Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 7 de diciembre de 2015
Hiedra de amor
Hiedra de amor,
me enrosco entre
enredaderas
a tu cuerpo viril y
fuerte.
Toco tu muslo y
descubro
el suelo por tu pie
desnudo.
Al desnudar tu luz en
mis pupilas
se congrega la sangre
por las venas
y una tibia memoria
sin contornos
se apacienta en
nuestros valles,
entre madreselvas.
Hiedra de amor,
mueve el viento
su lengua sosegada
el monte su verdor
sangra en el río
y manan de mis senos,
caricias para
recostarse en tus pupilas.
Por las venas del
aire
andan tus pasos
tentando mi recuerdo
y tu albedrío,
naciendo nuestros
cuerpos
hasta nuestras
frentes
una hiedra de amor
enternecida.
Tus ojos que se abren
en follaje,
anegan de esperanzas
mis deseos,
mientras recorro con
mi mente
todo tu cuerpo
enternecido
en las largas
avenidas
de tu cielo.
Quiero mi nombre
recogido en tu boca
con color en la
música del estío,
tan leve en extensión
pero tan profundo en
amor
al amparar su son tan
breve tiempo.
Mantendré mi sed de
amor por ti,
siempre,
entre suspiros
descendidos desde el cielo
y el medido
resplandor de tu alabastro
una hiedra de amor
cae sobre mis pezones.
En un amor callado y
silencioso,
sangre del bienamor,
firme enredadera de
amor,
está en mí plantada.
El rocío de pétalos
de jazmines,
glicinas,
buganvillas,
azahares,
caen en mis labios
como tus besos
y la sed de mi amor
los encuentra en mi
boca
que te espera con
toda ansiedad.
Alba de amor
Alba de amor,
la noche cuajada de
estrellas
envió desde todos sus
astros
la más pura armonía
de reflejos
como ofrenda nupcial
a mi tálamo.
¡Cómo suena en mi
alma
la clara vibración
pasional de mi amado,
que se abrió todo en
círculos inmensos
donde anduvo mi amor
de su brazo!
Alba de amor,
la luz áurea va
inundando
nuestras almas y
cuerpos,
la ternura de todos
los surcos
se ha quedado
enredada en mis pasos
y los dulces
instantes vividos
siguen tenues en mi
alma soñando.
La emoción que brotó
de nuestras vidas
ha tornado la ruta
del alba
y ahora vuela por
todos los prados.
Ya la noche se fue,
queda el velo que al
recuerdo
se enlaza apretado y
nos mira
en estrellas dormidas
desde el cielo en
nosotros rondando.
Alba de amor,
ya la noche se fue
y las nuevas
emociones del alba
se han atado.
Todo sabe
a canciones y frutos.
Se ha quedado tu vida
en mi vida
como el alba se queda
en los campos
y hay mil pájaros
vivos
en mi alma de esta
noche
de amor entre cantos.
Quisiera guardar en
secreto
esta noche larga pero
mi alma
no puede alcanzar el
silencio del poema
sin palabras y saltan
y juguetean
entre mis labios los
versos de amor
como vibraciones
íntimas.
Alba de amor,
vivimos una noche
colmada de sueños,
lo saben nuestras
almas
más allá de las islas
y más allá del sol.
El trópico,
en sandalias de luz,
prestó las alas y tu
sueño
y mi sueño se
encendieron juntos.
Esta noche se ha ido,
casi aurora,
casi ronda de luna
entre montañas,
como una sensación de
golondrinas
al picar su ilusión
en una rama.
Alba de amor,
noche rasgada con
claridades
de esencias altas
circundadas
de emociones intensas
y me surgen canciones
con palabras
y en mi pulso laten
mis poemas andando trémula
por los astros como
si yo no fuese por la tierra.
Alba de amor,
que noche de hojas
suaves y de sombras,
palpitante de aromas
y gozos
con cántico de
vientos
entre embelesos de
luces mágicas.
Noche larga con
cantares dulces y poemas,
frases,
prosas de amor que
cruzan y se van
a lo lejos a
horizontes lejanos,
vibrando con su eco
las palabras
temblorosas y ávidas
que tú,
mi amado,
no me dejes ir de tu
lado
y me tengas abrazada
como una cadena de
flores perfumadas.
Despedida en silencio
Despedida en silencio,
te digo adiós para
siempre
quizás, queriéndote
todavía.
Enséñale a mi boca a que
no te nombre más,
no dejes que mis manos acaricien
tu pecho
ni que camines sobre el
muro
que cerca mi silencio.
Despedida en silencio
tu piel se me enciende
en mi cuerpo deseoso de
ti
pero no debo permitir
ni tan solo
pensarlo.
Balanceo en tu frente,
una corona
es el aire que se escapa
de mis dedos,
no saben mis labios
la palabra que une tus
oídos
a mis versos.
Despedida en silencio
te digo adiós
en este silencio mío,
con el dolor en el alma
impregnado.
Me marcho de tu lado,
mi amor para ti es
prohibido.
Fue un regalo en el
desierto
que la vida, a su
capricho,
me había ofrecido.
Te amo y te seguiré
amando,
desde muy lejos.
Te amo aún con derroche
de ternura
y te grabé en mi piel
con sólo una caricia
tuya.
Estoy sentada en
silencio
pensándote a gritos.
¡Cuánto dolor, dudas,
tristezas y amarguras,
produce el adiós a la
persona
que más amamos!.
¡Qué difícil entender y aceptar
una separación!
¡Qué difícil entender
que se fue
sin un merecido adiós!
Cuando entregamos la
vida entera
pensando que ahí, estará
siempre,
llenando nuestro corazón
de amor.
Despedida en silencio,
silencio entre los dos,
sin adioses, sin
palabras,
nos separamos en una
dura realidad.
¡Qué difícil recuperar
el honor que una vez
perdí
anhelando tenerte en mis
brazos!
Ya el muro se alzó entre
los dos,
infranqueable,
nunca más nos miraremos,
nunca más seré tuya.