Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 17 de diciembre de 2015
Escuchemos juntos
Escuchemos juntos una
dulce melodía,
armoniosa que nos
permita danzar juntos
con ansias de seguir
viviendo el hoy
hacia un futuro pleno
de promesas.
Escuchemos juntos
la lluvia golpear en
los cristales,
el viento apenas
puede llevar la mar
las nubes con su
carga.
Escuchemos juntos el
silencio,
nada responde y todo
mi ayer
se junta en un
instante,
me pregunto,
¿para qué?
si son recuerdos como
una brasa
ardiente en mis
entrañas,
es lo mismo que
lleguen o partan
como relámpagos que
estallan en la sombra,
vienen y van,
¿para qué?...
si con morir ya
alcanza.
Escuchemos juntos las
gotas de agua
caer en nuestro
cuenco de amor
cuando llueve en la
calma de la tarde,
te siento conmigo,
te siento en mi
sangre,
cuando llueve,
te tengo,
nada puede sacarte
de mi lado
y me duele…
Mis pasos te seguirán
buscando
como visiones de
sones acompasados
y corro a regiones
ignotas
en un pentagrama
vacío
que busca y no
encuentra sus notas
que en lejanías se
esconden
y se guarecen en
frondas de tupidos follajes.
No lo entiendo,
no logro entender
como se puede herir
de esta manera,
¿por qué después del
sol radiante,
la fría noche se hizo
eterna?
y él,
en quien creí,
estalló como una copa
de fino cristal
en mil pedazos que
impregnaron el aire
en un vacío irrecuperable.
Como duele la quimera
del tiempo,
escucho el eco del
olvido
mientras nada hay que
no te recuerde,
mientras en la tarde,
llueve.
Pasión sin rostro
Pasión sin rostro,
¿eres tú el esperado?
a través de la vida que pasa,
espero no sólo fugaces dichas,
sino la esencia de verdaderos sentimientos
plenos de júbilos y plácidos encantos.
¿Dónde estás tú,
el desconocido?
No te encuentro ni en mis estrofas,
los sones que de mi vida van brotando,
son los pasos de las visiones
que conmigo lo andan buscando.
¿En qué lejanías te escondes?
Tu alma la siento cerca,
tu rostro no lo he de hallar.
Inútilmente pido noticias de él al viento,
al ave, a la flor,
a la fuente y a los astros del firmamento.
Más no he de dejar de buscarte,
ya una voz secreta me susurra,
¡sigue!
¿Qué te importa no hallarle?
¡Sigue!
¡no te canses,
poetisa!
Sueño mis versos y soy feliz,
sólo con soñar con tu rostro,
canto ¿qué importa no ver la raíz
si todo el rosal está en flor?
Pasión sin rostro,
¿Dónde ocultas tu alma?
Por hallarte no reposo,
vuelo bajo el cielo y sobre el mar
¿Dónde vives,
solitaria, misteriosa?
Tu pasión la siento cerca
y no sólo como un sueño que se esfuma,
sí como un anhelo dulcísimo
de añorar tu presencia.
Nuestras almas,
en lenguaje sutil
cuando los cristales se duplican,
se encuentran y se enlazan.
Pasión sin rostro,
mis sentimientos se cruzan
y mis anhelos anudas,
habitas en mis sueños
y conozco tan sólo un rincón de tu alma.
Primero fue un poema de amor
que envié a tu alma sin rostro,
luego otro y luego otro
sobre las costas de tu espíritu
se fueron amontonando con fuego de pasión.
¿Quién eres?
¿Cómo eres?
Soy tan solo una mujer poeta
que busca el amor
como increíble recompensa de los cielos
e ilusión llegada como magia a mi alma.
Pasión sin rostro,
como una máscara misteriosa,
sin apariencias reales
que no representan quien eres
pero que dentro de ti,
muy dentro,
está la confianza personificada
en un rincón de tu alma
y la calma inunda mi alma si tú te acercas.
Pasión sin rostro,
vuela mi corazón hacia ti,
pleno de ilusiones y esperanzas,
atadas con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
y con cantos de pájaros perdidos en la brisa,
dejando un invisible rastro de alegrías y anhelos.
Espejismo
Espejismo,
tú eres un espejismo en mi vida,
eres una mentira de agua y sombra
en el desierto de mi existir.
Espejismo,
tú no brillas en mi vida,
aunque brilles con una luz de agua.
No amarras aunque amarres la vida.
No llegas aunque llegues,
no besas aunque beses…
Reflejo,
falsedades de agua en tus ojos
que como prismas de plata
no brillan con el amor que dices sentir.
Espejismo,
eres el verde que no existe,
la frescura de ninguna brisa,
la palabra de fuego
que nadie escribió sobre el muro
de mi vida…
Yo misma,
proyectada en la noche por mí,
en ensueño,
¡eso eres tú!...
Espejismo,
sólo eres el espejismo de lo que un día fuiste,
una luz difusa que se apagó en la nada
cuando la memoria del tiempo
se propagó en el más allá.
Espejismo,
ilusión de entretejer
lenguajes entrecruzados,
engaños de tu voz,
de tu susurro,
de tus te quieros apasionados,
eras delirios de un amor fracasado,
antes del sollozo de los sauces
y de las flores que acabaron en rimas,
versos que empezaron tallos.
Espejismo,
fuiste tan sólo inocente tacto
de tu trémula mano
que volvió derrotado como visión de engaño.
No eres más el único y verdadero
ni el gran dolor que consuela
al desnudo del alma.
Espejismo,
sólo pasiones aparentes,
falsos besos,
¿de dónde se han oído?
¿Cómo se creen reflejados
en esa forma turbia de un espejo de agua?
Cruzando concéntricas tinieblas entre luces,
vagas historias de amor,
creídas por mi verdaderas y por ello,
día a día,
noche a noche estoy volviendo a mi interior
para encontrarme a mi misma,
limpia, casta y pura,
con fe en que los espejismos desaparezcan
ya de mi vida y broten nuevos arrullos
a mi alma triste,
dulce y melancólica en claridades de luna
y brisas del jardín florido.
El húmedo espejismo
borró toda la gala matutina,
ni un árbol,
ni una nube se destaca y
a en esta blanquecina cerrazón
que entristece el alba y no ilumina,
débil luz crepuscular y opaca,
¡eso eres tú!
Espejismo,
¡hálito de abismo!
flotas en esta alborada agonizante
que me fatiga y marea
y me marca de oscuros pensamientos,
obsesionantes.
¡Desaparece ya!
¡húndete en el más allá,
en el desierto lejano!
¡Déjame vivir esperando
sin cansancios ni desalientos,
el amor que me busca detrás de ti.