Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 22 de septiembre de 2015
Rencores de un adiós
Rencores de
un adiós
Por qué
aparecieron en silencio,
Doliéndome
el alma y el corazón
Esta
oscuridad distinta y los jardines
Sembrados
de légamos.
Que vagos
sonidos retornan si ecos.
Rencores de
un adiós
Veo paredes
al fondo del lago,
Sus
ventanales describen el tiempo,
No soy el
dolor golpeando muerte
Ni la
diferencia golpeando luz.
Ahora que
el aire me posee,
Debo
encontrar la verdad.
Rencores de
un adiós,
Quisiera
que atendieras todos mis sentidos nuevamente
Quisiera
sentir tu ser rodeándome en tus brazos,
Pero ya es
imposible,
Ya que los
rencores afloran y duelen
Hoy
quisiera que tus ojos me quemaran nuevamente
Me mataran
sin rencores con sus grises ausentes,
Con su piel
de viento, con pasión sin límites.
Rencores de
un adiós
Aquí estoy
bajo la desgarradora soledad
De tu
recuerdo consumiendo mis temores,
Devorándome
mis gritos bajo tu piel
Fantasmal y
traicionera
Que me
ahoga en rencores desde esa
Distancia
tan presente.
Rencores de
un adiós
Me
arrancaste la carne en cada abrazo
Con
rencores sufrientes y dolorosos
Yo no sé
definir en la distancia…
Si estas
presente y me matas
Con tu
ausencia desgarradora.
Rencores de
un adiós
Que golpean
en mi mente
Y me dejan
sin aliento
Más por eso
yo presiento
Que nuestro
amor está en suspenso
Rencores de
un adiós
Que mi
mente se niega
Y mi
corazón siente
Que tú ya
estas ausente.
No me preguntes nada
No me
preguntes nada,
Sólo ámame
como tú sabes amarme
Y yo te
responderé con igual intensidad.
No me
preguntes nada,
Abrázame,
Necesito
todo de ti,
Soy ese
amor secreto a oscuras,
Soy un
fantasma en tu vida,
Que siempre
se desvanece en el aire.
No me
preguntes nada,
La noche
está por comenzar
Y soy tu
amiga, amante de la oscuridad.
No me
preguntes nada,
Soy toda
tuya, abrázame con la luz del alba,
Debo partir
dejando entre tus brazos mi existir
Y si
alguien te pregunta por mí,
Le dices
que era un sueño irreal y mágico.
No me
preguntes nada,
Nuestro
amor creció entre los dos
Con una
pícara sonrisa
Y creció
diariamente con un dulce entretenimiento
Cosquillante,
con ansias de estar juntos.
No me
preguntes nada
Pienso en
tus caricias
Y tus
caricias corren hambrientas
Sobre mi
piel dormida.
No me
preguntes nada
El silencio
me trae tus ojos de perlas
En oleadas
temblorosas de viento y humo
La
esperanza de que vienes pronto, muy pronto.
No me
preguntes nada
Y el
silencio me trae el murmullo de las olas
Las oleadas
del viento
Los anhelos
de que vienes pronto.
No me
preguntes nada
Pienso en
tu sonrisa, tu sonrisa está conmigo
Esta
clavada en mis ojos por siempre
No me
preguntes nada
Me niego a
despertar
No quiero
ver la soledad detrás de tu perfume
Que se
niega a partir.
Ayer
acaricie el pétalo de tu nombre
¡¡ Que
extraño fue!!
Tiempo de olvidar
Tiempo
de olvidar,
ya
sola con la verdad absoluta,
mi
único amante ya por siempre no está,
se
diluyó en la nada del horizonte.
Estoy
labrando su sombra,
la
tengo ya sin los labios rojos ardientes,
te
los habría besado aún mucho más.
Sonrosada
la piel disfraza levemente la diferencia,
absoluta,
de que tú serás el ultimo amor de mi vida,
pero
quizás no
y
otros labios besarán con pasión los míos,
no
lo sé.
No
preguntarte me salva,
si
llegase a preguntar antes de decir tú nada,
¡qué
claro estaría todo, todo que acabado ya!
Tiempo
de olvidar,
se
me ha perdido un nombre.
Ayer
nomás estuvo adherido a algún rostro,
a
una silueta que transitó por mí.
El
rostro lo rescato como no era,
pergaminos,
silencio,
dos
ojos sin mirada.
De
la silueta apenas sobrevive,
una
sombra gris, casi negra, alargada y sin final.
Se
me ha perdido un nombre y el rostro,
ya
la silueta, el olvido, los ha faltado,
el
tiempo, sordina y esmeril.
Tiempo
de olvidar,
el
recuerdo es olvido.
De
puntillas te fuiste, vete ya
y
blindaré un gran muro y el
aquiescente
portal,
echando
férreo cerrojo que tú no osarás destrabar,
ni
el Tempo que de los sueños suele la trama cortar.
Morir,
vivir, equilibrio estremecido,
igual
pesa en esta verde balanza que es la vida,
puro
silencio, pausa entre recuerdo y el olvido,
fascinada
tiene toda sin aliento a la mañana.
De
miedo nadie se muere,
la
inminencia de un peligro
muerte
de una gota clara
crea
entorno onda de calma.