Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 2 de noviembre de 2015
Fugaz
Fugaz
Fugaz mi oído se asombra
¡En ruido! de la sombra brota.
Y me di cuenta de que en
mi duermevela matinal vendrías,
con un beso cálido y
tierno a despertarme.
Fugaz el encuentro pero
pleno de amor, deberás irte,
pero me dejaste tu amor.
¿Fue una rápida
demostración de amor?
No, fue lo más romántico
que podía esperar y por la ventana,
el viento matinal me dejó
perdida en mi sueño de amor.
Fugaz, breve pero intenso
el éxtasis de sentir tu amor,
por mi boca, te necesito
siempre a mi lado.
No fue mi imaginación ni un mito que quiebra la hebra,
de un beso. No sé.
Fugaz ¡no quiero que
nuestro amor se trunque jamás!
“El
amor canta la gloria,
de
la luz del día”
Lejanía
Lejanía
Lejanía ya cercana, te
quiero a mi lado,
tu cuerpo junto al mío.
El agua modela tus formas
de hombre esculpido en el andar,
en el sufrir de las
distancias, en el querer de los recuerdos.
Lejanía, no tan lejana,
añoro en el silencio la mojada sonrisa de tus labios
y el viril bronce de tu
cuerpo.
Mi deseo tiembla, tu
cuerpo brota entre mis dedos,
antes que la realidad
llegue a mis manos.
Has borrado el sueño de tu
leyenda.
Mi delirio, mi ilusión, mi
incertidumbre.
Realidad que devoras todo
mi cuerpo entre tus brazos,
en las luces y la sombra,
la rueda de mi existencia cotidiana,
solo piensa en ti.
¿Qué tejera tu memoria
madura de andar los tiempo,
de dibujar los caminos por
donde viniste andando desde tu lejanía,
buscándome con
desesperación?
“Me
duele el alma, anida el trueno,
cuando
tu cuerpo se va”
Adiós
Adiós
Marcha a tu paso, mi
amado.
Yo iré al mío.
Trota mapas de tersa
cartulina que yo galoparé mi desvarío,
para trocar un ya, por un
acaso.
Hoy para no irte a buscar
y traerte a mi lado piafa mi rosillo
y se empecina en sacar sus
ardores de pegaso.
Esté amor al que hoy le
decimos ¡adiós! Fue un amor en remolino,
donde confluían todos mis
raudales,
unos arrastran tiernos
recentales, otros se encrespan con furor felino.
Él vendrá del fondo del
espejo, donde mi infatigable catalejo,
lo construye,
lo pierde y lo reitera.
¡Adiós! , el adiós nos
separa para siempre y mi corazón se agita, duele,
se apesadumbra.
Quiero que estés conmigo
como antes, yo entre tus fuertes brazos,
sintiéndome muy feliz.
Y cuando desde el balcón
del frente, mi libre albedrio precisa y sente llegar a mis labios,
tus besos ardiente,
ardorosos.
“Te
retratas fiel,
sobre heliotropo,
del crepúsculo”