Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 4 de diciembre de 2015
Cuántas veces...
Cuántas veces
el amor habrá
golpeado
las puertas en mi
vida.
Cuántas otras
las abrí de par en
par,
lo invité a pasar
y ni siquiera volteó
a ver
que yo estaba ahí
esperando su llegada.
Cuántas veces
entró sin previa
invitación
y se marchó sin dar
explicación.
¡Cuántas veces!
¡Cuántas!
¿Quién es el amor?
¿Acaso un forastero
que va de puerto en
puerto?
No se presenta,
no da su nombre
llega y se va
sin que nadie lo
detenga.
Cuántas veces e visto
sus ojos
y me ha confesado que
es el amor.
¡Cuántas veces!
No lo sé.
Cuántas veces
ha escrito en las
páginas
en blanco de mi alma
y cuantas más páginas
se han borrado
y el corazón ha
llorado
y derramado lágrimas
que se han volcado
inundándolo de dolor.
Cuántas veces
ráfagas transparentes
paralizaron mis
sentidos
y atrapada en sus
latidos
muero poco a poco,
queriendo vivir.
Cuántas veces
sus rayos de amor de
doble filo
atravesaron la brisa
nocturna
hundiendo su daga
ardiente
sobre mi lánguido
suspiro yacente.
¡Cuántas veces!
¡Cuántas!,
sus arrebatados vértigos
arrancaron hasta el
cuajo
los nidos suaves de
mi pecho
dejando inertes mis raíces
y vanas todas mis
esperanzas.
Cuántas veces
soñé contigo amor
desconocido,
te ame sin verte
y tal vez sin
recuerdo,
sin reconocer tu
mirada,
sin mirarte,
eras sólo el aroma
de todo lo que amo.
Cuántas veces he
pensado,
he soñado,
he sentido estar
junto
al amor por siempre
¡Cuántas veces!
A través de mi ventana
Cae el
agua
a
través de mi ventana
y se desliza suavemente por el vidrio.
Quieta e inmóvil estoy…
esperándote,
amor de
mi destino.
La
húmeda neblina
borra toda la gala matutina
ni un árbol,
ni una nube se destaca,
en esta
blanquecina cerrazón
que
entristece y no ilumina,
la luz de mi alma eres tú,
eres mi
amor crepuscular,
que
renace más profundamente
al escuchar las gotas de lluvia
repiquetear
en el techo
de
nuestro nido de amor.
A
través de mi ventana,
el jardín con suspiradas glorietas
me hace soñar contigo
y tu
postergada visita.
Cae el
agua lentamente
en esta
mañana gris,
tu
ausencia siento a cada instante
y mis lágrimas corren por mis mejillas
queriendo jugar como las hadas.
A
través de mi ventana
pura y cristalina
el agua
repiquetea
como el
amor que mi corazón
por ti derrama…
he de esperarte
¿vendrás
mañana?
Agua
que limpias
mis tristezas y calmas
mis
horas largas,
él es
mi amor imposible…
que mi
sensible corazón,
sólo
ama…
A
través de mi ventana
observo el recuerdo que pasa
y aún a
pesar del tiempo
no ha podido borrarte
de mi pensamiento.
A
través de mi ventana
escuchando las gotas de lluvia,
observo
como la tristeza me embarga
y como
las eternas noches
no han podido olvidar
lo que
has dejado marcado
en lo
más profundo de mis sentimientos.
A
través de mi ventana,
veo
como mis añoranzas pasan,
mis
gritos acallan,
mi
soledad se aplaca.
Sin
embargo,
me
rehúso a entender
que a
pesar de este letargo
de triste agonía,
algún
día,
otro amor vendrá a mi vida.
Sola
estoy ahora,
reencontrándome
con el dulce sentimiento
más
íntimo de mi ser,
conmigo
misma.
A
través de mi ventana,
aquí y ahora tantas luchas he pasado,
tantos afanes en vela,
tantos
bordes de fracaso,
pero ya no son nada,
junto a este esplendor de la lluvia,
se
olvidaron,
es un final asombrado.
Ahora
me alumbran
las claridades de la esperanza,
en
transparencias del nuevo amor
esperado
como un sencillo gran milagro.
A
través de mi ventana
y ya en claridad diáfana
vienen
buscándome las luces
de las palabras,
los
poemas no escritos,
las
prosas vestidas de color
entre
ondas sucesivas,
entre
luces en formas turbias,
el amor
en sílabas
deslumbrantes se anuncia,
viene
en secreto,
despacio
pero seguro.
A
través de mi ventana
mi vida
pasa entre sueños,
entre
alfabetos y palabras.
¡Soñando
vivo amando!
Mil historias
Contaré mil historias vacías
cuando te bese en contra del Universo
y perderé mi habla a lo largo del día
a cambio de una melodía con mis versos.
Mil historias de insólitos
cortejos de palabras
en los momentos perfectos
del vivir que liberan
y fascinan nuestros nombres
en noches de luna y estrellas.
Mil historias
que dejamos en el pasado,
perdiendo algunas,
casi todas,
en el olvido.
Así que contaré mil historias vacías
pero te tendré en lo hondo
de mi ser porque tú,
amado mío
vas en torno a lo que escribo,
eres mi inspiración,
eres mi todo.
Y por que tú,
mi luz de cada día,
llenas con devociones infinitas
todo lo que escribo,
mis frases,
mis palabras,
sobre vastos contornos a la deriva
de toda mi existencia.
Nueva forma,
misma historia,
mil historias,
llegó el momento de escribir
llena de pasión
y conocimientos ocultos en mi mente,
en mi alma y en mi corazón.
Llegó el momento
de desvanecer mis sentidos
en un cuento sin final,
en una historia que mi vida cambiará,
que la vida de todos cambiará.
Mil historias de amor
llenas de pasión y de ilusión
con mensajes
con ansias de vivir a pleno.
Mil historias que nos hacen
desaparecer y entregar
mis sentimientos a estos momentos,
que con su manto de colores,
rencores y dolores,
los han escondido.
Llegó el momento
de hablar con el corazón y de escribir
sintiéndome poeta en momentos
breves y de paz.
Mil historias que calaron
en ondas sucesivas cruzando
concéntricas tinieblas,
forjando mis días,
mis años,
en formas turbias en sucesión
de vivires en escenarios
de falsas pasiones y tedios infinitos.
Mil historias que desaparecen
por fin en la nada y vuelve la soledad,
toda desnuda,
inmaculada,
ajena a las maldades,
blanca,
muy blanca,
sin quejas ni llantos,
¿adónde se han ido?
No lo sé,
sí comprendo que se entrecruzaron,
se enredaron,
se deshilacharon en pedacitos de vida,
de minutos,
de segundos,
de un palpitar del ayer
que me trajo hasta el hoy.
Mil historias en las que voces en tropel
repican en mi mente
y parecen que vienen de otro lado,
de un dónde sin encuentros
de quienes las forjaron
entre giros de hilos de encaje,
entre nubes de sílabas,
frases,
palabras que marcan
el rumbo de un nuevo existir.