Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 21 de septiembre de 2015
Un día triste sin ti
Un
día triste sin ti,
no
quiero más la melancolía, el llanto,
la
tristeza, por no estar a tu lado.
La
vida es todo,
vivir
amando es lo máximo,
todos
nuestros semejantes, pero no es sufrimiento ni dolor,
porque
si es así , el amor debe desaparecer.
Y
no te espero más allá,
de
los fines y los términos.
Miras
de pronto a lo lejos.
Clava
la mirada allí, no sé en qué
y
te dispusiste hacerlo, ya tu alma afilada de saeta,
buscará
otra mirada para conquistar.
Un
día triste sin ti,
yo
no te miro más a donde miras,
yo
te estoy viendo mirar.
cuando
te fuiste,
retorné
a ese sordo mundo sin diferencia del grano,
de
la gota en el agua, en el peso.
Una
más seré yo al tenerte de menos y así
perderé mi nombre,
mi
edad, mi señas, todo perdido en mí, de mí.
Vuelvo
al osario inmenso de los que no se han muerto
y
yo no tengo nada más que perder en esta vida.
no
quiero que te vayas dolor,
última
forma de amar,
me
estoy sintiendo vivir , cuando me dueles,
no
en ti, ni aquí, más lejos, en el año,
de
dónde vienes tú, en el amor tuyo
y
todo lo que fue.
Un
día triste sin ti,
si
no estuvieras en mí dolor,
tristeza
irrefutable,
yo
ya no te recordaría más.
esta
verdad me asegura que nada fue mentira.
y
mientras cada tarde siento en mí alma,
dolor,
tristeza, se dan la prueba,
a
lo lejos de que existió nuestro gran amor,
de
que me amaste, sí de que yo aún te estoy queriendo.
Estoy
sumergida en un mundo de desolación,
de
que no tiene al lado otro ser,
un
dolor ajeno, del que está sólo,
ya
sea con su pena.
Un
día triste sin ti,
queriendo
consolar en tu quimera el gran dolor,
que
es todo mío.
Aún
estoy aquí- según creo- viva
y
escribiendo estas cartas de amor,
que
tú con tu huida inspiraste en mí.
¡ilusionista,
inimitable, vendedor de tristezas,
el
todo poderoso amor perdido!
Balada de una soledad
Balada
de una soledad,
a
veces, el tiempo me lleva a volar lejos,
a
la soledad infinita, esa que no te deja volver,
a
amar.
La
eternidad es frágil,
que
busca como un férreo tañido de campanas.
Tiembla
el aire, tiemblo yo al pensar en ti,
que
no te tengo conmigo,
pero
esto debe quedarse en el pasado,
ingrávido,
lejano,
para que la vida vuelva a renacer,
plena
de amor nuevo,
cantos,
risas,
alegrías
sin par.
Balada
de una soledad,
dejo
atrás la tristeza, el llanto salado,
la
angustia inquietante, las ansias locas de volver verte,
y
aunque me alejo cabizbaja,
empañada
la voz,
quebrada
el alma, triste, exánime,
no
derramó ni una sola lágrima,
todo
debe ser ya muy nimio,
para
decirte mucho, poco o nada,
de
que lo nuestro terminó,
ya
para siempre.
trataré de que mi voz en tímidos fanales,
de
un nuevo amor encienda en el ancho viento,
renovados
ventanales en mi propia perplejidad,
en
movimiento.
Balada
de una soledad,
no
puedo creer que yo no sienta el dolor tan intenso,
que
recorrió mi cuerpo enajenado,
ahora
aguarda que fervorosos estímulos,
recuperen
las huellas de mi aliento
y
resuelvan en cánticos estivales,
el
fuego que me sirve de sustento.
De
pronto me pregunto:
¿Quién
eres tú mi amado ausente?
¿Dí,
llegué a conocerte realmente?
¿O
eras tú tan solo un sueño no hecho realidad?
¿o
eras un fantasma creado por mi imaginación,
porque
necesitaba en ese momento preciso,
amar
hasta el infinito y apareciste tú?
Pero
vivo en un país de hechicería,
donde
la brasa ignora la ceniza.
Y
el mirar es un modo azul que atrae,
la
brisa y arremansa la alegría.
¿o
era la proyección de mi alma soledosa?
¿O
a mi sangre brotando lenta por mis venas?
¿o
un diálogo inventado?
¿o
pura imaginación?
Esta
carta de amor ausente es para alguien,
que
no conocí,
¿
es esto posible?
Sueño
creído, impulso que descarta la unidad,
o
milagro realizado, igual volvió.
Pero
¿quién eres tú, amado ausente?
No sé dónde estás
No sé dónde estás,
mi alma acongojada y triste
no sabe donde ubicarte.
desapareciste súbitamente
detrás de una cortina de humo incipiente,
sin una palabra,
sin un aquejo de sentir adiós.
Sembrando mis dudas
en un camino sin fin,
triste y dolorosa.
Los desconciertos abarcan mis dudas
en mi mente que siempre lleva
el
concierto de tu voz.
No sé dónde estás,
mi alma con las manos frías,
buscando un abrazo de amor
en el transcurrir del tiempo.
No sé dónde estás,
dejare en mi recuerdo
imborrables momentos vividos junto a ti.
¿Por qué te ausentaste dejándome sola
con quebrantos de emociones
que se confunden?
¿Cuál fue la razón
que se
abrieron en mi mente
los
espacios vacíos?
esperando un llamado
me perdí en los tiempos
sin tener una repuesta
a mil insólitas preguntas de tu ausencia.
No sé dónde estás
quiero escuchar tu vos,
esa voz susurrante y dulce,
que quedara en los recuerdos
más secretos de mi alma.
Necesito estar
a tu lado
ni que el tiempo ni la distancia nos separe
y quedemos juntos por siempre.
Dame una señal,
una luz,
una esperanza,
de que volverás a mi
y correremos juntos por las praderas frescas
sintiendo las brisas secas
y el viento que nos eleve
y quedarnos en un espacio infinito,
no nos lleves los otoños
y por toda una eternidad en nuestro nido,
gozaremos el amor con total intensidad.
No sé dónde estás
tantas palabras que esperan,
tantas poesías de amor
perdidas por tu ausencia.
Te seguiré buscando en la claridad de la noche,
en las frías mañanas del estío
en los crepúsculos de mil colores del cielo azul
intenso.
¡Ven a mí!
¡Búscame!