Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 8 de noviembre de 2015
Por un solo beso tuyo
Besos húmedos
¡oh!
Sorpresa sin darme cuenta
me besaste por vez primera,
mi cuerpo vibró y mi mente
se nubló,
entró en mi corazón,
llegó el amor.
Ese primer beso de mi mayor
anhelo,
un beso grande, un beso inmenso,
un beso cálido,
húmedo y tierno.
Por un beso tuyo…
caminaría en el desierto,
inundaría los cerros,
cruzaría el mar en corcel de
plata.
Te entregaría mi calma.
Araría en el desierto
para sembrar en tu alma
la semilla de tu estirpe,
que vería crecer con ansia.
Por un solo beso tuyo…
arriesgaría mi historia,
vendería mi alma
y contemplaría la gloria.
Por un solo beso tuyo,
regresaría mi historia
desde donde siempre te he
buscado
y desde siempre te he
esperado,
y ahora que te he hallado
apretaré con denuedo
tan sublimes recuerdos.
Pues la flor que he
cultivado
llena ahora con su perfume
el jardín que he tanto
cuidado.
No alcanzas a imaginarte
lo que es capaz tu embeleso.
A mi arte entregaría
sólo por saberte mío.
Por un beso tuyo
daría mi vida entera,
despreciaría todo el oro del
mundo
y lo cambiaría por un beso
tuyo.
Con un beso de tus labios
encontraría la cura de mis
males
con el toque de tus manos
acabarían todos mis pesares.
Primer beso de amantes
insipientes,
¡Júbilo! ¡Felicidad!
¿Podrán los labios repetirlo?
Por un beso tuyo
yo no sé qué daría,
si la luz del cielo
o un diamante entero.
Por una caricia tiraría al
viento
al mejor te quiero
despertando el tiempo.
Por un beso tuyo yo no sé
qué diera,
si mi alma entera
o mi corazón enamorado.
Gritaría al mundo,
llena de alegría,
el amor que siento por tener
tu cuerpo,
por probar tus besos y
tu dulce aliento.
Por un beso tuyo bajaría el
sol,
la luna plateada,
mil palomas blancas,
yo no sé qué diera
loca de contenta
si mi alma entera
colmara mi corazón sin
frenos.
Besos de tu boca,
caricias te daría,
abrazos que demostrarían
mil veces mi alegría.
La sinfonía de mi
pensamiento,
a veces te diría
las letras de un te quiero
porque a veces por ti vivo
y a veces por ti muero.
Perturbación
Tus
palabras perturban mi alma,
me
estremecen toda
como si
un intenso temblor
de la
Tierra,
me
sumerja hasta el último todo.
Cuando
escribes,
no eres
una mujer,
eres un
paisaje para ser admirado,
mi
imaginación se trastoca
y voy
casi
sin darme cuenta,
hacia
ti,
amado
amante.
Enredo
mis sentimientos,
en tu
boca,
porque
no pude darte el beso,
que trémulo
e inquieto
jugaba
en mis labios.
Perturbación
total
mi
corazón, aún en la distancia
late
muy aprisa
pensando
en ti,
confundiendo
mis
sentimientos
de no
enamorada
en
sinceros anhelos de encontrar
fuegos
en mis versos
y en
los tuyos.
Me
confundes
cuando
al susurrarme
musa
floreciente,
afirmas
que nuestras almas
se
fusionaron
con esa
fuerza estruendosa
que es
el amor.
En mis
ojos, sí,
encontrarás
el destello de luz
de una
mujer apasionada
que la
proyecta en una sola mirada.
Perturbación,
sí,
perturbación
de que
alguien,
sin
siquiera tocarme,
piense
en mí
al leer
mis poesías
sensuales
y románticas.
Sí, es
cierto,
soy un
manantial de ternura,
de
amores profundos,
inolvidables,
que
sabe que
en
alguna parte de este planeta
alguien
piensa en mí.
Escribo,
perturbada
mis poesías
cargadas
de pasión y sensualidad
como
una mujer
luminosa
y transparente
como un
sol,
como tú
me veías.
Soy una
musa distante
para
alguien que como poeta
escribe
al amor
por
estar enamorado de la vida
y como
yo,
siente
que el verbo de la vida es amar.
Me
perturba tu pasión lejana,
floreciendo
mi alma
en
estruendosas flores
del
campo del amor.
Pienso
que algún día,
hoy,
mañana,
en otra
vida,
nos
despediremos con el beso
que
sigue jugando en el aire.
Sed de ti
Sed de ti,
de tus besos dulces
y de tus caricias aterciopeladas,
de tus abrazos abiertos y afectivos.
Cuando pienso en ti,
mi rostro recupera perfil y mirada
y mi alma encendida y liviana
vuela con lazos azules
saltando árboles
en una rápida salva de pájaros.
Sed de ti,
de tu cuerpo desnudo junto al mío
entre rumores de palabras de amor.
Y en el filo de la madrugada,
mi sed se acrecienta
con partituras distintas
que emplazan casi siempre,
renovando el diseño.
la textura,
el color de la trama de mi sed por ti,
ahora que te nombro y te reclamo.
Sed de ti,
cuando el cielo se afina,
al conjunto de un sutil cosquilleo de flautas
la última estrella remisa,
abandona su puesto de guardia,
me gusta perderme en ti,
en todo tu cuerpo,
en tus ojos,
en tus brazos,
en tus dedos entrelazados.
Sed de ti,
me gusta sentir tu sabor,
tu aroma,
tu olor a bosque umbrío,
tu mirada intensa
que me traspasa el alma.
Tu eres mi hombre,
o el espejo y tu rostro,
donde se refleja la historia,
el aledaño del amor,
sin sombras furtivas y rumorosas
que crucen como un galopa antiguo
el umbral de mi cuerpo esperándote.
Sed de ti,
grito,
clamo,
sostengo mi mirada entre fulgores de ira
por no tenerte.
Sed de ti,
mi boca te busca
con un ansia certera e increíble.