Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 14 de diciembre de 2015
Despertar a un nuevo mundo
Despertar a un nuevo mundo
cuando la tarde apaga sus colores
y los astros encienden sus lumbreras
y se duermen las aves
y las flores surgiendo llenas de encanto
las pasiones encontradas.
Surgen en luminosa arrobamiento…
Parece que flotan…
Es tan suave su rítmico
andar que sus pies no son pies,
¡son alas de aves!
Despertar a un nuevo mundo,
entre pasiones y seducciones de amor,
llegan en grupo,
hermoso y una a una,
bajo el fanal errante de la luna,
se esconden y juegan
entre palabras de amor.
¡Cuánto esperanza e ilusión
irradian siguiendo un ideal
que no se alcanza!
Despertar a un nuevo mundo
sin silencios ni tedios que pesen y floten,
sí colmado de inspiración
entre voces de campanas
que con lentitud las notas
del ángelus desgranan
y elevan por los aires,
las frases, las poesías,
perfumando de amores,
de violeta tu boca,
tus manos,
tu frente.
Despertar a un nuevo mundo,
muchas veces,
misteriosos poemas de amor vagan
en visiones de armonía
y se ocultan en el cielo cuando aclara
y no están ni las estrofas.
Los sones que de mi lira
van brotando
son los pasos de las visiones
que conmigo las están buscando.
Despertar a un nuevo mundo,
ya mis versos aroman tus pasos,
los trae el viento,
la flor,
los astros del firmamento para ti,
mi amado amante.
A los poemas,
vida les da el sentimiento,
cielo les da la conciencia
y en búsqueda de lo soñado
hacia todas partes vuelan.
Despertar a un nuevo mundo,
donde las palabras cruzan el éter,
beben luz en las estrellas,
dormitan en el silencio,
blanco de la luna llena
o como en potros de llamas
cabalgan en los cometas.
Otros bajan al abismo
donde la luz no penetra
y donde millones de ojos
los sorprenden y contemplan…
Son los diamantes de letras
que el gnomo amontonó en su caverna.
Otras palabras buscan
el corazón del poeta
y un rojo sol prisionero
en un secreto encuentran.
Despertar a un nuevo mundo,
después de volar por todo el universo
a tus brazos regresan
con las flores inmortales
del pénsil de la belleza.
¡Acércate amor y búscame!
Te espero siempre…
Bien lejos
Bien lejos,
desde la distancia imprevisible,
te invoco, a ti,
señor de mis amores
y entre sílabas deslumbrantes
quizás te diga:
¡Ven a mí!
¡Acércate!.
Bien lejos,
por el aire,
sin volar,
sin tocar tierra,
mi vida está suspendida
sin tiempos puros,
equidistante de los dos
crepúsculos,
solamente por buscarte a ti.
Tiempos de gozos ya idos,
horas limpias,
esperando nuevos alfabetos
que se hacen y deshacen
en rapidísimas palabras
como versos tendidos en el cielo.
Bien lejos,
los caminos pueden recorrerse,
sin dar más que un paso,
un paso que se convierte en el
deseo,
en la necesidad de estar con el
ser amado.
Amor lejano,
lejos como una estrella,
tú mi amado te encuentras de mí.
Y aunque no pueda verte
por la distancia mi amor
se expande por toda la tierra
y toda ansia se calma
tan sólo en escribir versos para
ti.
Bien lejos,
distingo los destellos
de tus besos apasionados,
son relumbres,
claridades,
alejándose,
acercándose y en delirantes
titubeos
los siento cerca,
cerca de mí,
a la sangre de mis venas
que van en busca de su centro,
mi corazón enamorado.
Bien lejos,
vienes y vas
y tu canto vive dentro de mí,
alma arriba,
alma abajo,
cantando y recantando.
En la lejanía,
cuando se va tu sol cantas
estrellas,
se va estrellando el alma,
con los ojos cerrados,
de luceros,
en tu cantar nocturno,
me brisas y él me entrega
desde la distancia al mismo río
de tu eterno cántico.
Vienes y vas desde bien lejos,
desde el humo a la nada,
a través de los poemas.
¡Cuántas más luces hay,
más dudas tiemblan y vibran
de pena mi alma toda!
Delicadas,
ardientes,
nuestras almas se buscan
por nuestro diferir,
como por un camino
donde no hay despedidas.
Y al final,
el hallazgo,
el contacto del uno con el otro,
la nueva separación vencida,
la unión pura,
brotando de la lejanía.
Y mirándonos en el triunfo
como de un agua quieta,
tú y yo,
otra vez sólo veremos un rostro.
La noche no es más solitaria,
ni serenamente triste,
sin manto de tinieblas,
nos encontramos desde lejos,
bien lejos,
para encender la pasión
que no estaba dormida.
Los fantasmas del recuerdo
Los
fantasmas del recuerdo,
esos,
los que pueblan mis sueños,
los que
me acosan en instantes imprevistos,
los que inundan mi alma
de momentos inolvidables,
los que
a su amparo,
en
breve tiempo recorren mi vida.
Los
fantasmas del recuerdo,
se
mantienen a veces
como
formas misteriosas
en las largas avenidas de mi existir
y
revivo paso a paso mis alegrías,
mis
desilusiones,
mis
pérdidas,
mis
amores,
mis
vivires.
Pasan
como un aire raudo
a través de espejos acrisolados,
rompiéndose
a veces en pequeños cristales
que se
estrellan entre los pensamientos silenciosos,
encendidos
de deseos de amar
que
emanan de mis recónditos adentros.
Los
fantasmas del recuerdo sacuden
las bases de mi sangre y aparecen nombres,
fechas,
lugares contra el cielo de mi alma
sobre
el muro que cerca mi silencio.
Me
llevan a la luz
que derroté en el tiempo del olvido,
el
limitado amor que se me ofrendaba.
Los
fantasmas del recuerdo
son mi apoyo de ayeres vividos,
desaparecen de pronto sin saber
por qué pero regresan y se funden uno a uno,
uniendo
los peldaños de mi vida,
que en
este otoño
ya han
alcanzado la cumbre del vivir,
escribiendo
las palabras ungidas de amor
para que inunden cielos
y horizontes por doquier.
Los
fantasmas del recuerdo
son signos que orillan mi hoy,
con un
temblor tocado de rocío
en un
viento por vientos perseguido
hurgando la raíz de mis sentidos.
Mis
sentidos crecen
al
acercárseme los fantasmas del recuerdo
y en
flamígeras imágenes por los aires
en
círculos amarillos van,
filosos
como piedras,
hundiéndome
en el frescor
de la creación primera.
Los
fantasmas del recuerdo
hacen
renacer vidas pasadas,
me
llevan al viento caliente
de estío vivido con intensidad en las orillas
del mar
embravecido.
Quiero,
tan sólo ir perdida por siempre
en los
momentos dulces y tiernos
pasados
como ráfagas fulminantes pero eternas.
No
quiero ver fuegos que me hicieron arder,
sangrar
de dolor mi corazón
y
derramarme en mares de llantos.
Los
fantasmas del recuerdo me hacen perder,
en
pocos instantes,
mi
albedrío,
encadenándome
a hechos sufridos,
plenos de deseos malsanos.
¡No
quiero que regresen todos,
sólo
los que me llevan a envolverme
en
capullos de felicidad y de dicha!
Los
fantasmas del recuerdo
arden en mi espíritu
como
una onda de fuego
y una
racha glaciar me toca levemente,
llenando
los espacios infinitos
de dudas que en mi hondo
interior aún perduran.