Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 26 de diciembre de 2015
Comienzo y final
Comienzo…
Cuando
yo alcé los ojos,
con una
mirada dulce y tierna
para mirarte
(Comienzo
y final)
Tú
alzaste tus ojos
para
mirarme
hasta
lo hondo de mi alma.
(Comienzo
y final)
Surgió
esa palabra
que iba
yo a decirte
de
todos nuestros recuerdos vagos.
(Comienzo
y final)
Se te
asomó a tus labios
como una bendición de amor
sin
siquiera pronunciarla.
(Comienzo
y final)
Nunca
fui primera yo
en confesar mis hondos sentimientos,
ceñida
en mi silencio secreto y misterioso.
(Comienzo
y final)
Tú no
fuiste el último,
los dos exactamente a un tiempo mismo,
juntos, gozamos de nuestros abrazos,
nunca
truncos.
(Comienzo
y final)
Y así
fui yo hacia ti,
en cada
instante nuestro
que nos
unía
entre
nuestras manos
temblorosas e impacientes.
(Comienzo
y final)
Venías
tú hacia mí
con una
arrolladora fuerza
en una
identidad
que nos
unía salvados
de
perdernos en la nada,
temeroso
de no encontrarme.
(Comienzo
y final)
Te
abracé al verte sin moverme,
sintiendo
la felicidad
como un
huracán de besos
con una
misión de fuego puro.
(Comienzo
y final)
Me
hiciste llegar frases de amor
repetidas
siempre
pero
que no son nunca las mismas,
brillando
en tu pecho
infinitas estrellas
a las
que un mismo sol
les presta luz a todas.
(Comienzo
y final)
Vienes
a mis brazos,
despertando
a la vida virgen y pura
y con un monosílabo: “sí”,
tiembla
el aire de amor
en
nuestro día único,
eternamente
duradero.
(Comienzo
y final)
Me
buscas en el gran horizonte solo,
para
poder contemplarme,
feliz de encontrarme,
atónita
de sentirte amado.
(Comienzo
y final)
Busco
tu rostro amado,
tu voz tierna y suave,
tus
manos sabias,
te busco a ti en todos los rincones,
en mi sed de infinitud.
(Comienzo
y final)
Vas tú
por el aire
en
vuelo de pájaros sin nidos,
oteando a lo lejos
los
colores del arco iris
para
encontrarme y amarme.
(Comienzo
y final)
Los
dos, tú y yo, como dos en uno,
en el
comienzo labramos nuestro destino,
caminando
juntos bajo cielos altos
que
prometen todo lo que se necesita
para
vivir sin despedidas ni finales.
Desilusión dolorosa
Desilusión
dolorosa,
de a
poco,
despacio,
sutilmente,
inundó
mi alma
y con
miles de saetas acrisoladas,
rompió
la paz
y el
sosiego
de mi
alma.
¿Dime tú,
por qué
debo sufrir
en cada
instante de mi vida
dando
sólo amor por doquier?
¿Cuál es el error
que surge de estos sentimientos
puros y profundos
que me
embargan
y me
desarman
en
flores deshojadas por la tristeza,
la
desilusión,
el
desespero?
Como
estrellas fugaces,
en períodos menos esperados
me golpean,
me hieren,
me lastiman.
¡No
quiero sentirlos más!
Mi vida
necesita del amor puro
y
límpido,
sin
mentiras ni falsedades.
Desilusión
dolorosa,
esos grises tonos oscuros
de tormentas menos esperadas,
los
rayos golpean mi alma
y me
dejan agonizante y temblorosa,
miedos
ocultos,
afloran a mi piel
y la verdad inconmensurable
y
execrable
surge
de improviso,
aquel a quien amamos
con
intensidad y pureza
nos
clavó una flecha envenenada
en
pleno corazón
y la
sangre dolorosa
junto
con la llovizna de lágrimas
que
inundó mi cuerpo
me
llevó a momentos de desasosiego
y
desorientación.
¿En qué
me equivoqué?
¿Por qué deposité mi fe,
mi esperanza,
mi amor
en
quien no lo merecía?
Éste mi
amor puro
se elevó tras el horizonte lejano,
dejando
tras de sí,
sólo
desilusión dolorosa.
Quiero
encontrar el camino recto,
verdadero,
duradero
y no
fugaz
y falso
donde
sea comprendida
en
estos mil sabores
amargos
y crueles.
Desilusión
dolorosa,
apenas en un segundo,
mi espíritu,
que libremente se elevaba
entre
las nubes de algodón
y campos de cipreses,
cayó,
llevándose
a su paso
marchitas
flores de azafrán
y
floridos vergeles
a la
tierra seca,
cenicienta,
rojiza
por la ira
y
oscura por el desamor.
Desilusión
dolorosa,
fueron
tras de mí
rumores falsos,
envidias oscuras,
intrigas
traicioneras,
buscando
hurgar en mi alma
para
que el sufrimiento aflorara.
¡No!,
¡no lo
permitiré jamás!
¡Soy
libre y feliz conmigo misma!
