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Inolvidable


Inolvidable

Estoy sola en los silencios de páramo, extraviado.
Me crecen poderosas alas en las manos, pies y cintura,
para cortar el tupido follaje que me envuelve y me atrapa,
de una misteriosa selva, allí no me encontrarás jamás.
Pido al ángel blanco del amor, como en la hora ternísima,
del juego y de la leyenda.
Me regale ahora la primavera inagotable,
de quién vivir al máximo con amor compartido,
de consunción de dos almas  que en las azarosas luchas,
son para mis dichas que se derraman inefables momentos olvidables.
La vida es hermosa mientras el sol brilla y la luna no apague su luz.
Donde es de día y feliz soy alegre y tan llena de flores que dejo atrás,
ese pasado negro y oscuro.
Sacrifiqué un poema por ésta tarde y el estar contigo,
bajo la sombra de los sauces y el rumor el río.
Estando los dos abrazados cuerpo con cuerpo, beso con beso.

“La vereda es un nicho
de pájaros que
lustran su voz”

Luna


Luna

Desciende serena, de la luna llena.
La luz blanca y buena,
blanca y silenciosa, buena y dolorosa,
espectral y hermosa, en las nubes vuela, en el río riela.
En las cunas vela,
dilata el paisaje y un temblor de encaje pone en el follaje,
astro sin ventura, copa de amargura y luz de sepultura.
Esa antorcha incierta, de la luna yerta,
errabunda muerta.
Luz fría y extraña que embruja a la araña y a la telaraña.
Luz de pesadilla que en los ojos brilla, del búho que chilla.
Está en el sendero que del hormiguero va hasta el jazminero.
Y alumbra un camino vago y blanquecino para el peregrino.
Luz exangüe , telar que devana la tristeza humana.
Luz que el cielo envía como poesía de amor de la noche fría.
Donde los enamorados bajo su luz serena se abrazan y acarician,
con ternuras y cariños.

“Y yo soñaba… soñaba
que hoy… tal vez mañana…
quizás un día… yo sería tu amante”

Fantasía


Fantasía

Muchas veces, misteriosa poesía de amor,
sobre tedio que las noches acibara.
Vuelan todas mis visiones de armonía,
que se ocultan en el cielo cuando aclara.
Y te busca mi cansada fantasía,
la aeronave de mis sueños, ave rara cuyos alas,
se tendieron hacia el día, de un futuro que en mis trabas saludara.
¿Dónde vives solitaria misteriosa?
Por hallarte mi aeronave no reposa,
vuela y vuela bajo el cielo y sobre el mar.
Y tan sólo como un sueño que se esfuma,
ve un revuelo de tu clámide en la espuma,
ve en los astros tu dulcísimo mirar.
Fantasía con olor a tomillo y madreselva, de sus piedras.
Que mi pecho se derrama, te miro y crezco en los espejos del recuerdo.

“Ámame para que sea
mi piel de abeja
y tu cuerpo de sal”