sabías que se esconden
en resquicios de nuestra mente
nos dan fortaleza,
voluntad, valentía, conciencia
para conocernos a nosotros mismos.

Nos conducen al gran proyecto
de un alma inocente,
pura, viva en cada momento
de nuestro existir,
haciendo pétalos y sueños
a cada instante del Hoy.

Camino de sabiduría,
parece que nos lleva a nubes altas,
fantasmas sin asideros,
horizontes sin llegada.

Camino de sabiduría,
si estaba lejos, ahora para verlo
hay que volver la cabeza,
porque lo hemos perdido.

Si los recuerdos son
 como pétalos deshojados,
los debemos encontrar
para que nos lleven
al cálido camino de la sabiduría;
estaremos atravesando los sueños que soñamos
a ese lado que se llama la vida que se cumplió,
derrochando sabias y profundas
alegrías,
amores,
dichas,
 risas.

Camino de sabiduría,
el mundo seducido por el canto
 del gran proyecto del alma,
se nos ofrece, nos da
rosas,
 besos,
 hojas multicolores,
corales bailando en el otro mundo submarino,
innumerables materias dóciles,
esperando que nos encaminen a ser mejores,
más puros, más sinceros,
más creyentes en las palabras sabias.

Camino de sabiduría,
labremos en nuestro interior
el gran amor por nosotros,
coronándonos la dicha que nos escoge,
nos declara capaces de creación alegre.

Palabras sabias primogénitas del gozo,
vivir plenamente enamorado
 de la vida.

Camino de sabiduría,
nos conduce meciéndonos en un flor,
en una roca,
 en el aire,
 en el cielo,
 en el mar.

Nuestro proyecto en el alma
es descargar el amor a la vida,
perfección casi imposible,
pero lo lograremos al vivir
enamorados del existir.

Camino de sabiduría,
el mundo se nos acerca
a pedir que le hagamos feliz
en nuestra dicha
al encontrar ciertas palabras sabias.

Horizontes y paisajes vienen a vernos,
nos miran, se achican
para entrar en los ojos,
 las montañas se truecan
en puñados de arena virgen y pura,
pero al tomarla en nuestro existir
pierden su vida fría,
están con vida en la palma de nuestra mano.

Camino de sabiduría,
leyes antiguas del mundo
para ir hacia
la felicidad del vivir.

Placer


Placer

Cuando mis ojos gritan tu nombre el todo se llena de gozo,
porque tu nombre es el amor de mi vida.
Seduce mis formas de arcoíris deslucido.
Regálame el trébol y el aroma de tus manos.
Sacúdeme con el aliento de tu brisa azul y ágil.
Quiero ser una brizna viva en tu letargo de cariño.
Cuando entrecierro los ojos intacto te recupero.
Pienso que estoy en tus brazos, que hacemos el amor,
con ímpetus y voluptuosos movimientos.
¡ Que placer, qué gozo, qué delicia!
Mis caderas se contornean pregonando ¡más y más!
Siento tu esencia inundar mi cuerpo.
Estábamos como en un país de hechicería, donde la braza,
ignora  la ceniza y busco mirarte en un modo azul que atiza la braza y
arremansa la alegría.



“Nadie previno,
la culpa de existir,
no acepta culpas”