Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 22 de noviembre de 2015
Te tuve un instante
Te tuve un instante
que no se perderá
en el olvido oscuro y profundo
de los vivires de segundos.
Mi ángel quedó llorando
su inocencia perdida
en el abismo de tu ira,
sin retorno de la nada
a la que te fuiste.
Te tuve un instante,
fui verano después
de un florido vergel de primavera
que duró la brevedad
de una rosa en flor.
Las hadas y los duendes del amor
me siguieron y nos hicieron
encontrarnos
en ese breve instante
en el que me brindaste delicias
de ternuras,
sentimentales besos
que me llevaron al cielo,
después me diste
mieles de extraña seducción.
¿Por qué te enviaron a mí
por tan solo un instante
en esta vida carente de amor?
¿Es que acaso
en un acontecer de amor
impregnado de estío
tan sólo una noche
nos deja ese recuerdo
para toda la vida?
Se enlazaron nuestros ritmos,
nuestros sueños de amor
con el lírico trino de la alondra
y el rumor del arroyo,
se sintió el suspiro levísimo
que dio el corazón
y plenos de amor los ojos,
nos besamos el alma
y un invisible abrazo
rubricó nuestra unión.
Te tuve un instante tan sólo,
pero será eterno en mí.
Mi cuerpo fue virginal
reflejo de una nívea albura
de juventud colmada de ternura
que volcaste en mí.
Envuelta en esta red de amor y
ensueño,
necesito que no me alcance el
engaño,
ni la vileza,
ni un corazón sin calidez,
frío y con mentiras.
Sí quiero que me aprisiones,
tú, el alma amante
que me brindó dulzuras y calor.
Que apartó por un instante de mi
vida
el goce que destruye,
haciendo daño con trampas y
falsas
palabras como filosas dagas
lacerantes que se burlan
despiadadas del amor verdadero y
amante.
El amor sincero,
el hondo,
el que me hace sentir amada
y al que esperaré por siempre.
Tengo un sueño
Tengo
un sueño,
la
felicidad inminente está llegando
como el
regalo esperado
y mi
cuerpo tiembla
y mi
alma clama
sin
dolor de espera.
El amor
viene desde lejos,
hollando
cielos, nubes,
estrellas
que alas leves
transportan
desde el horizonte remoto
acercándose
de prisa,
pero
tardando todavía
porque
procede del más allá.
Tengo
un sueño:
de que
el amor me ha elegido,
me ha
dicho:
¡soy
yo! ¡voy!
y suya
me siento
antes
de su llegada,
franquea
las puertas de mi alma
que
hasta ahora cerradas,
herméticas
y vírgenes
estaban
sin esperar lo más ansiado.
Soñadora
soy o
¿es que
es sólo un sueño? no,
porque
en extraños paisajes
peregrinos
y perspectivas
nunca
imaginadas
lo vi
venir hacia mí
por
senderos lejanos y ciertos.
Sueño
ahora
forjar
un poema nuevo, audaz,
con
palabras escogidas con precisión,
ritmos
mágicos,
sonoros.
Rimas
ricas
en
campanilleos de plata
que
repercutan en ecos lejanos
y
lleguen allí donde está el amor
buscándome
desde sures y nortes.
Tengo
un sueño,
que me
consume
de
felicidad esperada
y en mi
mente,
sílabas
dulces
como el
sabor de un beso,
surgen
de continuo
con
extrañas músicas
de
laúdes y violines,
dando
una luz vaga
a las
hondas lejanías
donde
el amor viene
y
despacio me encuentra
en un
espacio envuelto en palabras.
Necesito decirte
Necesito decirte
no con palabras altisonantes
ni versos elocuentes,
sino con susurros
y tiernos cosquilleos
cuánto te estoy queriendo.
Necesito decirte
con mi corazón abierto
y palpitante de regocijos
el amor que ha comenzado a
florecer
en mi alma
como rosas recién abiertas
en la mañana dorada por el
sol.
Necesito decirte
que en algunos segundos
la duda me acosa,
me estremece,
no me deja creer
que lo que estamos viviendo
sea verdad y único.
Necesito decirte ternuras,
mil amores descubiertos
hacia ti,
me he tornado
en la encarnada esencia del
amor,
este sentimiento tiene
suavidad
de pétalo y fuego de volcán.
Mi alma has cautivado
llenándome de lágrimas,
mis ojos anegados
de gotas de cristal.
Necesito decirte
que mi corazón alado
buscando un refugio en ti,
expresa sentimientos
que quieren aflorar.
Necesito decirte
que has dado a mis versos
ráfagas de nostalgias
y al llegar a mí,
recobrado de la distancia
y de la lejanía
aún por este breve instante,
vivir la emoción de tu
proximidad,
vivir este breve momento
es culminar el éxtasis
esperado.