Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 17 de octubre de 2015
Desde el fondo de mi alma
Desde
el fondo de mi alma
escribo
para ti,
mi amado amante,
siento
fluir mis versos,
mis
frases, mis estrofas
al
pensar en ti,
es un
canto que perfuma
y ese
perfume canta
todo el amor de mis sueños.
Cada
estrofa es una nube
y para
flotar en ella
hay que
tener luz de estrellas
y
corazón de querube.
Desde
el fondo de mi alma
tu
sensualidad que me llega sin tocarme
me despierta
como gotas de rocío al amanecer.
La
inspiración más pura,
fluye
para escribir ideas,
frases, palabras,
dando
vuelo a mi todo.
Algunas
estrofas
que
aparecen en esas hojas en blanco
hacen
que mi corazón se asombre,
las
quiero por audaces
porque
sé que en mis anhelos
hay
horizontes
para
los mundos y los cielos.
Desde
el fondo de mi alma
surgen
los versos fugaces,
cubiertos
de diseños
en las
puntas de las olas
alumbrando
mis intentos
entre
curvas, más curvas,
se
inician dibujando mis anhelantes ideas.
Desde
el fondo de mi alma,
los monosílabos van diciendo
en la
arena sin huella,
más, más, más, más
y el
propósito se dibuja
en
prosas poéticas.
Los
deseos
de
hacerte llegar mis versos
convocan
desde las honduras,
descienden del firmamento,
luces, sombras, brisas, vientos, cristales
que son
espumas
surtidoras
de amores y de palabras.
Como
fugitivas centellas
rebotando
en sus reflejos,
van
cayendo de a poco
en
hojas sin estrenar,
hojas
de la orilla
que se
acercan
con el
seno de las olas, tiernas,
llegan
tibias al papel
al gran
taller del gozo, feliz,
de
hacértelos llegar a ti,
mi
amado amante.
Desde
el fondo de mi alma,
tan
blanco como la espuma
trabaja
mi pensamiento,
bosquejando entre haces de luces,
entre
resplandecientes afanes,
los
versos de amor
que
velando están en puro juego
en un
ardoroso buscar
la plenitud
del acierto.
Desde
el fondo de mi alma,
te busco a ti,
mi
inspiración.
¿Dónde
vives, solitaria misteriosa?
Por
hallarte mi alma no reposa,
vuela y
vuela bajo el cielo
y sobre
el mar.
Y tan
solo como un sueño
que se
esfuma,
ve un revuelo de tu clámide
en la
espuma,
ve en
los astros
tu
dulcísimo mirar.
Pálidamente
y en secreto
los
versos responden y aparecen
desde
lejanías o de frondas
donde se habían guarecido
y en
las estrofas
van los
sones brotando
como pasos de visiones
que conmigo
los estuvieron buscando.
Mar de lágrimas
Mar de lágrimas,
inunda mi rostro frío
colmado de sal,
tristeza infinita
que se arraiga en mi
alma
porque tú no estás a
mi lado.
¿Cuál es la razón de
llorarte tanto, amor?
La desazón de mi
espíritu
me lleva a llorar
a orillas del mar
en noches serenas y
cálidas.
Y lloré un río de
lágrimas
hasta quedar exhausta
y sin sollozos.
Mis heridas y dolor
se han ido ya
con las lágrimas,
me siento vacía
esperando el mañana
que me traerá un
nuevo amor
verdadero,
pleno de cariño
y ternura.
Mar de lágrimas,
en mi corazón todo lo
que existe,
ahora,
es sólo el dolor del
duelo
basado en la
nostalgia
de un amor pasado
como humo en el
viento
por el amor perdido.
Mar de lágrimas
que como gotas de
sangre
migran a mi corazón
fluyendo
a través de la
ventana del alma
con mis rotas
emociones.
Son sollozos de un
sueño
de un amor perdido
y que nunca pude
encontrar
en una búsqueda
eterna de ti,
mi amado,
mi pasión única.
Mar de lágrimas,
mensajes silenciosos
de esta vida,
columpiándose en un
dulce retraso
de un morir que no
perdona.
El destino se
estremece
en la punta de una
rama
cuando al pesar de la
gota
hace inclinarse a la
hoja
ya casi rendida.
Mar de lágrimas
en un puro silencio
se deslizan
suavemente
con su gran menuda
carga,
de tanto y tanto
cristal celeste,
de gotitas de dolor
y aflicción.