Mi
espíritu vibra
al
compás de música sincopada
y de
palabras,
frases
de amor
hilvanadas como perlas de rocío
en un collar sin fin
de caracoles enlazados
por la
espuma del mar.
Desilusión
dolorosa,
se que
como enigmas indescifrables
se irán
de mi vida,
afrontaré con actitudes enhiestas
y verdaderas
el
nuevo sendero abierto,
florecido,
en el
bienestar de un campo
de
amapolas,
abiertos sus pimpollos al cielo azul
y allí
te encontraré a ti,
mi amado nuevo,
que me
traerá
en sus manos cálidas
mi
nuevo destino.
Desilusión
dolorosa,
las
esperanzas renovadas
y límpidas
cerrarán
las heridas abiertas
y el olvido
que se
acerca sin ser llamado
golpeará
mi corazón
dejándolo
límpido
y claro
como agua que golpea
la tierra con desesperación,
a veces
o con
dulzura otras,
sin tristezas sin fin,
ni
fríos,
ni grises
golpes,
sólo
sueños
entre
luces de amor
bajo la
luz de luna
en el
agua
con
quietud y calma.
Desilusión
dolorosa
que no
impida mi vida intrépida,
de aventuras continuas,
rodeándome como un manto
de
aterciopelados pétalos las ideas,
las frases de amor,
las
prosas poéticas
que dan
sentido veraz
y feliz
a mi espíritu inquieto
y avasallante,
pleno de ansias
de ser
amado y querido,
sin
límites truncos,
ni
herrajes oxidados
por el
tiempo,
sólo aires tibios y dulces
donde
flota mi corazón
entre aromas de pitangas,
burucuyá
en flor,
azahares volando en el viento suave
llevando la buena nueva
de la
llegada a mi vida
emprendida sin sobresaltos
ni
fatigas.
Amor fugaz
Amor
fugaz, breve pero intenso,
profundo pero adolorido
conmigo
a tu lado
pero
pronto sin ti.
Yo sola
con la verdad
de
sentir la angustia,
el
tormento, el cielo negro
de lo
que pudo ser
y se
perdió
en la
oscura inmensidad.
Duró un
efímero momento,
pleno,
vibrante
y como
pluma leve
que se
lleva el viento
cambió
mi vida
al no
estar en tus brazos,
llevándome
a un gran mundo a oscuras.
Amor
fugaz,
como un
latido acompasado,
todo
trémulo de besarme o no,
está la certidumbre: tu ausencia sin labios.
Fue un
susurro sin luz,
un suspiro silente
que
como gasa de amor
pasó a
mi lado dejándome sola
con la
verdad de no tenerte más.
Amor
fugaz,
duró tan solo un instante,
ahora
es tan solo un recuerdo
de
haberte sentido,
casi en
secreto,
pasar
los labios sin tus besos.
Salvación,
fría, dura en la tierra,
del gran contacto ardiente
que
esta noche está ausente,
mi
cuerpo te busca
y mi
frente quiere tocar tu frente,
necesito
ser amada
aún en
la distancia.
Amor
fugaz, fue tan solo un instante
cuando el destino
nos
cruzó a los dos,
como
transcurre el tiempo de un momento,
cuando
lo que dura es un tan solo adiós.
Llegó
el amor de pronto
y se
marchó de prisa
pero
punzó mi corazón
con una
espina
pero lo
que dejó en mi alma
no
termina.
Amor
fugaz,
no pude
retenerlo,
sólo me
dejó
unas
cuantas caricias apuradas
y
ninguna promesa de regreso.
Nuestras
tardes, nuestras noches
fueron sólo breves horas
de
dichas compartidas,
las
manos no eran tocar
lo que hacían en nosotros,
era
descubrir;
los
tactos nuestros cuerpos inventaban,
nuestras
miradas
no se
detenían entre nosotros,
pasaban
a través de nuestros anhelos.
Amor
fugaz,
¿cómo
sabré de tu boca
si tus
susurros ya mi alma no tocan?
Las
palabras brotan de mis dedos
a las
hojas que las esperan,
alegrando mis tristes pensamientos
que
visten la nostalgia
de
lágrimas por éste,
mi
fugaz enamoramiento.
¿Es que
fue fugaz
o
existe hasta este hoy
en el
que te añoro?,
sí, te
añoro, mi eterno amor fugaz,
aunque
tus susurros
ya mi
alma no toquen,
mi
deseo por ti se apaga
y mis
ojos que iluminaban
tu
rostro con mi deseo,
éste se
extingue, lánguido, derretido.
De a
poco,
en breves períodos de mi vida sin ti,
convertí
el olvido en poesía,
convertí
el dolor en poesía,
quedando
una herida
que
sangra a veces
y a
veces se me olvida.
Pido
amar de nuevo,
sin
dolor, sin heridas, sin olvidos
y así,
así,
convierto
mi ruego en poesía,
viviendo
un esperar con rumbo cierto.
Lejanía
sin distancia,
ansiedad
de amar sin ansia,
sin
tormentas en mi alma,
sólo
gozos de saber que existes
y que
me estás buscando
entre
horas del vivir
que
vuelan alto,
esperando
que me beses
y me
ciñas entre tus brazos por siempre.