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Rencores de un adiós


Rencores de un adiós
Por qué aparecieron en silencio,
Doliéndome el alma y el corazón
Esta oscuridad distinta y los jardines
Sembrados de légamos.
Que vagos sonidos retornan si ecos.

Rencores de un adiós
Veo paredes al fondo del lago,
Sus ventanales describen el tiempo,
No soy el dolor golpeando muerte
Ni la diferencia golpeando luz.
Ahora que el aire me posee,
Debo encontrar la verdad.

Rencores de un adiós,
Quisiera que atendieras todos mis sentidos nuevamente
Quisiera sentir tu ser rodeándome en tus brazos,
Pero ya es imposible,
Ya que los rencores afloran y duelen
Hoy quisiera que tus ojos me quemaran nuevamente
Me mataran sin rencores con sus grises ausentes,
Con su piel de viento, con pasión sin límites.

Rencores de un adiós
Aquí estoy bajo la desgarradora soledad
De tu recuerdo consumiendo mis temores,
Devorándome mis gritos bajo tu piel
Fantasmal y traicionera
Que me ahoga en rencores desde esa
Distancia tan presente.

Rencores de un adiós
Me arrancaste la carne en cada abrazo
Con rencores sufrientes y dolorosos
Yo no sé definir en la distancia…
Si estas presente y me matas
Con tu ausencia desgarradora.

Rencores de un adiós
Que golpean en mi mente
Y me dejan sin aliento
Más por eso yo presiento
Que nuestro amor está en suspenso
Rencores de un adiós
Que mi mente se niega
Y mi corazón siente
Que tú ya estas ausente.

No me preguntes nada


No me preguntes nada,
Sólo ámame como tú sabes amarme
Y yo te responderé con igual intensidad.

No me preguntes nada,
Abrázame,
Necesito todo de ti,
Soy ese amor secreto a oscuras,
Soy un fantasma en tu vida,
Que siempre se desvanece en el aire.

No me preguntes nada,
La noche está por comenzar
Y soy tu amiga, amante de la oscuridad.

No me preguntes nada,
Soy toda tuya, abrázame con la luz del alba,
Debo partir dejando entre tus brazos mi existir
Y si alguien te pregunta por mí,
Le dices que era un sueño irreal y mágico.

No me preguntes nada,
Nuestro amor creció entre los dos
Con una pícara sonrisa
Y creció diariamente con un dulce entretenimiento
Cosquillante, con ansias de estar juntos.

No me preguntes nada
Pienso en tus caricias
Y tus caricias corren hambrientas
Sobre mi piel dormida.

No me preguntes nada
El silencio me trae tus ojos de perlas
En oleadas temblorosas de viento y humo
La esperanza de que vienes pronto, muy pronto.

No me preguntes nada
Y el silencio me trae el murmullo de las olas
Las oleadas del viento
Los anhelos de que vienes pronto.

No me preguntes nada
Pienso en tu sonrisa, tu sonrisa está conmigo
Esta clavada en mis ojos por siempre


No me preguntes nada
Me niego a despertar
No quiero ver la soledad detrás de tu perfume
Que se niega a partir.
Ayer acaricie el pétalo de tu nombre
¡¡ Que extraño fue!!

Tiempo de olvidar


Tiempo de olvidar,
ya sola con la verdad absoluta,
mi único amante ya por siempre no está,
se diluyó en la nada del horizonte.
Estoy labrando su sombra,
la tengo ya sin los labios rojos ardientes,
te los habría besado aún mucho más.
Sonrosada la piel disfraza levemente la diferencia,
absoluta, de que tú serás el ultimo amor de mi vida,
pero quizás no
y otros labios besarán con pasión los míos,
no lo sé.
No preguntarte me salva,
si llegase a preguntar antes de decir tú nada,
¡qué claro estaría todo, todo que acabado ya!

Tiempo de olvidar,
se me ha perdido un nombre.
Ayer nomás estuvo adherido a algún rostro,
a una silueta que transitó por mí.
El rostro lo rescato como no era,
pergaminos, silencio,
dos ojos sin mirada.
De la silueta apenas sobrevive,
una sombra gris, casi negra, alargada y sin final.
Se me ha perdido un nombre y el rostro,
ya la silueta, el olvido, los ha faltado,
el tiempo, sordina y esmeril.

Tiempo de olvidar,
el recuerdo es olvido.
De puntillas te fuiste, vete ya
y blindaré un gran muro y el
aquiescente portal,
echando férreo cerrojo que tú no osarás destrabar,
ni el Tempo que de los sueños suele la trama cortar.
Morir, vivir, equilibrio estremecido,
igual pesa en esta verde balanza que es la vida,
puro silencio, pausa entre recuerdo y el olvido,
fascinada tiene toda sin aliento a la mañana.
De miedo nadie se muere,
la inminencia de un peligro
muerte de una gota clara
crea entorno onda de calma.