Mas no me doblego,
no me rindo,
me yergo
y me alzo entre luces
de diamantes,
en volandas me voy
en búsqueda del amor
soñado.
Morir, vivir,
equilibrio
estremecido,
son pausas entre vida
y muerte
creando en mi entorno
ondas de paz.
Tantas lágrimas
perdidas,
tantas huellas en mi
piel,
ya no rompes mi
silencio,
nada es igual que
ayer.
Mar de lágrimas
no puedo permitir
que el mundo gire
en el recuerdo,
puedo desafiar la
oscuridad
y vivir entregando mi
corazón roto
a quien no cree en el
amor.
Volveré a pensar en
el sueño
que por ti abandoné,
en un renovar de
alegrías
y gozos
mi vida se tornará
feliz
y placentera
entre soplos de aires
cálidos
en torno a ondas de
calma.
Mar de lágrimas
entre brisas frescas,
el alma siente
que pasa por ella
algo nuevo,
es el sendero a un
nuevo cauce
con un gozo nunca
sentido,
un verdor,
una alegría,
unas estrellas
y un río
que me lleva
a un nuevo mundo de
amor.
No estar contigo
No
estar contigo,
te desviaste
de la
senda
en la que yo te estaba buscando.
Te
entreví soslayadamente,
intuí tu venida,
te
esperé con todas mis ansias,
mi
cuerpo entero
clamaba
por ti.
Viniste
hacia mí
raudamente
como
relámpago de luz
iluminando mis mares internos
y te
internaste con alegrías,
con
ternuras
y
deliciosas caricias
como un
pájaro
picoteando
un campo pleno
y
fecundo
de
semillas estremecidas
de ser
encontradas.
Tu
llegada
duró
sólo instantes,
ya no
estoy contigo
y te
extraño tanto
que mi
corazón se estruja,
vibra,
palpita
y se
anega de lágrimas
largas,
interminables,
la
desilusión me colma
y los
pesares
inundan
mi alma
que
confundida
y
estremecida
no
puede comprender
los por qué
de
estos tan sólo instantes
de
felicidad total
y
pródiga.
No
estoy contigo,
no lo
estaré nunca más
en esta
vida del Hoy,
ni del
mañana.
Mi afán
ciego
por
creer
en tus promesas de amor
no me dejaron ver
que
ibas a ser
en mi
camino
sólo
una estrella fugaz.
Bañaste
mi alma
de luz
por un instante
y como
un cometa raudo
y veloz
su
estela
dejó
marcas indelebles
en mi
cuerpo
y en mi
espíritu.
Contigo
sentí el perfume
y la
suavidad
de una
flor recién abierta.
Suave
curva
la
entrega de nosotros
como
pájaros
que en
busca de lo soñado
hacia
todas partes vuelan
ensayando todos los cantos
de las
aves
que toda la Tierra pueblan.
No
estar contigo
es
sentirme
como
colmena vacía,
sin
zumbidos
ni
latidos
ya que mi alma está seca,
es como
hundirme
en un
mar de dolorosas tragedias,
me
hiciste mal,
me
hiciste bajar
a un
abismo
donde
la luz
no
penetra.
No
estar contigo
es
sentirme atrapada
en un
laberinto
de
verdes follajes
donde
los pájaros
no responden
y en un intangible ensueño
lejano
donde
las flores
se
esconden.
Y así
dejaste mi alma triste
y
abatida
viviendo
sólo en
la bruma
donde
mis ilusiones
se
pierden.
Te
pienso
y te
retrato fiel
sobre
el heliotropo
del
crepúsculo
idealizándote
con
ímpetu alado.
Sólo
eres ahora
un triste recuerdo,
un tesoro no conquistado,
un
espejo
donde
no se reflejan
nuestras imágenes.
¡Vete
ya!
¡No regreses!
No me
encontrarás
en la
inmensidad del tiempo,
ya eres
una saeta
que se
perdió
en el
azul cielo.
Para ti
escribí
los versos de amor
que no
llegaron nunca al papel
que los esperaba
con
ansias
entre
el olor de tomillos
y de
madreselvas.
¡Qué
dolor a mi pecho se derramó!
Voy en busca
de la
lluvia que limpia
y
rejuvenece mi alma
e
ilumina mi rostro
con una
sonrisa
para el
nuevo amor
que se
acerca.