Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 25 de diciembre de 2015
Mi mundo eres tú
Mi mundo eres tú,
soy tu amada amante
que sueña despierta.
Amor de otoño
que hace huir el ocaso.
Amor…
¿oísteis?…
Amor
¿Acaso no ven
como arde todo a su paso?
¡Himno de fuego
que el sol levanta
y amor que todas las cosas canta!
Mi mundo eres tú,
quiero estar junto a ti,
la impaciencia me desborda la mirada,
se me parte la distancia buscándote.
Necesito el roce de tus manos
y tiemblo impaciente
por reconocer tu rostro
sólo con tocarlo.
Mi mundo eres tú,
voy haciendo surcos en el aire,
embelesada y llena de mágicas
palabras de amor
que la brisa lleva hacia ti
y se vuelcan después
en el papel mágico
que las esperaba anheloso
y dichoso de plasmarlas en frases,
palabras,
poemas, prosa,
que llegan por el aire
al orbe todo.
Mi mundo eres tú,
te he elegido a ti
con mi mano sobre mi pecho.
Frente a ti desnuda
como ninfa encaprichada,
no me envuelvo en sus gracias
más que ella,
negándome a las
telas,
brocados,
sedas que sólo cubren
tristemente las ajustadas
estrofas del amor.
Mi mundo eres tú,
la dicha contigo está segura,
ahí a tu lado,
la vida que se
para en el HOY
es la inmortal,
la que acepta vivirla a pleno.
Eres el elegido,
como al agua más clara,
más perfecta,
en la mínima esfera de la gota
que no es en infinitudes de océano.
Mi mundo eres tú,
había perdido por siempre
la esperanza de encontrarte,
tú allí lejos,
yo aquí,
esperándote,
pero al sentirte cerca
eres como una flor
de cielo dormida a mi costado.
Tendiendo en el follaje verde del campo,
mi cuerpo descansa,
me quita ligaduras del ayer y del polvo,
me levanto para el limpio canto junto a ti.
Mi cuerpo ha madurado,
como fruto mágico
esperando tus lentas caricias
que como abanico de espuma
me cubren suavemente,
deseando el beso cien veces repetido
que me cubrirán tus labios.
Mi mundo eres tú,
voy abriendo para ti
el tupido follaje de mi misteriosa
selva tras las calandrias
y rosas de primaveras lejanas.
Y me siento casta,
transparente,
serena,
como la inmensidad verde y azul
que me abraza,
mientras te espero convertida
en puente que al infinito
por las olas salta.
Soy ese amor secreto
Soy ese
amor secreto,
estás
en mi
como
una sombra
de
mariposa fresca,
como
una ciega luz
que me
lleva al camino
para
saborear la paz serena
de tu
amor.
Necesito
todo de ti,
soy ese
amor secreto,
a
oscuras,
soy un
fantasma en tu vida
que
siempre se desvanece con el día.
Me
desarmo como una nube
deshilachada
en penas.
Soy ese
amor secreto,
me
duele el alma,
anida
el trueno
cuando
tú no estás a mi lado,
cerca,
muy
cerca.
Añoro
en el silencio
la
mojada sonrisa de tus labios
y el
retirado bronce de tu cuerpo.
Mi
deseo tiembla.
Soy ese
amor secreto,
es tu
silencio,
silencio
vivo,
bullicioso
de recuerdos,
de
manos de papel
que se
deslizaban por mi,
levemente
y con ternura.
Tu piel
brota entre mis dedos
antes
de que la realidad
llegue
a mis manos.
Realidad
de no tenerte,
en las
luces y en las sombras,
la
rueda de mi existencia
cotidiana
que se pierde
en una
nada del aliento de amar.
Soy ese
amor secreto
que se
ahoga en tu silencio
para
escuchar la imagen juguetona
de tu
voz que guardo entre mis dedos
como
una flor de música y cristal.
Te pido
que vengas a mí,
búscame
con ansias,
aún
avanzando en tinieblas,
casi a
ciegas.
En el
sendero de mi vida triste
hubo
una flor,
cuando
empezaba a percibir su aroma,
se
esfumó,
así
vivía mi alma triste y sola,
así
vivía mi amor
hasta
descubrir
que
todo eso borró al querer.
Soy ese
amor secreto,
no eres
el sol pero
iluminas
mi vida.
Amor no
es sentir lo que quieres
sino
sentirlo sin querer.
La peor
soledad
es
cuando se cierra el corazón
al amor
y al deseo,
si
obscuras nubes invaden tu ánimo
y una
lágrima empapa tu mirar
solo
llámame,
allí
estaré.
Soy ese
amor secreto,
estoy
sola,
te
tengo a ti en mi mente
y te
estoy conociendo
aunque
me acompañe tu silencio.
Soy ese
amor secreto,
aquí
estoy con la desgarradora
soledad
de tu recuerdo…
te
siento,
estás
en mi
como
una luz de fuego
y
tormenta.
Tarde de lluvia
Tarde de lluvia,
la tarde está llorando
y es por ti.
La lluvia
se desliza por el vidrio de mi
ventana
y a lo lejos vislumbro tu figura
tierna y apasionada,
imposible acercarme para tocarla.
Tarde de lluvia,
te necesito a mi lado,
sentirte cerca,
abrazarte y estar oyendo el
viento
que apenas puede llevar al mar
las nubes con su carga.
Hay silencio,
nada responde y todo mi ayer
se junta en este instante.
Cuando llueve te mezclas con la
lluvia,
cuando llueve en la calma de la
tarde
te siento conmigo,
te siento en mi sangre,
cuando llueve te tengo,
nada puede sacarte de mi lado y
me duele…
¡Cómo duele la quimera del
tiempo!
escucho el eco del olvido
pero nada hay que no te recuerdo
mientras en la tarde llueve.
La lluvia cae,
moja mi alma,
¡cómo quisiera que aquí
estuvieras!
me dieras calma,
esa calma que el amor sólo sabe
dar…
y no mira nada para entregar.
La lluvia golpea
con sus caricias húmedas las
aceras quietas,
silenciosas,
tus pasos están en otras veredas,
mis pasos van en sombras a otros
destinos…
EL viento doblega los árboles,
sus hojas se sacuden
y mis manos te dibujan en la
oscuridad
donde te sueño.
La tarde se colma de lluvia
y cierro mis ojos,
te veo, te palpo,
te siento,
eres parte de las sombras
que me envuelve.
Escuchemos juntos
con la imaginación el ritmo de la
lluvia
y así seremos esta tarde,
los dos,
un mundo aislado por el viento y
la lluvia
entre la cuenca tibia
de nuestros abrazos.
Lluvia que penetra
en la bruma oscura,
grisácea,
arribas a los campos del alma,
levantas aquel grito de vida y
esperanza,
ven a renacer en gotas de agua lo
seco,
lo dormido,
yaciente en la calma.
Lluvia,
que en torrentes de cálida agua,
aviva el corazón,
el amor,
la llama,
vuélveme a la vida junto con mi
amado,
empápame mi razón,
dale el color que extraña,
trae luces nuevas a esta tarde
larga,
ilusiones,
sueños a la espera
del renacer del amor.